El TSJC busca fórmulas para resolver el atasco judicial causado por la huelga

Ahora que la protesta de los letrados ha concluido puede empezar a pensarse en aplicar el plan de choque sobre el que se ha venido trabajando desde hace semanas desde el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC). Ayer mismo, su presidente, José Luis López del Moral, acordó solicitar a los jueces decanos y a los titulares de los órganos colegiados de la Comunidad un informe sobre las medidas que estiman oportuno adoptar para hacer posible el más inmediato señalamiento de las actuaciones suspendidas.

Será necesario, antes de nada, determinar, a fecha de terminación del conflicto, el volumen de asuntos pendientes, que no son solo las vistas suspendidas, sino todas las demandas y recursos que no se han tramitado y que hay que absorber también. Una vez conocidas las necesidades, el TSJC las comunicará al Consejo general de Poder Judicial (CGPJ) y al Ministerio de Justicia, para valorar la posibilidad de adscribir, con carácter excepcional,a jueces sustitutos para implementar medidas de refuerzo, para lo que sería necesario que se incrementara el crédito de la partida presupuestaria correspondiente.

«Estamos prestando atención a la situación para elaborar un plan de actuación, siendo conscientes de las enormes dificultades a que nos enfrentamos -explicó López del Moral-. Estos dos meses de paralización no se traducen matemáticamente en dos meses de retraso de los procedimientos, porque va a ser mayor: una cosa es suspender un juicio y que se programe para dentro de dos meses, y otra que se suspenda sin la certeza de cuándo se va a volver a señalar, y ahora llega el momento de reseñalarlo todo en las fechas que queden libres. La situación es complicada y la manera de abordarla también, porque los medios son los que son y no hay más. Absorber este retraso va a ser complicado sin medios adicionales».

Disponer de esos medios adicionales tampoco será sencillo, según Del Moral: «El único medio adicional al que recurrimos es al de los jueces sustitutos cuando hay vacantes o bajas. Podría pedirse al CGPJ un refuerzo de ese tipo para algún juzgado, pero para eso es preciso un incremento de crédito de la partida correspondiente, que tiene que dotar el Ministerio de Justicia. También es preciso que haya un juez sustituto disponible, ya que muchos de ellos están ocupando bajas y vacantes. Los abogados han pedido medios extraordinarios para hacer frente a la situación, y trabajaremos en ello, pero con la incertidumbre de que en este momento no tenemos recursos suficientes para atajar el problema de forma inmediata».

En cualquier caso, y como reconocen todos los profesionales de la Justicia, será difícil recuperar la normalidad en los próximos días: el volumen de trabajo atrasado, con miles de notificaciones pendientes de entregar y de actos jurídicos suspendidos, tardará en digerirse.

«Calculo que hasta la semana que viene o hasta dentro de dos semanas la maquinaria judicial, esa locomotora, no va a estar en pleno funcionamiento -opinaba ayer a la puerta de los juzgados el abogado Javier Noriega-. La recuperación de actividad será progresiva: el primer movimiento es el del procurador; al procurador le notifican el señalamiento, y él se lo comunica al abogado. Este, a su vez, moviliza a sus clientes, testigos, peritos... Yo espero que no se les pase todo directamente a los procuradores, porque si no nos van a atascar».