«No estamos en contra del turismo de caravanas, sino de su falta de control»

-El pasado verano el sector de la hostelería funcionó bien, después de los complicados meses de confinamiento. ¿Qué provoca esa confianza en los turistas?

-El verano pasado trabajamos bien, pero hay que tener en cuenta que la mayoría de los campings sólo dieron buenos resultados de junio a septiembre, por lo que el cómputo general no es tan bueno. Por otra parte, yo creo que nuestro atractivo está en las continuas inversiones en nuestros establecimientos, para dar un servicio de calidad. También cuenta la naturaleza que nos rodea y que nuestros campings cuentan con grandes extensiones de terreno, con parcelas amplias, donde los clientes pueden guardar las distancias de seguridad sin ningún problema.

-¿Los turistas de camping son clientes fieles? ¿Cree en la rápida ocupación con vistas al próximo verano?

-El cliente de camping suele ser fiel y viene año tras año, ya sea porque les gusta la región, las playas, la montaña o por los niños, que hacen amigos y pueden estar todo el día disfrutando al aire libre. Respecto a la temporada de verano, la vemos con cierta preocupación, por el temor de las personas a moverse. Me temo que las reservas serán de última hora, menos días y menos gasto por persona. La agilidad en los procesos de vacunación es clave, de cara a esa movilidad tan esperada para la temporada de verano.

-¿En qué medida les afecta la falta de turistas extranjeros por los cierres de fronteras? ¿Cómo están respondiendo los negocios?

-La mayoría de los clientes de los campings de Cantabria son nacionales (el 70%). Los extranjeros representan un 30%. En 2020, fue un 80% cliente nacional y un 20% cliente extranjero. Desde finales del año pasado hasta ahora, debido a los cierres perimetrales y al cierre de fronteras, los clientes extranjeros están representados a la mínima expresión, al igual que el cliente nacional. Por ello, hay muchos campings que están esperando a la apertura de la movilidad para abrir los negocios. Los que han abierto lo han hecho porque trabajan más con el cliente de la región.

-¿La Semana Santa cumplió alguna expectativa?

-La Semana Santa no cogió a nadie desprevenido, la única esperanza que teníamos era que permitieran la movilidad entre provincias, pero no se dio el caso. De los campings de la zona oriental, muchos estuvieron cerrados y los que abrieron tuvieron una ocupación que rondó el 10%. En la occidental, la situación fue parecida, con algunos campings cerrados. Dependiendo de la zona, se alcanzó un 50% de ocupación. Con estos datos, la única conclusión que se puede sacar es que el sector depende de la movilidad entre provincias y la apertura de las fronteras. Mientras no se den estas circunstancias lo vamos a pasar bastante mal.

-Según la presidenta de la Asociación Nacional de Campings, Ana Beriain, la anterior crisis les hizo más fuertes. ¿Saldrán igual de bien parados de esta?

-Somos un sector fuerte. Hasta ahora, ningún camping ha cerrado debido a la crisis derivada de la pandemia. Es cierto que todos pensábamos que iba a durar muchísimo menos, pero aquí seguimos resistiendo todos. Esperemos salir igual de bien que en la anterior crisis. La gente busca destinos al aire libre, rodeados de naturaleza, no masificados, establecimientos seguros y de calidad. Todo eso lo tenemos. Unido a la gran labor y sacrificio de los empresarios de camping, intentaremos salir si cabe más fortalecidos.

-Las autocaravanas, ¿su mayor pesadilla? El pasado julio pidió de nuevo su control en Cantabria, por parte de la Administración.

-Lo primero, no estamos en contra de las autocaravanas. Entendemos que es un turismo importante, que hay que valorarlo y tenerlo en cuenta. Pero sí estamos en contra del autocaravanismo sin control, que pernocta en espacios no habilitados para ello. Hay determinados autocaravanistas que invaden espacios naturales o de interés turístico, aparcamientos en playas, situando sus vehículos-vivienda para pasar la noche. Esto supone una agresión ambiental y paisajística. Además, atenta contra la seguridad, la sanidad, la calidad turística, además de ser una competencia desleal a todas las empresas que se dedican al sector turístico. Por todo esto entendemos que la Administración debe hacer cumplir la normativa vigente para campamentos de turismo y áreas de servicio para autocaravanas, que está en vigor en Cantabria desde abril de 2019.

-Ustedes son el sector del alojamiento más importante de España, después de los hoteles. Sin embargo, de septiembre a enero estuvieron excluidos de los ERTE. Les incluyeron tras sucesivas peticiones. ¿Siente que el Gobierno central no les tiene en cuenta como se merecen?

-Nos dejó fuera de los ERTE porque entendía que los campings habían trabajado muy bien la temporada de verano y no necesitaban ayuda alguna. El cómputo global de la temporada no lo hace solo la temporada de verano, sino los 365 días del año. Por el trabajo de cuatro meses no se puede dejar de lado al sector del camping de esta manera, y por ello, rectificaron.