

Secciones
Servicios
Destacamos
Ciencia, conocimiento, humanismo y «debate pausado» para entender el presente y abordar los desafíos más inmediatos. El acto de inauguración de los Cursos de Verano ... de la UIMP, celebrado este jueves en el Palacio de La Magdalena, se convirtió en una reivindicación colectiva y unánime de la investigación científica y el intercambio de ideas como solución a los retos que afronta ya la sociedad pospandémica. Una expresión personalizada en la figura del patólogo mexicano Ruy Pérez Tamayo, galardonado con el Premio Menéndez Pelayo. Y, además, una declaración compartida: las universidades han de ser un lugar clave de «creación, divulgación y confrontación».
La programación de la Menéndez Pelayo está este año inevitablemente atravesada por la crisis sanitaria. La rectora, María Luz Morán, que afronta su tercer año de mandato, espera que la Universidad ayude a «actualizar» el pensamiento y a plantear nuevas preguntas en medio de este contexto incierto. «Esperemos que el verano de la UIMP contribuya a pensar conjuntamente en los desafíos y en las incertidumbres de la reconstrucción pospandémica», confió.
Poco después de sus palabras, el himno 'Gaudeamus igitur' oficializaba el arranque académico. Tras un 2020 con apenas tres semanas de actividad, la UIMP retoma ahora los seminarios, las escuelas y los cursos primando la presencialidad. No ha vuelto al cien por cien, y la sencillez y limitaciones de aforo del acto inaugural así lo evidenciaron por las restricciones, pero hay voluntad de normalizar la vida académica en todos los rincones de La Magdalena y Las Llamas. Tras la «excepcionalidad» del pasado verano, «seguimos haciendo lo que sabemos hacer: cumplir con la misión que le fue encomendada a nuestra universidad hace más de 80 años, que no es otra que contribuir a la difusión de los debates científicos y culturales más relevantes y al tiempo favorecer la formación permanente de profesionales de muy diversos campos», señaló Morán. Asuntos todos «esenciales» y más aún tras la pandemia.
Variedad de temas, de enfoques y de públicos, y un equilibrio entre los «viejos cursos» y las actividades culturales más clásicas, y las «nuevas propuestas». Esa es la vocación programática de la UIMPen 2021, resumió Morán. Y también mantener el «estrecho vínculo» forjado entre la UIMP y la ciudadanía de Santander y Cantabria. Más allá de las limitaciones que impone el covid, la meta es «garantizar el éxito» de la propuesta y que la UIMP «siga siendo el mismo lugar de encuentro de intercambio de ideas y de debate pausado que recuerdan quienes han pasado por nuestras aulas», cerró la rectora.
La primera cita académica del verano se plasmó en realidad en un doble acto al iniciarse la sesión con la entrega del XXXIII Premio Internacional Menéndez Pelayo al patólogo, inmunólogo, investigador, divulgador de la ciencia y académico Ruy Pérez Tamayo (Tampico, México, 1924). Una distinción que reconocía su doble faceta como «referente» en la investigación biomédica y humanista. El premio lo recogió en su nombre la consejera de Cooperación de la Embajada de México en España, Paloma Ojeda. En un mensaje grabado, el científico agradeció el premio a los que se lo han concedido al reconocerle aspectos «dignos de ser enfatizados» como «la posibilidad de transformar un mensaje personal en una comunicación de valor social». A su juicio, lo que distingue a su obra es su «variedad», una cualidad muy escasa porque hay muy pocas cosas diferentes». Y añadió: «Uno sale a ver lo que hay en el mundo y resulta que hay muchas cosas muy parecidas y muy pocas que valgan la pena distinguir entre esas cosas parecidas», señaló.
El escritor y director de la Academia Mexicana de la Lengua Gonzalo Celorio, que se encargó de la laudatio, expuso 'las cinco razones para querer y admirar' al premiado: «Por su investigación biomédica, pero también por su faceta como docente al divulgar el conocimiento científico tanto en la escuela básica como en la universidad». Y, asimismo, «por su papel humanista, divulgar la ciencia y por su amor por las palabras que le lleva a discutir con elocuencia, sapiencia, precisión, curiosidad y buen humor». Celorio elogió al «maestro enamorado de su quehacer, al hombre renacentista, inteligente, sensible y tolerante».
La rectora María Luz Morán presidió el acto flanqueada por la secretaria general de la UIMP, Rosa María Galán, y el rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos. En su discurso, este último destacó que la ciencia es el único salvoconducto ante situaciones extremas como la crisis sanitaria del covid. «La pandemia nos ha enseñado que las soluciones vienen del conocimiento», defendió Pazos. Del conocimiento biomédico, del tecnológico, del social o el humanístico, de todos ellos juntos. «En el conocimiento está la llave de la solución de los problemas sociales», incidió.
También habló el rector de la importancia de colaborar entre instituciones. «La UIMP y la UC contribuimos a ese espíritu universitario y transmitimos ese mensaje de debate, de discusión continua sobre los avances del conocimiento», reveló. La rectora Morán, que comparte la misma visión, volvió ayer a recalcar que el espíritu de la UIMPes cooperador, no competidor. Pazos también celebró la presencialidad tras muchos meses sin poder compartir espacios. «Venimos de una época dura – recordó–. Ahora es momento de empezar a salir».
Al Gobierno de Cantabria lo representaron el jefe del Ejecutivo, Miguel Ángel Revilla, y el vicepresidente, Pablo Zuloaga (no hubo, en cambio, presencia municipal, ya que la alcaldesa, Gema Igual, participaba a esa misma hora en el Pleno del Ayuntamiento). Revilla y Zuloaga coincidieron en subrayar el hecho de celebrar los cursos de forma presencial. «Volver a recuperar espacios para la reflexión sosegada, para el debate y el conocimiento es algo que debemos celebrar; y es gracias a la garantía que nos da el avance de la vacunación», dijo Zuloaga.
El presidente Revilla echó la vista atrás, a los días más negros de la pandemia, cuando las camas de hospital y las UCI cántabras estaban repletas de pacientes covid. «Aquello era angustioso, terrible, y ahora no hay que bajar la guardia», pidió, «porque parece que esto se ha terminado, pero hay que tener todavía mucha precaución». La ciencia, defendió Revilla, ha sido la clave en esta crisis. «¿Qué sería de la humanidad si en estos momentos no hubiéramos tenido científicos que hubieran puesto coto y solución a esta pandemia?», se preguntó el presidente, optimista sobre la reconstrucción: «tengamos una vida más equilibrada y más sensata, poblemos las zonas rurales», planteó.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.