La unidad de protones arranca solo con dinero público y una gran meta: 550 pacientes al año

Tejido celebró ayer la noticia adelantada por este periódico trabajando, participando en la campaña de vacunación de Valdecilla, con la bata y la mascarilla puestas. No escondió sin embargo su enorme alegría, en primer lugar, porque el hospital va camino de ser un entorno seguro en lo que a covid se refiere; y, en segundo, porque la unidad de protones está ya bastante más cerca de ser una realidad tangible. Tejido comenzó agradeciendo al Gobierno de Cantabria su apuesta por el proyecto, que recibirá 45 millones de euros de fondos europeos React-EU, y reconociendo, más concretamente, el papel del consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez.

«¿Qué nos aporta este proyecto? Muchas cosas. Lo más importante es que potenciamos el tratamiento del cáncer con alta tecnología. Y a muchas personas que hoy tienen cáncer les damos nuevas y mejores opciones terapéuticas», señalo el responsable de Valdecilla. En algunos tipos de cáncer, como los del sistema nervioso central o los que afectan a la infancia, los que están en localizaciones «muy críticas», esto «es muy importante porque no teníamos esas posibilidad».

La unidad de protonterapia comienza su andadura con respaldo público al cien por cien. Si en un principio se valoró que arrancase gracias a una fórmula de colaboración público-privada, ahora, tras «un giro», tras la apuesta decidida por el proyecto, la financiación inicial la procurará el Gobierno de Cantabria a través de fondos europeos. «Es una gran oportunidad para Valdecilla y para Cantabria», señala Tejido, que no descarta que en el futuro se puedan adoptar otras maneras, mixtas si cabe, de financiación.

«Va a ser casi seguro el primer centro nacional que tenga protonterapia -hay dos unidades en centros privados en España- y eso nos da muchas opciones», continúa Tejido, opciones que se traducen en fondos de investigación, en más pacientes llegando a Valdecilla, en formación... «Valdecilla está para tratar a los pacientes, pero, si es posible, también para traer riqueza. No nos asusta el reto, al contrario, nos ilusiona mucho», asegura Tejido. El reto implicará tratar, aproximadamente, a 550 pacientes al año, estima el director gerente.

El proyecto tiene otro gran nombre detrás: Pedro Prada. El jefe del Servicio de Oncología Radioterápica de Valdecilla se recorrió media Europa y parte de EE UU visitando unidades de protones para calibrar pros y contras, para conocer su funcionamiento, su proyección terapéutica y socioeconómica. Armó el proyecto por tanto muy convencido de sus posibilidades. Partiendo de que su servicio era ya el más preparado tecnológicamente de todo el país -dispone de aceleradores de última generación; oncotermia... entre otras herramientas-, Prada vio claro que había que apostar por este «último paso»: los protones.

De esta manera, que la unidad convierta a Valdecilla en el primer hospital público en ofrecer tratamiento con esta tecnología, es un triunfo. «Es una satisfacción tremenda. Sabíamos de la dificultad de sacar esto adelante, pero apuntamos alto, siempre hay que hacerlo. Y ha sido muy importante que nos hayan entendido», celebra Pedro Prada.

¿Qué posibilidades abre la unidad? Para empezar, la protonterapia rebaja las complicaciones en la intervención, ya que es más precisa y no afecta a tejidos sanos aledaños; además de perder menos energía e implicar más dosis. El doctor Prada señala que esta tecnología, por tanto, es muy «apropiada» para en casos como los tumores infantiles y del sistema nervioso central.

Los beneficios y ramificaciones del proyecto son múltiples. «Las unidades de protones tienen una vida larga, más que la de los aceleradores normales, y eso es importante», explica en primer lugar Prada.

Además, la que se instale en Valdecilla convertirá al hospital cántabro en un centro de referencia; y en destino de pacientes de otras comunidades, que accederían a Valdecilla «por la vía autonómica». No queda ahí la cosa: Prada estima que el hospital también podrá recibir a pacientes de Portugal y del sur de Francia.

Además, en torno al proyecto se ha generado una plataforma de investigación -con participación de la Consejería, del hospital, del Servicio, con presencia de la universidad- que conecta a físicos, a ingenieros, a matemáticos, a biólogos..., a profesionales de distintos ámbitos. El Servicio se implicará en estas acciones de investigación y, tal es el detalle del proyecto que maneja Prada, que ya se ha pensado en que la investigación se lleve a cabo durante las noches o los fines de semana para no perjudicar la capacidad asistencial a la unidad. Los proyectos de investigación procuran becas, convocatorias de financiación, un canon de uso..., es decir, generan riqueza económica, incide Prada, que también ha pensado en garantizar la igualdad de oportunidades de los pacientes, por lo que se procurara una vivienda gratuita a quienes dispongan de menos recursos.

El proyecto, aunque se haya conocido ahora que será respaldado por el Gobierno con fondos europeos, lleva mucho camino andado, mucha estrategia detrás. Por eso, ya hay candidatos con proyectos que investigar. «En estos momentos 30 proyectos de investigación encima de la mesa», revela Pedro Prada. «La investigación será una parte básica».

La unidad trae consigo, además, una parte docente -«seremos el único centro público donde se podrán formar los especialistas; se abrirán puertas a proyectos docentes»-; y de relación con otras instituciones internacionales, con las que se podrá trabajar en proyectos colaborativos sobre protones. «El proyecto va a ser positivo para toda la comunidad: todos ganamos, las especialidades del hospital, cualquier de ellas, gana. También la comunidad, la investigación, la docencia...», celebra el doctor Prada.

Rafael Tejido coincide en los grandes beneficios que trae aparejada la unidad -propuestas de docencia, de I+d+i, de formación, de investigación-. «Trae riqueza para Cantabria», asegura.

El proyecto, por tanto, va cumpliendo fases. Tras constarse la «excelencia» del Servicio de Oncología Radioterápica de Valdecilla, que era la primera necesidad que pedía el proyecto, y tras atarse la financiación -los 45 millones, que suponen un gran avance-, es hora de ponerse a desarrollar el proyecto en sí. Esta tercera fase comenzará esta semana que entra y podría extenderse durante «un plazo aproximado de dos años», estima Tejido. «Llevamos trabajando mucho con ello y está todo muy planificado», añade.

Noticias como esta, en medio de un año covid tan complicado, que tiene exhaustos a los profesionales, son una inyección de moral. «Es una noticia excelente para el hospital y para Cantabria entera. Una noticia así, en tiempos tan malos, tiene que celebrarse doblemente».

El vicepresidente autonómico, Pablo Zuloaga, celebró ayer que Valdecilla vuelva a ser pionero, en este caso, en el tratamiento de tumores, gracias a los fondos europeos React-EU. La comunidad recibirá 96 millones de euros de este fondo, de los que 45 se destinarán a incorporar la unidad de protonterapia en Valdecilla.

Los fondos de la UE, añadió, «garantizarán nuestra salida de la crisis sanitaria y mejorarán nuestra sanidad pública». Una de las vías llevar a cabo este proyecto que «traerá muy buenas noticias a Cantabria y a nuestra sanidad». Para empezar, lo convertirá en un «referente en la lucha contra el cáncer», y lo situará «a la vanguardia de la medicina nacional e internacional».

En la decisión final de que Cantabria optara por la protonterapia ha jugado también un papel decisivo el presidente regional, Miguel Ángel Revilla. En la comisión encargada de distribuir los fondos (tres regionalistas y tres socialistas, entre ellos Revilla y Zuloaga) tuvo un papel clave el presidente cántabro, que apostó por este proyecto en detrimiento de otros, incluso defendidos por su propio partido.