Urkullu niega que hablase con Revilla sobre las nuevas restricciones tras el fin del estado de alarma

En una nota difundida por Lehendakaritza se asegura que Urkullu ha manifestado a Revilla su sorpresa por las declaraciones de ayer en la que se daban detalles sobre las nuevas normas que tendrá en Euskadi a partir del 10 de mayo, como que se mantendría el cierre perimetral.

Las medidas que planteará el lehendakari para tratar de limitar los movimientos como medio para frenar los contagios no se conocerán de forma oficial hasta que el viernes se publique el decreto que prepara el Gobierno vasco, pero Revilla aseguró que había hablado con el lehendakari sobre ellas. En concreto, sobre su intención de no abrir las fronteras. Una decisión que, en todo caso, quedará en manos de los tribunales. «Lo tendrá consultado», resumió el presidente cántabro.

Revilla, en todo caso, insistió en que Cantabria abrirá sus fronteras a partir del domingo, lo que podría provocar una situación paradójica. Que los residentes en la comunidad puedan trasladarse a Asturias y Castilla y León pero no al País Vasco. Solo «si la situación se pusiese muy grave, muy grave» se podría pensar en adoptar medidas restrictivas de mayor calado, afirmó el líder regionalista. Pero siempre tras consulta previa al Superior cántabro. «Y si hay respaldo jurídico se aplica, y si no lo tiene, no se aplica», señaló el presidente de Cantabria.

La apertura de la muga entre Euskadi y Cantabria se ha convertido en uno de los elementos con mayor carga simbólica de la pandemia. Los dos mandatarios autonómicos se reunieron en junio de 2020 en Kobaron para escenificar el fin del primer estado de alarma y la posibilidad de que se pudiesen realizar viajes entre las dos comunidades. Miles de vascos, en especial vizcaínos, tienen segunda residencia o viajan de forma habitual a localidades como Castro, Noja o Laredo. El impacto económico en dichos municipios es enorme.

En principio, se daba por hecho que la decisión de Pedro Sánchez de no prorrogar el estado de alarma permitiría los desplazamientos y haría imposible mantener el toque de queda al ser dos derechos fundamentales. Pero ahora no está tan claro. El Gobierno vasco insiste en que dada la situación pandémica es necesario tener un paraguas legal, y de ahí el decreto que se está preparando como 'plan B'. «Estamos buscando garantías jurídicas para las medidas», insisten desde el Ejecutivo de Urkullu.

El presidente regional ha emitido este miércoles un comunicado en el que explica que se trata de un «malentendido» tras interpretar de forma incorrecta unas declaraciones que le envío Urkullu a través de un mensaje de Whatsapp a primera hora de este martes.

Según la nota, en ese mensaje el lehendakari indicaba que a lo largo de esta semana aprobará un decreto que entrará en vigor cuando finalice el estado de alarma «con la intención de mantener las restricciones cuatro, cinco o seis semanas». Revilla justifica que estas palabras, sumadas a la petición del lehendakari de prorrogar el estado de alarma, le habrían llevado a realizar una valoración que ha sorprendido al propio Urkullu. En el escrito, el presidente de Cantabria «lamenta» que sus palabras hayan podido generar un «malentendido».

Al PP de Cantabria, las explicaciones de Revilla le han parecido «muy insuficientes» y «farragosas». Para la secretaria autonómica del PP, María José González Revuelta, se trata, «cuanto menos una frivolidad y una falta de seriedad en un tema muy importante, como es el fin del estado de alarma y cómo puede afectar a Cantabria en lo sanitario y en lo económico». Por ello ha pedido explicaciones »mucho más detalladas y convincentes, porque la sensación que ha dado es la de un rotundo desmentido del presidente vasco a Revilla, dejándolo como un trolero ante toda España».

Según la secretaria autonómica, «es totalmente inusual que la presidencia vasca emita un comunicado desmintiendo a otro presidente autonómico».