«La vaca tudanca forma parte por derecho del paisaje de Cantabria»

-¿Cómo surgió la idea de escribir un libro sobre la vaca tudanca?

-La vaca tudanca siempre ha sido un referente en Cantabria. Había visto algo escrito sobre este animal, pero no que se entrevistase a los ganaderos, a las nuevas generaciones, a los niños o a las personas que realizan los campanos, que también forman parte de la trayectoria de esta raza singular, y por eso me animé a hacer este trabajo. He de reconocer que yo escribo en este libro muy poco, ya que los grandes protagonistas son los ganaderos, con sus opiniones, inquietudes, y todas las personas que de alguna forma están comprometidas con el presente y futuro de este animal, que forma parte del paisaje de nuestra tierra.

-¿Cuáles son los problemas más importantes con los que se enfrentan los ganaderos de esta especie?

-Uno de los principales, sin duda, es la presencia del lobo, que continúa diezmando a las cabañas ganaderas. Para el ganadero, perder por estos ataques los animales que con tanto cariño crían, aunque reciban una compensación económica, es como si perdieran todo el año. Además, las subvenciones no son las suficientes y seguir manteniendo esta raza, de la que actualmente en el mundo hay alrededor de 15.000 cabezas, no solamente es responsabilidad de los ganaderos, sino también de las instituciones.

-En un mundo rural donde cada vez hay mayor descenso poblacional, ¿está asegurado el relevo generacional para mantener esta especie?

-Ese es otro grave problema. Los pocos seguidores que ha encontrado no se ven con mucho ánimo de continuar con las explotaciones ganaderas de sus padres, aunque también hay otros que mantienen ese entusiasmo a pesar de las dificultades que enfrentan.

-¿Qué solución podría resultrar efectiva para mantener esas cabañas?

-Creo que si todos los productos que salen al mercado derivados de esta raza, cuyo principal activo es la carne, tuvieran una denominación de origen, automáticamente el precio aumentaría considerablemente, ya que, aunque es buena carne, no se está pagando lo suficiente. existen carnicerías en Cabezón de la Sal o en el Alto Cieza, entre otras, que venden muy bien esta carne porque es muy demandada.

-En el libro hay un apartado dedicado a canciones y trovas escritas por autores cántabros que ensalzan las virtudes que se atribuyen a este animal. Usted que siente el folclore de esta tierra de forma especial, se sentirá satisfecho.

-Sin duda. He tenido la suerte de que para la edición del libro han colaborado cantantes y trovadores como Nando Agüeros, los Hermanos Cossío, Álvaro Fernández, Almudena López, Manuel Jesús Gómez, Aitor Crespo o Rubén Gutiérrez, e incluso hay una composición mía titulada 'La voz de la Tudanca'. En el libro, junto a las letras de las canciones, hay un código QR para poder escucharlas.

-¿Qué familias que ha entrevistado ha visto más arraigadas a esta vaca a través de generaciones?

-Aún hay muchas en Cantabria, pero por mi vinculación natal al municipio de Peñarrubia, mencionaría a la familia de Lorenzo González, de Roza, o a la familia Verdeja, de Linares, y tengo una gran admiración hacia los ganaderos que mantienen esta raza en el valle de Lamasón, que, sin duda, son un referente en Cantabria y donde hay jóvenes que han decidido continuar con las explotaciones familiares.

-¿Qué cualidades destacaría de la vaca tudanca?

-Es una vaca única, que tiene la ventaja de producir todos los años, y esa es una cualidad fundamental. Es una vaca lista, avispada, noble y hermosa, y con unos andares elegantes. Está tan arraigada a las explotaciones que cientos de ganaderos reconocen que las quieren como si fueran un miembro más de su familia.