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Cuando Ricardo Merchán y Paul Álvarez embarquen este lunes en el pesquero 'Nuevo Terreño' dejarán en tierra el miedo a contagiarse de covid. Tanto él como el resto de la tripulación de este barco colindrés subirán a cubierta ya inmunizados. Su principal preocupación a ... bordo será únicamente capturar el apreciado bocarte de costera, aparcando el temor a infectarse faenando y tener que paralizar por completo la actividad del barco.
Tras semanas, meses, reclamando a la Consejería de Sanidad ser vacunados de «forma urgente», en la tarde de ayer una buena parte del colectivo pesquero de la región recibió el ansiado suero. Medio millar de trabajadores de los puertos de Santoña, Colindres, Castro Urdiales y Laredo fueron inoculados con la fórmula monodosis de Janssen en el centro de salud de Santoña.
Por su parte, en el Palacio de Exposiciones de Santander también se vacunó a la flota pesquera con base en la capital, mientras que mañana, domingo, se protegerá a los profesionales de los puertos de la zona occidental (San Vicente de la Barquera, Comillas y Suances), en el hospital de Sierrallana, en Torrelavega. El objetivo es tener vacunado este fin de semana a todo el sector, cifrado en un millar de personas.
Alfonso San Román - Pescador de Laredo
Ricardo Merchán y Paul Álvarez - Pescadores de Colindres
Miguel Fernández - Presidente Cofradías de Cantabria
Minutos antes de que arrancarán a las tres de la tarde los pinchazos, en el exterior del centro de salud de Santoña ya se había formado una pequeña cola. La encabezaban Merchán y Álvarez, seguidos de más pescadores, rederas y empleados de las cofradías. «Ya era hora de que nos vacunarán. Estamos contentos, pero, la verdad, es que han tardado demasiado», lamentaban los dos marineros colindreses. Y es que, desde que se desatara la pandemia, el sector pesquero ha trabajado con «miedo» y «mucha inquietud» ante el elevado riesgo a contagiarse al pasar largas jornadas en alta mar en espacios muy reducidos. Por ello, tras recibir ayer la vacuna, la frase más repetida era que «ahora vamos a poder trabajar más tranquilos».
Uno a uno los profesionales de la mar fueron pasando a los tres espacios habilitados en el centro de salud para vacunarles. En cada sala había un fisioterapeuta para tomar los datos de los citados y un enfermero encargado de las inyecciones. En poco más de un minuto, ya estaban inmunizados. «Ha sido un pinchazo de nada y listo», comentaba el laredano Alfonso San Román, del barco pejino 'Nuestro Padre Tonino', mientras hacía tiempo para completar los 15 minutos de espera obligatorios. «Lo estábamos deseando porque trabajamos toda la tripulación junta y no podemos guardar las distancias. Si cogemos el virus cualquier fin de semana en tierra, luego en el barco lo pillamos todos. Es inevitable».
San Román sabe de lo que habla. Pasó el covid «completamente asintomático» y su contagio obligó a detener la actividad de la embarcación. «Lo he vivido en mis propias carnes y, por mí, han estado sin trabajar diez días. Es una responsabilidad». De ahí, que crea que la vacunación «se podía haber hecho antes». Y lo hace comparándolo con el País Vasco, donde sus compañeros «llevan vacunados más de un mes». «Parece que los de Cantabria somos de segunda y de tercera. Siempre vamos a la cola».
A su lado está Alejandro San Martín, tripulante del 'Nuevo Lucía, de Laredo. «Ahora con la vacuna ya no está el miedo a que el barco se pare y perder la costera. En Fuenterrabia hemos visto muchos pesqueros parados por brotes», cuenta.
También recibieron el pinchazo empleados de las cofradías de pescadores, como Bruno Peña. «En mi caso trabajo en el almacén de la lonja de Santoña y ahí entran los marineros de todos los barcos. Al final el contacto es piel con piel y la vacunación es importante para que no ocurra ninguna desgracia».
Para el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria y patrón mayor de Santoña, Miguel Fernández, el de ayer fue un día «alegre». «Hemos conseguido un logro importante. La mayoría de pescadores que están siendo inmunizados posiblemente la semana que viene se marchen a las Azores y no vuelvan a casa hasta dentro de un mes o dos. Con la vacuna hemos evitado problemas».
Fernández agradeció al Gobierno de Cantabria que hayan atendido la petición del sector y que, además, se les haya inoculado con la fórmula monodosis de Janssen. «Hay un escasez importante de esta vacuna pero era necesaria, ya que los pescadores se marchan a la costera del bonito y no sabemos cuándo vuelven». Por eso, una segunda dosis habría sido complicada de administrar en fecha al colectivo.
Hasta Santoña se acercaron los consejeros de Sanidad y de Pesca, Miguel Rodríguez y Guillermo Blanco, quienes destacaron el «esfuerzo e importante despliegue» realizado para facilitar el acceso de los pescadores a la vacunación.
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