1.400 personas, en la primera jornada de vacunación masiva

Gil es enfermera y la encargada de inyectar la vacuna, y su compañera, fisioterapeuta, toma los datos y actualiza el historial de la personas inmunizada. Pasado el mediodía, después de tres horas y media de trabajo, ambas observan con buenos ojos el desarrollo de esta primera jornada y en un centro externo al Servicio Cántabro de Salud (SCS): «Vamos a buen ritmo. La experiencia piloto está siendo muy satisfactoria», coinciden. Cerca de ellas, y preparada para atender cualquier incidencia, está Ana García, técnico de ambulancia: «Estamos aquí para apoyar en lo que se nos necesite».

Gil, Alonso y García son parte del grupo de profesionales desplazados al Palacio de Congresos para hacer posible la primera campaña a gran escala en Cantabria:dos sanitarios por cada puesto de vacunación, auxiliares de enfermería para dirigir el tránsito en el interior del pabellón, un médico para atender posibles reacciones de gravedad, técnicos, personal de seguridad... Cuatro equipos vacunaron a la vez –con un ritmo de 40 personas cada quince minutos– en turno de mañana, entre las nueve y las 14.00 horas, y otros tantos por la tarde, de 15.00 a 20.00 horas. En total, se vacunó a unas 1.400 personas, todos profesionales esenciales del grupo 3B de la estrategia nacional.

A primera hora de la mañana se formó algo de cola a las puertas del Palacio, quizá por las «ganas de empezar», revelaba Pedro Herrera subdirector de Cuidados del SCS, pero esta situación no se repitió, al menos, a lo largo de la mañana. Este miércoles fue un día soleado y quienes esperaban su turno para vacunarse pudieron repartirse en los exteriores del pabellón.

Se pudo ver a Herrera en diferentes puntos de las instalaciones supervisando el proceso, que, salvo un «decalaje» de unos tres minutos, «ha ido según lo previsto». La actuación de ayer –que se repetirá tanto hoy, como mañana y el sábado– es un ensayo para probar cómo funciona la vacunación masiva en instalaciones no sanitarias. Los resultados, en palabras de Herrera, eran buenos. «Tenemos ya otros sitios como este valorados –que cumplan con los criterios de seguridad y confortabilidad que se precisan–. Este modelo va a ser automáticamente replicable en otros espacios». La meta, incidió el responsable, es poder simultanear la campaña, sobre todo cuando a partir de abril lleguen remesas amplias de vacunas, en centros de salud, hospitales y espacios como el Palacio de Congresos.

Mª Ángeles Roba, profesional en una fundación del sector público, se vacunó . «Funciona perfectamente, como un reloj», opinó del ensayo en el pabellón. Recibió el pinchazo a la hora que indicaba su citación, y accedió al Palacio junto con un pequeño grupo de personas convocadas en el mismo tramo horario que ella.

De regular estos llamamientos se encargó personal de Protección Civil, que, junto a la puerta, fue dando paso a las personas citadas. «Por favor, vayan entrando las personas que tienen hasta las doce y diez».

A continuación, este y los demás grupitos tuvieron que atravesar un arco que les midió la temperatura, pasar por recepción, y después enfilar, separados, hacia la gran sala de vacunación donde se instalaron los cuatro puestos –tras unos paneles–, y las sillas para esperar tras el pinchazo. También se colocaron varios carteles recordando que se pinchaba AstraZeneca, sus características y demás. El turno se aguardó en fila y con distancia de seguridad.

A las dos de la tarde terminó el turno de mañana. En el exterior, estaba a esa hora Alejandra Gómez Edesa, estudiante de Radioterapia en Mompía, recién vacunada y sin notar reacción alguno. También sin mayores problemas por inmunizarse con AstraZeneca –ha habido parones en la inmunización con dosis de la firma anglosueca–, también opinó que el proceso estaba «bien organizado».

El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, que visitó el Palacio a mediodía acompañado del presidente Rehional, Miguel ángel Revilla, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, defendió la seguridad de AstraZeneca. «Es segura, en eso no ha ninguna duda».

In situ también indicó que el ensayo avanzaba correctamente, sin incidencias. ¿Podrá replicarse entonces el dispositivo en otros puntos de la comunidad, como el polideportivo de Laredo o la Feria de Muestras, en Torrelavega? Sanidad tiene «buscadas» instalaciones de este tipo en todas las áreas sanitarias para que, en el caso de necesitarse, permitan procesos a gran escala. «El objetivo es no tener vacunas en la nevera y que todo lo que llegue lo podamos aplicar».

Si hoy se citó a la población de hasta 65 años, fundamentalmente de colectivos esenciales que habían quedado pendientes de inmunizar, entre hoy el sábado será el turno de personas mayores de 80 años que recibirán dosis de Pfizer o Moderna. Se vacunará a unas 500 personas al día.

En su mayoría, este grupo de población está adscrito a centros de salud de la capital que, por sus características, no tiene facil las citaciones amplias. Por tanto, acudirán a partir de hoy al pabellón usuarios mayores de 80 años de zonas básicas como Puerto, Vargas, o Puertochico, en Santander.

La vacunación masiva en el Palacio de Exposiciones de Santander prevé administrar un total de 2.800 primeras dosis durante cuatro días.

La vacunación continuará este jueves, viernes y sábado, en horario de mañana, en los mayores de 80 años con las dosis de Moderna, con el objetivo de que todos estén vacunados a comienzos de la semana que viene -en estos momentos se sitúa en el 64 por ciento- y comenzar entonces la vacunación entre la población de 70 a 79 años.

Con estos datos y dependiendo de la llegada de las vacunas «en suficiente cantidad», entre la que se encuentra Jansen como cuarta vacuna a partir del mes de abril, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, no descarta alcanzar el 70 por ciento de la población cántabra vacunada en verano.

Rodríguez ha señalado que este es un «ensayo» que tiene el objetivo de «ver cómo funciona el dispositivo» para poder aumentar las filas de vacunación «en el momento que sea necesario» y vacunar a más gente.

En este sentido, Rodríguez ha afirmado que tienen «buscadas» en todas las áreas sanitarias instalaciones de este tipo para, en el caso de necesitarlo, poder hacer este tipo de vacunación masiva.

«Si el ritmo de vacunas llega, el objetivo es no tener vacunas en la nevera y que todo lo que llegue lo podamos aplicar», ha añadido, insistiendo en que »si fuera necesario hacerlo en más áreas lo haríamos«. Además, el consejero ha destacado la disposición del Ayuntamiento de Santander a la hora de ceder este espacio para realizar la vacunación masiva.

Por su parte, la alcaldesa mostró su disposición para ceder a la Consejería de Sanidad, como en el caso del Palacio de Exposiciones, cualquier instalación de Santander, así como un laboratorio de El Alisal.

Igual valoró que la vacunación es una «urgencia» y una «necesidad», y ha pedido que los santanderinos estén vacunados «cuanto antes».

Para mantener la seguridad del proceso, el subdirector del SCS recuerda la necesidad de no adelantarse en exceso a la hora de la cita y mantener las medidas de prevención básicas. «Que no se vaya con demasiada premura para evitar aglomeraciones».

En cualquier caso, en la web del SCS se pueden consultar las consideraciones a seguir el día de la vacuna: puntualidad (tratar de no llegar ni antes ni después); vestir ropa cómoda que facilite el pinchazo en el brazo; o consultar las dudas previas con el profesional médico de referencia.

Estos días de vacunación en el Palacio de Congresos van a funcionar como un gran ensayo para comprobar que esta «capa» funciona, que es efectiva. Es decir, que más allá de los centros de salud, que son los puntos donde tradicionalmente se inmuniza a la población, más allá de los hospitales, también integrados en esta estrategia autonómica, que más allá de estas dos capas, los espacios externos o sin vinculación directa con el SCS puedan convertirse en puntos estables (y simultáneos) de vacunación. Además, al poder dar respuesta a más personas en menos tiempo, el ritmo se incrementaría.

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