Valdecilla abrirá una unidad de corta estancia en Urgencias y reforzará la hospitalización en casa

Tras su recorrido por unas instalaciones que nunca cierran y que con frecuencia soportan situaciones de saturación, Real explicó las medidas introducidas para afrontar la 'operación verano', ya adelantadas por este periódico el 1 de julio. Una estrategia que consistía ya no solo en reducir la actividad quirúrgica programada para garantizar la disponibilidad de camas durante el periodo estival –una práctica habitual, coincidiendo con el periodo de vacaciones de buena parte de la plantilla–, sino que conllevaba varios cambios de calado dentro del propio servicio de Urgencias.

Así, tal y como recordó la consejera, se ha creado una unidad de atención rápida, dotada de dos consultas de alta resolución destinadas especialmente a pacientes con patología banal, que es la que más crece durante el verano (traumatismos leves, quemaduras solares, problemas oculares por la arena de la playa, intoxicaciones...). «Este tipo de cuadros, subsidiarios de atenderse en los centros de salud, representan hasta un 40% de las urgencias hospitalarias», apuntó el subdirector médico Gonzalo Pérez Rojí, que junto al gerente, Julio Pascual, y al resto de la directiva del centro, acompañó a la consejera durante la visita guiada por el jefe de Urgencias, Samuel Gómez. Durante ese recorrido, el médico responsable del servicio, acompañado por parte de su equipo, informó también de la apertura por las tardes (franja horaria de mayor demanda) de una sala de refuerzo con seis puestos (sillones), un espacio donde acomodar a pacientes pendientes de resultados de pruebas o analíticas. «Este recurso ha permitido ver entre 20 y 25 pacientes todos los días, de aquellos que más esperas tienen por delante precisamente por no ser casos graves», añadió Pérez Rojí. En los momentos de mayor presión asistencial el servicio también ha acondicionado una nueva línea de boxes asistenciales, con seis puestos, que «ha contribuido a descongestionar mucho».

En este sentido, el director médico de Valdecilla, Trino Pina, señaló que «a diferencia de otros veranos, que empezaba a llegar la afluencia de urgencias a partir de las siete de la tarde, este año hemos notado que nos viene el mayor número cerca de las diez de la noche», obligando con ello a ampliar los horarios de atención de los nuevos recursos hasta la madrugada. Los médicos coincidieron en que «está siendo un verano muy similar en número y en tipo de patología», sin incidencias especiales. Ni brotes de gastroenteritis, ni más picaduras de avispa de lo normal, ni intoxicaciones graves por monóxido de carbono... Aunque eso no quita para que haya tardes en los que se acumulan las camillas por los pasillos como consecuencia del efecto embudo.

Pérez Rojí reconoció que «sí ha habido días con una incidencia importante. Eso significa que si durante horas te entra un paciente por minuto, por mucho refuerzo que pongas, es muy difícil de filtrar. En esas ocasiones sí que se dan problemas de pequeño colapso, pero lo importante no es que la gente tenga que esperar cuatro o cinco horas, sino que el que no puede esperar ni quince minutos no espere, y eso está garantizado». En cualquier caso, el subdirector aseguró que «entre las nuevas áreas habilitadas, esto es, las dos consultas externas, el espacio de sillones y los seis boxes disponibles en la sala vigilada (un colchón para momentos de alta presión asistencial), vienen a quitar unas tres horas de cola». Junto a todo ello, las Urgencias de Valdecilla disponen por primera vez de una unidad de aislamiento para casos sospechosos de infección por patógenos de nivel 4, como puede ser el ébola o la fiebre hemorrágica. «Aunque contamos con la unidad de Liencres, esta nueva sala, dentro del propio servicio de Urgencias, con acceso inmediato y doble esclusa, nos permite ofrecer una atención mucho más rápida y totalmente controlada», apuntó el gerente.

La consejera aprovechó el tour por Urgencias para agradecer a todo el personal el «esfuerzo» y su implicación a la hora de poner en marcha todas estas medidas enfocadas a reducir las demoras, un problema de «difícil solución cuando se concentra un gran número de pacientes en un espacio corto de tiempo», reconoció Real, que confió en que con estas actuaciones y el refuerzo de personal –«Se han aumentado las guardias de Medicina Interna para agilizar ingresos y altas tanto los fines de semana como festivos»– se contribuya a que «la espera sea la menor posible».

El plan de mejora de Urgencias se completará «entre octubre y noviembre» con la entrada en funcionamiento de una nueva unidad de corta estancia. «De las 22 camas del área de observación se habilitarán ocho para acoger a pacientes con cuadros clínicos que se pueden solucionar en 24-48 horas, evitando así el ingreso en planta. Para ello, se están diseñando ya los protocolos con los diferentes servicios para determinar los criterios de ingreso y los tratamientos, de tal forma que se puedan dar altas rápidas y, en aquellos casos que lo precisen, ofrecer continuidad en la asistencia a través de la hospitalización domiciliaria, que desde octubre contará con un equipo más (un médico y tres enfermeras)».