Valdecilla concentrará todos los ingresos covid que precisen UCI

También en marzo la estrategia inicial fue derivar a Valdecilla los enfermos más graves, hasta que la demanda se disparó y Sierrallana tuvo que adaptar su Unidad de Reanimación y Cuidados Especiales (URCE) para asumir a sus propios pacientes, casi triplicando su capacidad habitual –pasó de 6 a 16 puestos–. Pero al hacerlo, el hospital de Torrelavega tuvo que suspender su actividad quirúrgica y derivar las intervenciones de urgencia a la Clínica Mompía. «Se trata de evitar que eso vuelva a ocurrir», declara la gerente del SCS, Celia Gómez, porque el reto de la red sanitaria es afrontar las oleadas de covid tratando de mantener al máximo el resto de la actividad asistencial.

Caso distinto es el del Hospital de Laredo, que no dispone de UCI, por lo que todos los pacientes de gravedad de su zona básica son derivados a Santander. Desde Valdecilla, el gerente Rafael Tejido, garantiza que «ahora tenemos capacidad para asumir los pacientes de UCI de los hospitales comarcales. Parece que estamos en una onda epidémica diferente, más lenta, con menos pendiente, que nos permite ir adaptándonos y sin tener saturación».

No obstante, dentro de los planes de futuro se enmarcan las obras de acondicionamiento de un segundo pabellón (en este caso el 17), que acogerá una unidad de cuidados intermedios, dotada con los recursos necesarios para reconvertir sus 20 camas en puestos de Cuidados Intensivos en caso de que fuera preciso. Hasta la fecha, con los recursos dispuestos «tenemos suficiente», añade Tejido. De las 68 camas disponibles en Valdecilla de Cuidados Intensivos, sólo un 10% están ocupadas por pacientes covid, por debajo de la media nacional (16%) y muy lejos de la crítica situación de Madrid, que ya tiene más ingresos en UCI que cuando se decretó el estado de alarma (un 36%), o de La Rioja (56%) y Aragón (32%), que son las comunidades que soportan la mayor presión, según los datos facilitados esta semana por el Ministerio de Sanidad.