Valdecilla prueba el primer exoesqueleto infantil del mundo

Una de ellas es Lucía, una niña a la que en noviembre le diagnosticaron una encefalomielitis herpética, una enfermedad que le ha dejado sin movilidad de pecho para abajo, lo que le obliga a desplazarse en silla de ruedas: «A Lucía le encantó la experiencia. Por primera vez después de ocho meses, cuando despertó del coma, pudo moverse por el entorno, me la imagino en un futuro en casa caminando con él y me emociono», cuenta su madre, Lucía Santamaría, quien recuerda que su hija debe trasladarse hasta Toledo para utilizar el sistema Lokomat -el dispositivo de marcha robotizado más conocido de un amplio catálogo-, ya que ningún centro en Cantabria cuenta con este tipo de tecnología.

«Para recuperar una función tras una patología neurológica , hay que realizar muchas repeticiones de cada movimiento para integrarlo y crear nuevas conexiones neuronales y, si queremos alcanzar la máxima eficacia, tendríamos que incorporar esta tecnología», explica Luisa Collado, fisioterapeuta infantil en Valdecilla. Estos dispositivos permiten iniciar los programas de marcha de forma temprana para mejorar la fuerza, la resistencia y el equilibrio, además de retrasar las complicaciones de la enfermedad, pero su elevado precio todavía limita su incorporación.

La jefa del servicio de rehabilitación de Valdecilla, Lourdes López de Munaín, asegura que el hospital se encuentra «probando, visitando y recabando información» para seleccionar el dispositivo que permita la recuperación del mayor número de pacientes y señala que el centro estaría «encantado» de colaborar en los estudios de eficacia del nuevo exoesqueleto pediátrico, que ya cuenta con la autorización de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

La creadora del Atlas 2030, Elena García Armada, destaca que «lo importante es que el trabajo se transfiera a la sociedad y que los pacientes mejoren su calidad de vida». Además, hace un llamamiento para «eliminar las barreras burocráticas», ya que este proyecto ha tardado ocho años en hacerse realidad: «Esto no puede pasar, llegamos tarde», lamenta.