Valdecilla vuelve a activar su protocolo contra el coronavirus con cuatro nuevos casos sospechosos

Con estos nuevos casos en estudio, Cantabria suma ya once enfermos sospechosos de haber contraído el virus, una cifra que inevitablemente seguirá aumentando en los próximos días y que probablemente preceda a la confirmación de algún contagio, algo a lo que ya se han resignado los responsables sanitarios.

Tanto desde el hospital Valdecilla como desde la Consejería de Sanidad se insiste en que están preparados para hacer frente a la enfermedad y atender los casos que lleguen, recordando que, en la mayor parte de ellos, el coronavirus se presenta con síntomas leves. Mientras, siguen atentos la evolución y expansión del Covid-19 en todo el país.

No obstante, la alerta por el coronavirus está originando algunas protestas entre los profesionales. El Sindicato Médico se hizo eco ayer de las quejas de los equipos de Atención Primaria por el protocolo de actuación ante la sospecha de coronavirus remitido desde la Gerencia. «Si el paciente llama (bien al 061 o a su centro de salud) y cumple criterios, se indica que un profesional sanitario tiene que acudir al domicilio a tomar las muestras en una ambulancia. Sin duda, estamos ante la mejor forma de difundir el virus, en caso de que llegue», critica la organización sindical, más partidaria de que «se creen equipos específicos para realizar esa recogida de muestras, y no hacer que el médico abandone su consulta, con la consiguiente acumulación de pacientes, y encima se le exponga de esa manera, cuando después va a estar en contacto con otros pacientes».

El protocolo establece que antes de entrar al domicilio se coloque el equipo de protección individual (bata resistente a líquidos, mascarilla, protección ocular antisalpicaduras y guantes) y se retire al salir, pasos siempre precedidos de la adecuada higiene de manos.

Pero las críticas del Sindicato Médico no quedan ahí, sino que cuestiona «qué pasa cuando es el paciente el que acude directamente al centro de salud, puesto que las instrucciones pasan por proporcionarle una mascarilla y dirigirle a una zona designada para su atención, que en los centros más pequeños no siempre hay. Y después, ¿sigues pasando consulta? ¿Y si ha estado en la sala de espera». A su juicio, «otras comunidades han optado por sacar a los pacientes sospechosos del circuito habitual. Sin duda, hay que definirlo mejor».

Por otro lado, la Consejería de Educación, Formación Profesional y Turismo envió ayer un comunicado a los directores de los centros educativos de Cantabria en el que trasladó la recomendación del Ministerio de Sanidad de no viajar a las zonas afectadas por coronavirus.

En la carta, firmada por la titular del área, Marina Lombó, se envía un «mensaje de tranquilidad y confianza en las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias», y se recomienda seguir la evolución de la situación epidemiológica siempre por canales oficiales.

Además, y «siguiendo la recomendación efectuada por el Ministerio de Sanidad», la Consejería aconseja a los centros que tengan viajes programados a las regiones italianas de Lombardía, Véneto, Piamonte y Emilia-Romana para las próximas fechas «que los suspendan».

La Consejería de Educación ha habilitado en la web de Educantabria (https://www.educantabria.es) un espacio con información específica del coronavirus, que se irá actualizando periódicamente, según indicó el Ejecutivo regional.

Claro que, de momento, los seguros no consideran el riesgo ni el miedo como un motivo de fuerza mayor y en caso de cancelación no asumen los costes, como apuntó recientemente en El Diario Montañés el responsable de una agencia de viajes de Santander. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó ayer el riesgo de expansión global del coronavirus causante del Covid-19 de «alto» a «muy alto», esta declaración no parece tener hasta la fecha otro tipo de consecuencias legales.

La opinión de Enrique Solís, abogado de la Unión de Consumidores de Cantabria, es totalmente distinta, pues sí opina que puede considerarse causa mayor el riesgo de contagiarse de la enfermedad y el propio miedo a padecerla por viajar a algún destino en el que se hayan detectado casos.

«Esto es un asunto de fuerza mayor, y cuando alguien decide suspender un viaje por esta causa hay que entender que se trata de un contrato perjudicado por una causa mayor», explicó.

Dijo también que cuando se contrata un viaje, se suele contratar también un seguro, por lo que es conveniente en primer lugar comprobar qué tipo de cobertura contempla.

«Es cierto que actualmente lo que tenemos son noticias sobre la enfermedad, pero no se han declarado los estados de epidemia o de pandemia: lo que hay es miedo. Se puede acudir a la agencia de viajes alegando fuerza mayor para la anulación. Es posible que esto dé origen a algún tipo de conflicto en algunos casos, aunque creo que las agencias tendrán voluntad de solucionarlo por no perder clientes o por una simple cuestión estética».