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La tensión social en las calles ha ido a menos en los últimos días, pero Vox Cantabria arrastra todavía la euforia por el éxito de las movilizaciones que han tenido lugar en Santander para protestar contra la política de pactos del PSOE con los ... independentistas que han propiciado la investidura de Pedro Sánchez. Pese a que muchas de las manifestaciones organizadas frente a las sedes socialistas de todo el país no han sido promovidas oficialmente por el partido de Santiago Abascal, después del retroceso electoral sufrido en las elecciones generales ha sido Vox quien se ha sumado con más entusiasmo a estas protestas para recuperar protagonismo y las ha utilizado para elevar la moral de los suyos. Protestas que en la región tuvieron -al menos en los primeros momentos- uno de los seguimientos más relevantes del país y que ayer, durante la cena de Navidad de la formación, volvieron a estar muy presentes en el discurso de su líder regional, el también diputado en el Congreso Emilio del Valle.
«España se enfrenta de nuevo a un golpe al Estado de derecho, un nuevo intento de ruptura de la unidad nacional y del orden constitucional. Pero en esta ocasión la situación es de máxima gravedad, puesto que el golpe está siendo impulsado desde la Presidencia del Gobierno», apuntó Del Valle desde el restaurante La Taberna del Herrero, donde se reunieron 200 afiliados y simpatizantes a los que el también concejal en el Ayuntamiento de Santander animó a «seguir luchando por España». En una intervención centrada en los asuntos nacionales -habló de la ley de amnistía y sus consecuencias, pero también del «eventual referéndum ilegal en Cataluña»- y con escasas alusiones a lo regional, Del Valle subrayó «las amenazas graves a la libertad de las personas, al bienestar de las familias y a la soberanía nacional» que, a su juicio, proceden de La Moncloa.
Frente a todo lo anterior, en Vox están convencidos de que el único partido que puede dar una respuesta a las políticas de Sánchez son ellos. Y para ello, Del Valle pidió a los suyos «más apoyo que nunca, unir fuerzas y cerrar filas». Una idea que le sirvió al diputado para lanzar algunos poco sutiles sobre los asuntos internos de la formación en Cantabria, que en solo un año ha cambiado de líder -tras la salida sorpresiva de Ricardo Garrudo- y ha sufrido la dimisión de la mitad de su cúpula antes de las elecciones autonómicas y municipales. «En nuestro movimiento, a diferencia de lo que ocurre en otros partidos, sobran todos aquellos que solo buscan satisfacer sus egos personales y que actúan al margen de la organización, como si fueran versos sueltos. Aquí estamos para desarrollar un proyecto común, no para satisfacer deseos individuales», afirmó con tanta serenidad como contundencia ante un auditorio con dos ausencias con mensaje, las de los diputados Cristóbal Palacio y Armando Blanco.
Pese a los conflictos orgánicos, lo cierto es que el 2023 que ahora termina ha sido positivo para Vox Cantabria en términos electorales. «Muy positivo», remarcó Del Valle, que recordó que en las municipales el partido ha pasado de tres concejales en 2019 a 26 -ellos sí estuvieron todos, con Laura Velasco y Roberto García, portavoces en Santander y Torrelavega a la cabeza-, más cuatro alcaldes pedáneos, se ha convertido en la tercera fuerza en Santander por delante del PRC y en las autonómicas creció de dos a cuatro diputados regionales, además de mantener el 23J al representante en el Congreso.
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