«No vaya a ser que toque y yo no lo tenga»

«Son muchos los compradores de última hora que lo han ido dejando y vienen estos días buscando un número concreto. No son compradores habituales, sino por pura tradición y costumbre de Navidad. Sobre todo vienen buscando números impares: 3, 5, 9, 13...», señala Rebeca Fernández, propietaria de la administración número 7 de la capital, conocida por el nombre de Doña Elvira, frente a las estaciones ferroviarias.

En este punto han registrado este año «la mejor campaña en ventas, más que el año pasado. El turismo estival, que cada año aumenta en Santander, nos beneficia también a nosotros».

Cerca de allí, un comprador salía de la administración 6 de la calle Burgos con una gran sonrisa: «Soy de Gran Canaria y he venido de turismo a pasar unos bonitos días en Cantabria. En la televisión del hotel he visto este número terminado en 89 y, si te digo la verdad, he tenido un impulso de salir corriendo a buscarlo», indicaba Antonio Montes. «Felices Fiestas a todos», añadía antes de continuar su camino por el centro de la ciudad.

Otro de los compradores que ayer hacía la cola para adquirir nuevos décimos confesaba que lleva gastados 1.000 euros en boletos para el sorteo extraordinario de Navidad: «Todos los años empiezo a comprar décimos en julio, coincidiendo con el día de mi cumpleaños, y en cada ciudad por la que paso, compro un décimo. Ahora ya tengo de Santander».

La venta de Lotería no para hasta que prácticamente empieza el sorteo. «El 21 por la noche siempre viene gente con una lista de números justo antes de cerrar. Ese día bajas la persiana del local y siempre hay alguien fuera que toca la verja para que le abras. Una vez había un señor que nos pedía que abriéramos, que venía desde Reinosa para comprar cuando ya habíamos cerrado».

Y luego están los supersticiosos: «Siempre hay alguno que espera a que esté casi cerrando para comprar el último décimo. Creen que eso les trae suerte. También los despistados que vienen el día 21, pero no se dan cuenta de que tenemos que dar de baja todos los números para que se pueda hacer el sorteo al día siguiente», ejemplifica Juan Herrero Cobo, de la administración número 9.