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Daniel Martínez
SANTANDER.
Viernes, 8 de noviembre 2019, 07:13
A lo largo de la semana la Delegación del Gobierno en Cantabria ha distribuido por toda la región 1.825 urnas, 741 cabinas, 851.000 ... sobres y hasta 5.628.000 papeletas con las candidaturas que concurren a los comicios generales de este domingo. La logística está preparada y también los medios técnicos y humanos para que todos los cántabros, con independencia de dónde residan, puedan ejercer en plena libertad su derecho al voto. Pero como en muchos de los pequeños actos del día a día, algunos vecinos de las zonas rurales tendrán que hacer un esfuerzo un poco mayor que el resto de sus paisanos antes de escoger la papeleta, porque siete de cada diez pueblos de la comunidad autónoma no contarán este 10-N con una mesa electoral. Es decir, que en 699 de los 949 entornos poblados -hay que sumar algunos barrios o núcleos dispersos- que contabiliza el INE no habrá un centro de votación y sus habitantes tendrán que desplazarse a otro lugar, siempre dentro del propio municipio.
En cifras relativas, los 'afectados' son un porcentaje muy limitado de los 501.672 cántabros que conforman el censo -que crece en 268 personas respecto al de las elecciones del mes de abril-. En concreto, los que viven en los pueblos más pequeños. El motivo es evidente: desde el punto de vista económico, pero también por un sentido práctico, sería inviable poner una urna en una localidad de unas pocas decenas de vecinos. El caso paradigmático, como casi siempre que se habla de asuntos relacionados con la despoblación o la ruralidad, es Valderredible.
501.672 cántabros están llamados a las urnas este domingo. Son 268 personas más que el 28-A.
672.034 euros euros costará el dispositivo electoral, entre medios humanos y materiales.
8.294 personas habrá en el operativo entre Administración, titulares y suplentes de mesa y agentes.
2.560 jóvenes cántabros que acaban de cumplir 18 años podrán votar por primera vez en unas generales.
1.825 urnas y 741 cabinas se han repartido entre los 355 locales electorales de Cantabria.
Por orden alfabético, desde Allen del Hoyo (11 habitantes) hasta Villota de Elines (14) hay hasta 53 pedanías. En cambio, los mayores de 18 años de ese municipio que quieran optar por alguna de las 13 candidaturas al Congreso de los Diputados y al Senado que concurren a los comicios tendrán que pasar por uno de los tres únicos centro de votación establecidos para la ocasión: uno en Polientes, otro en Ruerrero y el último en Villanueva de la Nía.
El efecto de la abstención
Más ejemplos. En Camaleño, con 946 censados y 33 núcleos urbanos -sólo dos con más de un centenar de personas-, habrá urnas únicamente en su edificio de servicios múltiples y en la escuela de Areños. Los que no residan allí tendrán que coger el coche o caminar -bajo la lluvia, si se cumplen las previsiones- para ejercer su derecho. «A veces hay pequeños enfados por parte del elector porque le habría gustado que fuera en su pueblo y no en el de al lado, pero son desplazamientos cortos y no debería ser motivo para que la gente se quede en casa», explicaba ayer el delegado del Gobierno en Cantabria, Eduardo Echevarría, que insistía en que su reducido tamaño no permite otra posibilidad.
Además de municipios con un único núcleo, como Tresviso, también otros 46 tienen sólo una mesa para todos sus pueblos. Ampuero, Anievas, Argoños, Arredondo, Cabezón de Liébana... Y en el lado contrario, también hay algunos municipios que tienen al menos un colegio electoral por cada localidad. Es el caso de Camargo o de Piélagos, cuyas entidades menores son relativamente grandes. Lo suficiente como para agrupar a todos los votantes en un colegio.
El representante del Estado en la comunidad autónoma señalaba que, frente a las 823 mesas electorales que hubo en las dos últimas citas electorales, esta vez serán 741. Esto explica que también en la capital cántabra algunos santanderinos, como los de varios portales de la calle Numancia, entre otros, han visto cómo les han cambiado de local electoral al recibir su tarjeta censal.
La fiesta de la democracia requerirá de un gran despliegue humano, de casi 8.300 personas entre personal de la Administración y de la delegación del Gobierno (459), titulares de mesa (2.223), suplentes (4.446) y efectivos de las fuerzas de seguridad (777 de la Guardia Civil, 249 de la Policía Nacional y 140 de los cuerpos locales). Aunque se ha logrado ahorrar costes respecto a la anterior cita con las urnas, el presupuesto total en Cantabria será de 672.000 euros, con el que se sufragan gastos de profesionales, miembros de mesa, papeletas y logística.
Otro de los muchos datos que dio a conocer ayer Echevarría es el del voto por correo, que cae respecto a abril un 15,8%. Para el delegado del Gobierno, esto no tiene por qué avanzar un incremento de la abstención el domingo, y alega que se puede achacar a muchas razones. Por ejemplo, a la menor movilidad de los ciudadanos durante estas fechas. En cualquier caso, anima a los cantabros a participar masivamente.
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