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A las 12.00 horas del sábado estaba previsto que los alumnos del instituto Torres Quevedo de Santander regresaran a la capital cántabra desde Londres. ... Se fueron por un viaje de estudios, acompañados por dos profesores, pero el final de este periplo no era el que esperaban. Tras perder el avión por un «error ajeno a los niños», los veintisiete alumnos de 13 años llevaban este sábado más de ocho horas «atrapados» sin saber cómo regresar ni tampoco dónde pasarán la noche. Algunos padres, «muy molestos» por el trato que han recibido sus hijos, denuncian que la agencia que ha organizado esta inmersión lingüística propone que vuelvan en autobús hasta Santander en un trayecto que dura tres días. «No hay derecho. También nos dicen que pueden volver el martes 18 en avión hasta Bilbao, pero debemos pagar las tres noches de hotel y los vuelos, cuando en su día ya abonamos el coste de todo el viaje y un seguro. Se debería hacer cargo la organización». Finalmente, a última hora del día, supieron que no tendrían que pasar la noche en el aeropuerto de Stansted ya que lo hicieron en un hotel y que el regreso a casa será el martes en avión.
Estos mismos padres cuentan que ayer no consiguieron ponerse en contacto con la dirección del centro. Esto, a pesar de que en un mensaje que envió la agencia a las familias, se puede leer que desde el instituto están de acuerdo en pagar las noches de hotel y los billetes. «Por el bienestar de los menores, Stand Up Education -la agencia- va a efectuar el pago por adelantado. Estamos en contacto permanente con los profesores que acompañan al grupo, gestionando el regreso a España». Sin embargo, lo que cuentan las familias es que sus hijos han pasado todo el sábado en el aeropuerto sin noticias. Según ha podido saber este periódico, el consejero de Educación, Sergio Silva, estuvo en contacto con los padres y madres del centro para solucionar su situación.
Según el testimonio de los afectados, acudieron al aeropuerto y fueron a facturar las maletas. «Ellos llegaron a tiempo. Dos horas y media antes. Estaban haciendo la cola para facturar la maleta y en un momento dado se paralizaron todas las cintas de facturación. Por eso, les cambiaron de fila a la de equipajes más voluminosos. Una vez el personal de Ryanair se da cuenta de que la situación se ha ido de las manos, por el caos generado, les dicen que les iban a dar prioridad en otra fila. Finalmente no se les dio no saben por qué y tuvieron que esperar en medio de ese jaleo de gente. Cuando llegaron a la puerta de embarque, que estaba muy lejos de la facturación, el avión se acababa de marchar».
«Estamos hablando de un grupo de chavales. Se supone que es una agencia con experiencia en este tipo de viajes y no les han ofrecido ni comida ni bebida», añaden las familias. Los alumnos del instituto han vivido durante seis días con familias nativas para aprender inglés.
Por su parte, el instituto emitió un comunicado en Instagram en el que se puede ver una imagen de todo el grupo que viajó hasta Londres: «Ante la alarma generada por la publicación en prensa queremos trasladar calma. El alumnado se encuentra bien, realojado y descansando en un hotel, con un vuelo de vuelta para el martes. Un largo día en el colapsado aeropuerto. Gracias a los profes, acompañantes y a la agencia por todas las gestiones. También agradecemos el apoyo de nuestro consejero, pendiente y colaborando para encontrar la solución más adecuada».
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Ana del Castillo
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