Los vendedores de plantas están cansados de que los ayuntamientos las regalen a los vecinos

Los vendedores de plantas de huerta están cansados de esa tendencia de los ayuntamientos de regalar plantas a los vecinos. Para la Asociación de Empresarios de Nutrición Animal y del Comercio de Productos Agrarios (Asena), que «rechaza rotundamente» esa costumbre, se trata de «competencia desleal» porque son productos que se comercializan en establecimientos del sector.

Asena aglutina a medio centenar de establecimientos que venden plantas para huerta y otros artículos y advierte que esta «política del regalo» por parte de los ayuntamientos está «perjudicando» a su actividad, «ya de por sí bastante maltrecha por la situación de crisis general del comercio local».

El colectivo está «a favor» de fomentar los huertos familiares «pero con medidas distintas» que no perjudiquen a los establecimientos del sector. Así, ve más conveniente la entrega de bonos o cheques para consumir en los establecimientos de cada municipio. «Nosotros reclamamos a los ayuntamientos que avancen en este tipo de prácticas para estimular el consumo en los castigados comercios locales y que abandonen la vía del regalo y la foto fácil», ha explicado Asena este lunes en un comunicado.

La XXIX edición de la iniciativa medioambiental del Ayuntamiento de Camargo repartirá este año 8.294 árboles entre los vecinos, más del doble que los 3.271 de 2020 o los 2.871 de 2019. Flores, árboles frutales, plantas aromáticas… El 12 de febrero se entregaron árboles y el 30 de abril, flores y plantas. También el Ayuntamiento de Villaescusa regala este año a sus vecinos un lote de 4 flores de temporada -petunias y alegrías-, tal y como aparece en la página muncipal.

El último ayuntamiento en unirse a este tipo de prácticas ha sido el de Polanco, que ha anunciado el reparto gratuito de 4.500 plantas de cebollas y ha comunicado su intención de regalar en los próximos meses plantas de tomate, lechugas y pimientos con el fin de estimular la instalación de huertos en el vecindario.

En realidad, esta costumbre de regalar árboles, flores y plantas la tienen la mayoría de ayuntamientos. Lo han hecho en Santander, en Liébana, en San Vicente de la Barquera, en Cabezón de la Sal, en Campoo de Enmedio y así una larga lista de consistorios.

«Asena aprueba y apoya la implicación de los ayuntamientos en el fomento de la actividad agraria, pero rechaza rotundamente el regalo de productos que están a la venta en los comercios de la comarca porque es de sentido común el perjuicio económico que generan estas prácticas a los autónomos y empresas», ha indicado.

El colectivo ha recordado que los establecimientos del sector pagan impuestos, dan trabajo y «arriesgan» sus recursos en comprar productos. «Luego nos encontramos que algunos ayuntamientos los regalan. Es realmente desagradable porque, a parte de los perjuicios económicos que genera, nos encontramos en una situación de indefensión ante las poderosas corporaciones locales», ha censurado.

Asena considera que esta «política del regalo» supone «un acto de competencia desleal» y es «un acto impropio» de una Corporación pública, «cuya misión es promover las prácticas compatibles con la protección del medio ambiente, el consumo sano y responsable de alimentos, pero no el de ir regalando productos que están a la venta en los comercios de la zona».