«Lo venden como una gran familia, pero el partido aquí está roto»

«Me marcho por las desavenencias internas que hay en el partido. Está desfragmentado, roto, no hay unión aunque lo vendan como una gran familia», explica Muñoz. Una «desafección» que ya fue denunciada por el ala crítica de Vox, comandada por los diputados Cristóbal Palacio y Armando Blanco y por históricos dirigentes apartados.

Muñoz, que sí continuará como coordinadora de la plataforma antiokupas en Meruelo, desmiente a Del Valle y niega que su marcha se deba a los resultados electorales en las municipales: «Si fuera por ambición, hace tiempo me hubiera ido. Claro que estoy desmotivada, pero por la mala gestión que existe en el partido. Fue frustrante ver cómo en la campaña se cometieron los mismos errores que en las anteriores elecciones. Si logramos votos fue gracias al esfuerzo titánico del equipo de Meruelo, no porque la dirección de Cantabria nos apoyara».

Muñoz asegura que ya en verano avisó de su malestar a Del Valle, pero «no hicieron nada». «Con la anterior Ejecutiva estaba bastante mejor el partido», destaca.