Manuel García
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Manuel García
El 2 de agosto de 2024, cinco días después de celebrarse las elecciones presidenciales, el venezolano Manuel García, diputado del Estado de Aragua y miembro de la dirección de campaña de María Corina Machado, opositora al régimen chavista, cogió una bolsa, metió dos zapatos, unas ... chanclas, siete mudas, 300 dólares y un teléfono móvil recubierto con aislante de señal y, siguiendo un consejo amigo, abandonó su país por una 'trocha' -que es como vulgarmente se conocen los pasos fronterizos controlados por las mafias por los que miles de venezolanos huyen del régimen de Nicolás Maduro- y se vino directamente a España. A Santander, por concretar más, donde el político sudamericano, un abogado de 31 años de edad que está acusado de terrorismo, protagonizará el lunes un acto organizado por el PP de Cantabria en el que también participará el senador Íñigo Fernández.
-La jornada se ha bautizado como 'Venezuela y libertad'. ¿Eso no es una contradicción?
-Es el objetivo que estamos buscando, que Venezuela sea libre. Evidentemente ahora no lo es, porque, de serlo, ni sus dirigentes políticos ni sus ciudadanos estarían regados por el mundo saliendo por 'trochas' de su país. Al final, creo que el sueño que mueve a cualquier venezolano es volver a su tierra y poder realizarse dentro de su país.
-Su aportación a este acto también tiene nombre y apellido: 'Los derechos humanos en Venezuela: la calle y la cárcel'.
-Así es, sí.
-¿Cómo es esa calle?
-Es el lugar donde estamos peleando por nuestros derechos, algo que está costando muertos, perseguidos, exiliados, torturados... Es el foco permanente de los ciudadanos venezolanos, el único cuaderno que tenemos ahora mismo para escribir sobre la situación que vivimos.
-¿Y la cárcel?
-Es la consecuencia de la calle. Venezuela ya es una dictadura, un paraestado llevado por un grupo de narcotraficantes como así se ha demostrado ya.
-Usted ya la conoce.
-Tres veces he estado detenido. Aunque, gracias a Dios, ninguna por mucho tiempo.
-¿Cree que Europa y España han reconocido a Edmundo González como presidente electo con la suficiente claridad?
-Creo que en España hay un sector político que ha marcado diáfanamente su creencia en la democracia y otro que ha sido muy diplomático y al que le hace falta sincerarse.
-¿Se refiere a Pedro Sánchez?
-Sí. Como jefe del Gobierno español debería tomar una posición más clara.
-¿Le resulta doloroso o le causa indiferencia la posición de determinados políticos ante lo que está sucediendo allí?
-Ni me duele ni me deja indiferente. Me preocupa. Sí. Me preocupa el mensaje que están dejando esos actores políticos a las nuevas generaciones.
-¿Que es cuál?
-Que con el crimen se negocia, que con el crimen hay que sentarse a una mesa para dialogar, que a los criminales hay que otorgarles concesiones en lugar de combatirlos.
-Ya.
-Es que en lo que respecta a Venezuela ya no se trata de que tiene que producirse una negociación política porque hay un régimen muy fuerte que no permite expresarse a la ciudadanía. No. En mi país la situación ya es otra. Estamos hablando de un Estado que ha sido tomado por un grupo de narcotraficantes abanderado por Nicolás Maduro que tiene que ser depuesto como sea. O se entregan o tienen que ser neutralizados.
-¿Qué impacto tendrá en su país la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca?
-Creo que Estados Unidos entiende el peligro que esta Venezuela representa hoy para la región. Y estoy convencido de que Trump sabe perfectamente a lo que se está enfrentando.
-Casi 8 millones de venezolanos han huido ya de su país, otros 1,2 millones son solicitantes de asilo, 347.000 más están reconocidos hoy como refugiados, la tasa de pobreza es del 82% y la de pobreza extrema del 53%. Los datos por sí mismos son escalofriantes.
-Bueno... Ese es el verdadero producto de la gestión del chavismo en Venezuela.
-Con cifras como esas, el camino hacia la recuperación parece empinado.
-Yo no lo veo así. Venezuela es un país con potencial suficiente para poder remontar muy rápido. Pero, claro, hay que sacar a esos tipos de allí y, luego, recomponer el Estado.
-En uno de sus largos mítines, Maduro llego a decir una vez: «Con el permiso de ustedes, me voy a quitar el casco. Se me está fundiendo lo poco de cerebro que me queda».
-Jajaja, lo recuerdo, sí.
-¿Nadie mejor que Maduro para definir a Maduro?
-Yo no soy de los que piensa que Maduro es un bruto y un torpe. Un bruto y un torpe jamás se hubiera mantenido en el poder como lo ha hecho él.
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