La venta de leña y pellet en Cantabria se dispara debido a los precios del gas y la electricidad

Con una sociedad con un importante carácter rural marcada por la dispersión geográfica, el caso de Cantabria retrata la evolución general que este mercado está experimentando en España y en general en toda Europa. Tras consultar a algunas de las empresas cántabras de venta de leña y pellets, los datos no dejan lugar a dudas: cada vez más gente demanda este tipo de alternativas energéticas en 2022, lo hacen en mayor cantidad y adelantan las fechas de sus pedidos. Fruto de ello, estas empresas están experimentado incrementos de la demanda que van desde el 20 a casi el 50% interanual, y este año han recibido sus pedidos mucho antes, incluso desde los meses de junio y julio cuando lo habitual era que el pico de demanda tuviera lugar en los de septiembre, octubre y noviembre.

«Ya desde principios de verano se ve que hay mayor demanda y en agosto se notó mucho», explica Ricardo Bocos, responsable de Leñas Bocos, empresa ubicada en Campoo de Yuso. En su caso vende exclusivamente leña porque desde su perspectiva «el pellet deja muy poco margen». Bocos, que es productor de madera, confirma tanto el incremento de la demanda como el cambio en el tradicional calendario de pedidos: «En nuestro caso el crecimiento es de un 20 o 25%», explica. Aunque la mayor parte de la leña que vende la producen en su explotación, también compra parte de ella y certifica que el precio de este producto ha creciendo este año, «algo que tiene que ver tanto con una mayor demanda como con el aumento de los costes de producción y transporte». Gracias a su trayectoria Bocos cuenta ya con una cliente fiel, y reconoce que «tengo toda la leña vendida». Aunque desde hace ocho años vende su leña de haya, roble y encina a algún restaurante y casa rural, la mayoría de sus clientes son particulares: «Los profesionales somos los que ofrecemos una mejor relación calidad/precio y un mejor servicio, lo que hace que la gente vuelva a confiar en ti un año tras otro», reconoce con orgullo. Bocos habla de un «crecimiento exponencial en los últimos años», si bien critica que el de la leña es «un sector de furtivos, porque desde el parado al jubilado, muchos venden leña». Una búsqueda rápida en internet confirma sus palabras, ya que aparecen multitud de anuncios de pequeños vendedores en plataformas como Wallapop o Miulanuncios.

Dentro del sector de la venta de leña, otra de las empresas especializadas en Cantabria es Leñacantabria.com. Su responsable, Carlos Hoz Crespo, confirma el auge del mercado en la comunidad: «Estamos vendiendo más cantidad y desde mucho antes, porque los pedidos han estado llegando ya desde junio», afirma. «Además la gente no solo pide antes, sino que pide más; antes pedían dos metros cúbicos y ahora piden cuatro», señala. Para Hoz, cuya empresa está asentada en Selaya, donde se ubica su aserradero, este auge coincide con la escalada de precios que ha experimentado el gas en los últimos meses, y en su caso, a falta de varios meses para el cierre de ejercicio, estima que «el crecimiento anual puede llegar a ser del 80%». Desde Leñacantabria.com detallan, como en el caso de Leñas Bocos, que la mayoría de sus clientes son particulares, a los que se suman algunos «restaurantes y casas rurales». En cuanto al precio de la leña, también confirma que el precio del producto se ha incrementado –algunos informes del sector en España apuntan a crecimientos de hasta el 25%– , una variación que explica en el «aumento de los costes del combustible, que se emplea tanto para extraer la madera como para su transporte».

Situación similar viven quienes se dedican a la venta de pellets –un combustible de biomasa granulado alargado producido a base de madera– en Cantabria. En el caso de la web Pelletcantabria.com, su responsable, Arturo García Mazorra, apunta a un incremento tanto de la cantidad de pedidos como un adelanto de sus fechas. El dueño de la compañía explica que «el incremento del precio del gas ha hecho que cada vez más gente apueste por fuentes de energía más baratas como el pellet».

Este combustible se utiliza principalmente para calefacción y agua caliente sanitaria, por lo que es una alternativa directa al gas y la electricidad. «Aunque en los últimos años ha aumentado casi un 50%, el precio del pellet sigue siendo la mitad que el del gas, lo que lo convierte en una alternativa muy rentable», detalla García Mazorra. En su caso, además de a clientes particulares, suministra el producto a «residencias, hoteles y comunidades de vecinos». Entre las causas del constante incremento del pellet vuelve a aparecer la guerra de Ucrania: «Algunos países que antes suministraban a Europa, como Rusia o Bielorrusia, ya no lo hacen o han disminuido mucho su aportación, y eso se ha notado en los precios».