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La séptima ola y su creciente incidencia está provocando un repunte en la venta de test de antígenos en las 279 farmacias de la región, un crecimiento que se nota, sobre todo, después de la Semana Santa. «En los cinco días que llevamos de mayo ... hemos vendido ya un tercio de lo que se vendió en todo abril», dice Ana Vallejo, farmacéutica de la calle Alta, en Santander. «La venta de antígenos se ha triplicado respecto a marzo, cuando se había tranquilizado la venta, pero ahora está volviendo. La máxima en abril fue de 35 test y este miércoles hemos vendido 51».
No solo en la venta se evidencia este crecimiento, sino también en las pruebas supervisadas por el farmacéutico, un trámite que se realiza en 159 farmacias de la región. «La compra de test de antígenos se ha disparado, pero también en las pruebas supervisadas que hacemos en las farmacias», dice la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Cantabria, Rita de la Plaza, que aporta datos que evidencian ese aumento de ciudadanos que recurren a los test para saber si son o no positivos. La semana pasada (del 25 de abril al 2 de mayo) se hicieron 600 pruebas en 72 farmacias de la región de las que 323 fueron positivas. Esta cifra supone el doble de pruebas de las que se registraron un mes antes, en Semana Santa (semana del 11 al 17 de abril): entonces se hicieron 304 test supervisados, de los que 111 resultaron positivos. Desde marzo, por tanto, también las pruebas realizadas por los profesionales farmacéuticos se han triplicado, ya que la primera semana de abril las cifras estaban entonces aún en los 209 test.
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«La dispensación de test se ha disparado», confirma desde la farmacia de la calle Marqués de la Hermida, en Santander, Javier Rapado: «Hemos pasado de hacernos los test por responsabilidad cuando íbamos a estar con alguna persona de riesgo o por algún síntoma, a hacer los test otra vez a lo grande, al menos es lo que estoy viendo en mi farmacia», matiza. «Casi todas las personas que vienen a por un test se lo hacen aquí, y de los que realizábamos hace un mes a ahora, esa cifra se habrá multiplicado ya por cinco, aproximadamente».
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Con un precio de 2,94 euros fijados por el Gobierno central para cada test de antígenos, Rapado explica que la prueba se hace al paciente de forma gratuita, «en una zona reservada con un filtro antibacteriano y antiviral». Esa prueba registra el resultado en una aplicación móvil del Servicio Cántabro de Salud llamada 'Cañía', y el paciente recibe un SMS con el resultado de la prueba. Si es positivo, «el paciente entra directamente en el circuito de Atención Primaria», explica Rita de la Plaza: «Somos la única comunidad autónoma que tenemos este sistema, que está funcionando desde enero». Las farmacias que realizan esta prueba, una vez se adquiere el test, cuentan en la puerta con un distintivo de una gran cruz verde en la que se lee 'Aquí, sí'. En este momento, 159 farmacias de Cantabria hacen estas pruebas.
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