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Suena a frase hecha, pero es la realidad: el coche eléctrico no arranca, y sus ventas en Cantabria continúan siendo mínimas en comparación con los vehículos con motor híbrido enchufable, líder en el mercado de turismos y todoterrenos, y con los de gasolina, los ... segundos en los gustos del público.
Los datos de matriculaciones de turismos y todoterrenos en la región del pasado mes de septiembre confirman esta tendencia, con los vehículos híbridos en el puesto de cabeza con 265 unidades vendidas. Los coches con motor de gasolina ocupan el segundo puesto en las preferencias de los compradores, con 228, a mucha distancia del resto de motorizaciones.
42 coches eléctricos
se matricularon en septiembre. Desde enero, se han vendido 248 unidades
La tercera plaza en número de matriculaciones la ocupan los vehículos a gas, con 56 unidades. Aunque las ventas de vehículos eléctricos han experimentado un crecimiento del 133,33% respecto a septiembre del año pasado, los números crudos resultan menos llamativos: han sido 42 vehículos matriculados -frente a los 18 de septiembre de 2023-. Tras ellos, los diésel, en franco retroceso, con 41. En último puesto de esta tabla de ventas se encuentran los híbridos enchufables, de los que solo se despacharon 33 vehículos el mes referido.
El comportamiento del mercado en septiembre responde, sin grandes variaciones, a la tónica de todo el año, y así, en el acumulado desde enero, se reflejan 2.220 híbridos matriculados en Cantabria, con un aumento del 25,07% de ventas respecto a 2023. Los coches de gasolina, pese a que mantienen un considerable volumen de ventas, con 1.936 unidades comercializadas hasta septiembre, caen el 5,65% en comparación con el último periodo del pasado año. La alternativa del gas, pese a mantenerse en cifras modestas -379 coches matriculados entre enero y septiembre-, registra un incremento de ventas del 84,88%. La progresión de operaciones con vehículos eléctricos es mucho menor: con 248 durante 2024, avanzan un 18,10%.
El desplome de ventas de coches diésel resulta muy llamativa, ya que, con 336 matriculaciones en 2024 en la región, se hunde un 33,20% frente al ejercicio anterior. A la cola, los híbridos enchufables, un total de 230 en estos primeros nueve meses del año, superando en un 16,75% las ventas de 2023.
A pesar de que hace ya mucho tiempo que la Unión Europea anunció la futura prohibición de la venta de vehículos con motor de combustión -que en España ya tiene fecha, 2035-, la alternativa del coche eléctrico sigue sin convencer. A pesar del empeño de las administraciones, hay una serie de prejuicios -unos más reales que otros- que están frenando su implantación. Su menor autonomía respecto a un vehículo diésel o de gasolina, los problemas de carga y el elevado precio de estos automóviles despiertan recelos entre el público.
«Creo que el principal problema al que se enfrenta el coche eléctrico es el desconocimiento del cliente», afirma Javier Rodríguez, jefe de ventas de Skoda en el Grupo Hercos. «En muchas ocasiones, el posible comprador no se deja aconsejar y por eso no es consciente del ahorro que puede llegar a tener con un vehículo de estas características, aunque también es cierto que el coche eléctrico no es la panacea ni el coche perfecto para cualquiera».
¿Cuál sería el perfil del usuario ideal del coche eléctrico? «Tiene que disponer de un punto de carga -eso es obligatorio, porque donde se ahorra es cargando en el domicilio- y debe ser alguien que no haga más de 200 kilómetros al día, algo que encaja en el 90% de los conductores. Quien conduzca un coche eléctrico debe asumir que en el momento de hacer viajes tiene que planificar las cargas. Cargar un coche eléctrico en casa, dependiendo del tipo de factura que tenga, puede costar en torno a un euro, suficiente para recorrer unos 300 kilómetros. Hay quien critica que la carga pública es cara, efectivamente, pero es como comer fuera de casa: lo normal es hacerlo en el domicilio. Si se carga en un punto público, el coste equivale al de un coche diésel, pero no debe medirse por ahí la rentabilidad», sostiene Rodríguez.
La Consejería de Fomento del Gobierno de Cantabria está a punto de adjudicar la tercera fase de su plan para dotar a todos los municipios de la región de puntos de recarga para vehículos eléctricos, con vistas al progresivo aumento de su parque. Dos terceras partes de los ayuntamientos cántabros disponen ya de estos sistemas, incluidos aquellos en riesgo de despoblación y con menos de 5.000 vecinos.La tercera fase de este plan, que afecta a una treintena larga de municipios de Cantabria, contempla la instalación en todos ellos de un punto de recarga semi-rápida con capacidad de conexión simultánea de dos vehículos, con una potencia máxima de 22 kilovatios por coche, en una actuación que cuenta con un presupuesto superior al millón de euros.
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