Secciones
Servicios
Destacamos
Aunque lo único que hay contra el subdirector general de Carreteras, Sebastián Martín, es la constancia de que iba a disfrutar de una buena comida en El Celler de Can Roca en compañía, entre otros, del jefe de servicio de Carreteras Autonómicas, el funcionario ... a quien se considera cabecilla de la trama, a Miguel Ángel Revilla le ha parecido bien que José Luis Gochicoa lo haya cesado en una de las últimas decisiones que tomará antes de dejar la Consejería de Obras Públicas.
«Dicen de este hombre que en principio no hay enriquecimiento personal y no hay ninguna investigación contra él –admitió el presidente de Cantabria–, pero, claro, hay un hecho muy poco edificante y que da lugar a que podamos tener una sospecha medianamente fundada, y es que este señor tenía concertada una comida, no en Pico Casares, no en un bar de Entrambasaguas, no: tenía una comida planificada que no se ha podido llevar a efecto, con dos empresarios que son objeto de investigación y con el que está en la cárcel. Nada menos que en Girona, y nada menos que en un restaurant prohibitivo para el 99,9% de los mortales de este país».
«Eso tiene mala pinta –continuó Revilla–, no hay más que eso, pero con esos datos yo creo que ha hecho muy bien el consejero, preventivamente, en destituirle: no es edificante que con unos empresarios y con el presunto corrupto hubiera planificada una comida simplemente para pasar el rato, hablar de fútbol y visitar los monumentos de Girona».
Según explicó, El Celler de Can Roca, el tres estrellas Michelin donde iba a tener lugar el encuentro, «es un restaurante que está solo al alcance de poderosísimos, creo que cuesta un dineral comer allí, y creo que se ha hecho lo correcto, preventivamente, aunque ya digo, no hay contra él más que ese indicio. Si hubiera quedado en Casa Enrique, en Polaciones, o en Pico Casares, en La Lomba, pues bueno. Yo como con empresarios casi todos los días, pero por Cantabria: hay una obra, acaban la obra, comes, comentas cómo va ésta, cómo va la otra. Pero esto tiene mal tufillo, el que se hubiera planificado una comida de ese nivel en ese lugar, por lo tanto la dimisión me parece correcta».
Revilla hizo, además, su propia reflexión sobre la corrupción. «La codicia humana es terrible, pero yo haría un llamamiento: vivimos una vez... morir con la conciencia tranquila... Y, sobre todo, esos que ya tienen un sueldo más que digno. Concretamente este señor que está en El Dueso creo que ganaba más que yo. Pues confórmate con una vida que, comparada con la que tienen otros que no llegan ni siquiera a comer lo suficiente... no te dediques a meter la mano. Pero no estamos exentos de eso, de hecho, seguro que hay muchos más casos que no van a salir a la luz porque no se les caza. Pero es que la condición humana es así».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.