El verano se resiste a marchar

Según los resúmenes numéricos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el calor volvió a tostar ayer a los habitantes de Ramales de La Victoria, de Cillorigo de Liébana y de Valderredible, que a las dos y media de la tarde soportaron valores por encima de los 30 grados (en el caso de los primeros incluso de los 32), así como a los de San Felices de Buelna, que no llegaron a los 30 pero los rozaron; 29,9. Algo más frescos -no mucho más-, los vecinos de los municipios anclados en el litoral disfrutaron de otra jornada veraniega que discurrió entre los 26,9 grados registrados en Castro Urdiales y los 24,6 recogidos en San Vicente.

Esto, en cuanto a las máximas, que no acaban de ceder ni aún con la llegada del otoño.

Todo lo contrario que las mínimas, que, si bien con cierta timidez, ya han comenzado a sufrir bajones. Las noches empiezan a ser más frescas en Valderredible y en Reinosa, donde los termómetros ya descienden por debajo de los diez grados (en algún momento marcaron solamente ocho), y en Bárcena Mayor, que a duras penas se resiste a cruzar esa franja; 10,5.

Estos valores, los mínimos, vienen a decir que si bien los días continúan siendo anormalmente calurosos cruzada la puerta del otoño, las noches empiezan a amoldarse a los propios de esta nueva estación, que no va a dar señales de vida hasta el próximo lunes.

Así, y de acuerdo con las predicciones meteorológicas de la Aemet, Cantabria disfrutará de un tiempo bastante apacible el fin de semana, si bien las temperaturas máximas -que se mantendrán en los 23 grados en la costa- no serán tan altas como las de ayer.

La Agencia de Meteorología prevé para hoy, viernes, cielos poco nubosos o despejados con intervalos de nubes de evolución en zonas altas del interior a partir del mediodía. Las temperaturas máximas irán en ligero descenso y las mínimas apenas experimentarán cambios con respecto a ayer. Es el mismo pronóstico que ofrece para mañana, sábado, y el domingo, día en que se prevé algún intervalo de nubes bajas a primeras horas que podría ir acompañando de brumas matinales.

Un predominio de cielos nubosos con lluvias débiles y chubascos y un claro descenso de las temperaturas máximas anunciarán el lunes la entrada del otoño en Cantabria, que entonces sí deberá ir despidiéndose del verano.