El viaje en tren de Santander a Madrid aumenta en 21 minutos tras el fin de las obras en Cantabria

Renfe explica que, por las obras de la Alta Velocidad que realiza la empresa pública Adif, «no se puede usar el cambiador de ancho de vía de Villamuriel, en Palencia», que se utilizaba habitualmente en el trayecto entre la capital de Cantabria y la de España –y en el sentido inverso–. Desde el 1 de septiembre, el que se está empleando es el cambiador de Valdestillas, en Valladolid, un cambio que «hace que el tramo realizado en vía de ancho convencional aumente respecto al realizado en alta velocidad» –en concreto, más de 60 kilómetros circulando más lentamente–, lo que provoca los retrasos que están sufriendo los viajeros. Este cambio ha generado «una modificación de los tiempos de viaje» –expresión que utiliza Renfe para evitar decir directamente que ha aumentado– de 16-17 minutos, que se eleva a 21 minutos en el caso del primer tren de la mañana. Así, tomando como referencia el próximo lunes, día 9, este viaje emplea 4 horas y 35 minutos para llegar hasta la estación de Chamartín-Clara Campoamor. Si se coge el Alvia del mediodía –el que parte de Santander a las 13.58 h.–, el tiempo del trayecto es de 4 horas y 16 minutos, y si se opta por el de la tarde –con la salida a las 19.00 h.–, empleará 4 horas y 24 minutos en pisar Madrid. Y en sentido inverso, más de lo mismo, con viajes que superan las 4 horas y 20 minutos.

Muy lejos de las tres horas prometidas cuando esté disponible el AVEa Cantabria –la última previsión es que las obras estén terminadas por completo en 2033– y, en cualquier caso, más tiempo de lo que se tarda en coche, que, en plena época de concienciación del uso del transporte público y de un mayor cuidado del medio ambiente, se ha convertido en la mejor alternativa para viajar a Madrid si se tienen en cuenta las variables de tiempo y coste, dado que el trayecto en autobús no baja de las 5 horas y 15 minutos en la opción más rápida y dado que los precios desorbitados de los aviones de Air Nostrum y su reducción de frecuencias hacen complicado apostar por la conexión aérea.

Precisamente sobre esto ha expresado su malestar la asociación Amigos de Parayas, siempre atenta al estado de las comunicaciones en la región. «Acostumbrados estamos al maltrato de Iberia en la ruta a Madrid. Y ahora los Alvia entre Santander y Madrid incrementan su tiempo de viaje hasta en 21 minutos tras las obras de agosto». «¿No se estaban mejorando?», cuestiona en redes sociales este colectivo, que inquiere al Gobierno de Cantabria y a la propia Renfe sobre «si a alguien le interesan realmente» los problemas que sufren los cántabros para llegar a Madrid, punto de referencia de viajes no solo turísticos sino de trabajo y negocios, que necesitan de buenas conexiones a diario.

Volviendo a las vías, con motivo del incremento del tiempo de viaje, Renfe ha realizado ajustes –que define como «ligeros»– en algunos horarios de la conexión afectada, de un «máximo de 19 minutos». Así, por ejemplo, el Alvia de primera hora de la mañana parte ahora de Santander a las 06.48 horas en vez de a las 07.05 como era habitual en los últimos tiempos –siempre y cuando no hubiera que realizar transbordos en autobús, claro–.

¿Cuándo recuperarán los viajes a Madrid su tiempo habitual de viaje? Pues por el momento no se sabe, pero no será pronto, porque consultando la venta anticipada de billetes que permite la web de Renfe se puede comprobar que al menos durante octubre y noviembre se mantiene la duración actual. A partir de diciembre, no se pueden consultar aún estos datos.

Aunque está claro que «no es una buena noticia», Javier Polanco, portavoz de las Mesas de Movilidad de Cantabria y del Besaya, entiende como «algo coyuntural» –ese es su deseo– y propio de «los perjuicios asociados a toda obra» este aumento de la duración de los viajes entre Santander y Madrid. Alza más la voz ante «la falta de información» que sufren los usuarios. Renfe no ha comunicado de forma pública esas modificaciones en los horarios de los Alvia introducidas a partir del 1 de septiembre en paralelo al incremento del tiempo del trayecto. Una circunstancia que Polanco extiende a la línea C-1 de Cercanías. «Falta transparencia, información y previsión. No es normal que los viajeros de Cercanías se tengan que enterar el mismo día 1 en las estaciones de los cambios de horarios; hay que avisar con antelación suficiente», critica. Una situación –esta y todas las demás– que considera «fundamental» afrontar a través de un consorcio autonómico de transportes, organismo del que carece Cantabria, en contraposición a las comunidades autónomas vecinas.