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La vida después de una EBAU de sobresaliente

La vida después de una EBAU de sobresaliente

Mada Martínez

Santander

Domingo, 21 de julio 2024, 07:29

Tras lograr unas calificaciones brillantes en las pruebas de acceso a la universidad, cuatro jóvenes nos cuentan cómo viven esta etapa académica, cómo van dando forma a sus aspiraciones y qué esperan del futuro a corto plazo.

«Es dura, pero estoy disfrutando mucho la etapa universitaria»

Marina Gutiérrez 9,981 en la EBAU de 2020

«Es dura, pero estoy disfrutando mucho la etapa universitaria»

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Marina Gutiérrez Martínez posó para el reportaje que El Diario Montañés dedicó a las mejores calificaciones de la EBAU 2020 con mascarilla. Entonces, recién graduada en el IES Jesús de Monasterio (Potes), le tocó hacer las pruebas de acceso a la universidad en plena pandemia, pero, lejos de lamentarse, celebra que la crisis sanitaria le enseñara a «manejar mejor» la incertidumbre. «No sabíamos si íbamos a hacer o no la EBAU. Las noticias llegaban a cuentagotas. Aprendí a adaptarme y eso me ha ayudado luego», dice con el rostro ya sin cubrir y a solo un curso de concluir el doble grado de Economía y Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Cantabria (UC).

Su nota le abrió las puertas de la titulación. Ha hecho piña con sus compañeros de promoción y con los de la residencia universitaria donde estos años ha vivido una «experiencia espectacular», aprendiendo a ser más autónoma, más empática, mejor. «Aunque es dura, estoy disfrutando mucho de la etapa universitaria», dice Marina, que en la UC ha «intensificado» el método de estudio que tan buen resultado le dio en Bachillerato.

Vive en Santander, pero el arraigo a Potes «sigue ahí». Viaja por el mundo para participar en iniciativas en pos del desarrollo rural. ¿Y dedicaría su carrera a este fin? «Me gustaría usarla para ayudar. La economía es una disciplina que está en todas partes y puede hacer mucho bien», dice ilusionada. Mantener ese entusiasmo es otra de sus metas en el curso 2024-25, al que le pide acierto para decidir. «Es un buen deseo, ¿no?».

«Quiero volver a Cantabria y ejercer de veterinaria»

Laura Bengochea 9,980 en la EBAU de 2021

«Quiero volver a Cantabria y ejercer de veterinaria»

Lo más probable es que, en unos años, Cantabria gane una nueva veterinaria. Laura Bengochea Moriyón, exalumna del IES María Telo (Los Corrales de Buelna), que logró la nota más alta en la EBAU de 2021 y que disfrutó ese año del Aula Ortega y Gasset de la UIMP, tiene pensado regresar a su tierra una vez concluya la carrera en la Universidad de Zaragoza. No descarta realizar una estancia en el extranjero, es pronto aún para cerrarse ninguna puerta formativa o laboral, pero la opción de volver a Cantabria se abre paso. «Si no cambio de idea y me siguen gustando los grandes animales, aquí sería posible ejercer», cuenta Bengochea con una mezcla de serenidad y entusiasmo.

Pero vayamos por partes. A partir de septiembre Laura empezará a estudiar su penúltimo curso de Veterinaria (son un total de cinco). Está contenta con los planes de estudio –le motivan las asignaturas de Fisiología y Anatomía patológica; quizá algo menos las prácticas de laboratorio– y con «la experiencia de vivir fuera de casa», primero en una residencia y luego en un piso, donde ya se ha acabado de curtir en las rutinas domésticas. Además, las prácticas de clínica ambulatoria que vuelve a realizar este verano con una profesional de Cantabria le están dando conocimientos extra y le están ayudando a vislumbrar su futuro al cuidado de grandes animales. ¿Grandes animales? Básicamente, caballos y vacas. Así, la idea de Laura es «volver a Cantabria y ejercer aquí como veterinaria» en el entorno rural por el que tanto arraigo siente.

«Si te gusta lo que haces la carga de trabajo es menor»

Daniel Muñoz

«Si te gusta lo que haces la carga de trabajo es menor»

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Cuenta la leyenda familiar que Daniel Muñoz Tymofyeyeva se prendó de los aviones a los dos años, en una visita al aeropuerto con su padre. «Por lo visto, estuve dos o tres horas contemplándolos», evoca el ahora estudiante de Ingeniería Aeronáutica en la Universidad Politécnica de Madrid, donde modela su fascinación infantil. Su nota en la EBAU de 2022 le permitió acceder a esta titulación a la primera y en uno de sus centros predilectos. «El título que expide te da acceso a una profesión regulada. Es la universidad de referencia en aeronáutica en España. No puedo estar más contento con la elección».

Empieza 3º el año que viene. Ha optado por la especialidad de Ciencia y Tecnología aerospacial. «Creo que es la que más se adapta a mí, la que más me gusta. Tiene más base matemática», apunta. También tiene intención de cursar un máster en un futuro. Lo hará, como hasta ahora, siguiendo un método de estudio basado en «el orden y la disciplina».

La universidad le está procurando aprendizajes más allá del aula. «Estoy aprendiendo a vivir por mi cuenta», dice, a manejarse en una ciudad nueva y más grande. Sus compañeros de clase y residencia –«estamos todos en el mismo barco», dice con un punto de orgullo– son un «gran apoyo», así que se declara contento, revela desde Santander, en un descanso de sus ejercicios de piano. Practica en verano, en su casa familiar, porque en Madrid apenas tiene tiempo para hacerlo. Pero no quiere abandonarlo. «Lo más importante es que te guste lo que hagas».

«Merece la pena. Volvería a elegir lo mismo»

Alberto Vallejo Diez en la EBAU de 2023

«Merece la pena. Volvería a elegir lo mismo»

Alberto Vallejo se dispone a disfrutar de un verano estupendo: salir con la bici por la mañana, quedar con los amigos, divertirse en las fiestas y verbenas de los pueblos cercanos. Se ha ganado el descanso tras haber superado el primer curso del doble grado de Física y Matemáticas que estudia en la UC. A pesar de ofertar plazas reducidas, entró en la titulación a la primera gracias al diez redondo que logró en la fase obligatoria de la EBAU –empatado con Lucía Fernández, su compañera del centro San José Niño Jesús de Reinosa–. Tenía tres carreras en mente y, tras darle algunas vueltas, se decidió por esta doble titulación. «Tiene mucho futuro».

En lo académico, admite que el primer año ha sido duro pero provechoso. «Requiere mucho tiempo entre trabajos y exámenes, metes muchas horas, pero al final merece la pena. Volvería a elegir esto», dice. No obstante, el mayor reto ha sido personal: Alberto se ha mudado de Reinosa a Santander y el hecho de «empezar a vivir por ti mismo es lo más complicado». El año que viene intuye que las asignaturas «serán más difíciles», pero a su favor jugará el hecho de estar más asentado en la residencia y en la ciudad; será «más independiente». Tiene varios grupos de amigos y con ellos pasea, hace deporte o sale a cenar, a tomar algo. «Salir de vez en cuando viene bien». Otros fines de semana ha aprovechado para regresar a Reinosa. «Parece que no –comenta–, pero si estás tres semanas sin ver a la familia la echas de menos».

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