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'Con viento sur entrada por General Mola'. La placa con este mensaje está en los portales de los números 33 y 34 del Paseo ... de Pereda -más allá de que ahora la calle trasera se llame Ataúlfo Argenta-. Es un clásico de Santander. Un símbolo. Porque el sur es muy de aquí. Y este año ha soplado mucho y -algo que hace que parezca que aún ha soplado más- muy seguido. Desde la Aemet confirman que los días que este aire ha reinado en los cielos en los últimos meses están por encima de la media habitual para este periodo -que es el más propicio del año-. Pero, aunque se queda cerca, no ha sido la etapa más ventosa. «El tema es que se ha producido en periodos largos, seguidos. A partir del 10 de febrero, que es cuando se dan las condiciones predominantes, hubo viento sur una semana entera y, al poco tiempo, otra vez otro periodo continuado», explica el delegado territorial, Sergio Fernández. Eso hace que parezca incluso más. Y, ojo, porque, desde el martes -y tras un paréntesis de unos días- las rachas han vuelto, y parece que también durarán unos días.
El cálculo lo hacen desde la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) a petición de El Diario Montañés utilizando los datos recogidos en la estación del aeropuerto Seve Ballesteros (un buen punto de referencia para este fenómeno). Toman el periodo que va de octubre a marzo -hasta este miércoles-. «Es el más habitual de viento sur en esta zona asociado a las borrascas. En verano es más raro», explican. Y anotan los días en que las rachas superan los cuarenta kilómetros por hora para quedarse con datos realmente significativos. El resultado es que el sur ha aparecido, contando estas dos últimas jornadas, 36 días.
¿Es mucho o no tanto? Para eso hay que comparar. Por eso, los técnicos de la Agencia repasan los resultados en el mismo periodo y en esa misma estación desde octubre de 2006 (y hasta marzo del pasado año). En ese tiempo, sale un promedio de 27,7 días de viento sur por temporada. «O sea, que faltando aún una semana y media para completar el mes de marzo y, con ello, todo el periodo de análisis, ya estamos por encima del promedio», destaca Fernández.
36 días
desde octubre ha soplado el sur con rachas por encima de los 40 kilómetros por hora
Es, a falta de completar el mes, el cuarto intervalo con más días de sur desde finales de 2006. Y, como falta ese tramo, se da por hecho que estará entre los más ventosos. Porque hoy mismo se prevé llegar a los 37, lo que igualaría el registro de 2023. Está por ver -aunque hay tiempo- si pueda llegar a los 41 de 2014 o a los 43 de 2007.
Que el sur va a sumar más días antes de llegar a abril parece seguro. «Durante la pasada semana tuvimos un tiempo más inestable, con vientos del oeste o del norte y con precipitaciones». Pero el sur ha vuelto y las previsiones de la Agencia indican que va a seguir durante unos días. «Jueves y viernes seguro que hay viento sur, y las primeras horas del sábado es probable que también, aunque luego rola a oeste», explica el delegado territorial a la vista de los modelos.
Si se enmarca en el tiempo general que hemos tenido en Cantabria durante el invierno -a falta del resumen estacional que hace la Aemet y que presentará en los próximos días-, destacan las altas temperaturas y, en general, una cantidad de precipitación algo por debajo de los valores habituales (sobre todo, con un febrero muy seco, aunque esta última semana haya elevado las cifras de lluvia). «Así que hemos tenido varias semanas de temperaturas elevadas, con poca agua y con viento sur muy seguido». Justo lo que provoca, como ya se ha dicho, esa sensación de que el viento ha estado más presente que nunca.
Esta combinación de factores tiene, además, un efecto muy concreto en el riesgo de incendios, algo de lo que sabemos mucho en Cantabria y que se ha notado en estos meses. «Si son días sueltos de viento, en los que luego viene otro día que llueve o que bajan las temperaturas, no hay tanto problema. Pero si es seguido, sin esos paréntesis, se termina secando la vegetación, lo que favorece el riesgo de los incendios».
Y más efectos. A finales de enero, el Servicio de Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria resolvió en un día más de cien incidencias relacionadas con las fuertes rachas. Lo que más, caídas de árboles y destrozos (o movimientos) del equipamiento urbano. Precisamente, en el Seve Ballesteros (de su estación meteorológica se han tomado los datos para este reportaje) se cancelaron en esa misma jornada tres vuelos y se desviaron otros siete. Para hacerse una idea, en San Roque de Riomiera se alcanzaron por la mañana los 149 kilómetros por hora y, ya durante la tarde, se superaron esas cifras en la estación de Ramales de la Victoria, con rachas de 152.
¿Qué ha provocado estas etapas prolongadas de viento sur? «Lo habitual es que la circulación general de la atmósfera venga definida por la circulación de las borrascas en la zona norte (en 40-50 grados de latitud norte). Hay un anticiclón de bloqueo a la altura de las Islas Británicas que hace que las borrascas se desplacen más al sur de la Cordillera Cantábrica, más hacia el oeste de península», explica el delegado territorial de la Agencia.
Eso provoca una mayor cantidad de precipitaciones en otras zonas del país y un tiempo más seco por aquí, como se ha visto claramente estas semanas. En media España está jarreando -Madrid, Sevilla, Málaga, Murcia...-, con alertas y situaciones complicadas, y aquí sopla el sur y vuelve el calor.
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