Vientos de 110 km/h y olas de nueve metros ponen en alerta roja a la costa de Cantabria

No va a ser un día lo que se dice apacible precisamente. Muy al contrario, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha decretado no uno sino varios avisos de todos los colores posibles. Rojo por fenómenos adversos en la costa; naranja por fuertes vientos en el litoral y amarillo por lluvias en el interior, más concretamente en la comarca de Liébana, donde también se activará el aviso amarillo por viento.

De acuerdo con los datos recabados por la agencia meteorológica, el temporal comenzó a sentirse en el litoral a medianoche, cuando empezaron a percibirse los primeros fenómenos adversos; viento del oeste o suroeste de 51 a 62 kilómetros por hora (fuerza 7) y mar combinada del noreste con olas de 4 a 5 metros. Estas malas condiciones obligaron a pulsar la alerta amarilla, que perduró hasta las cinco de la madrugada, cuando el tiempo empeoró algo más y el aviso se elevó a naranja.

En ese color permaneció durante las siguientes cuatro horas (hasta las nueve de esta mañana), en las que se registraron vientos del oeste de 62 a 74 kilómetros por hora (fuerza 8) que ocasionalmente soplaron de 75 a 88 y mar combinada del noreste aumentando el oleaje de cinco a ocho metros de altura.

Con todo, lo peor del temporal lo sufrirán los cántabros, y en particular los residentes en la costa, entre las nueve de la mañana y las seis de la tarde de este viernes, tiempo en el que permanecerá activada la alerta roja por fenómenos costeros adversos. Entre ellos, olas que alcanzarán los ocho e, incluso, los nueve metros de altura.

Además, durante todo el día -entre las cinco de la madrugada y las ocho de la tarde-, el litoral también permanecerá en estado de alerta, en su caso amarilla, por fuertes rachas de viento que podrían alcanzar los 110 kilómetros por hora, con las dificultades que ello va a entrañar, por ejemplo, en las operaciones de despegue y aterrizaje de aviones previstas en el aeropuerto Seve Ballesteros.

Avisos por esta razón, por fuertes rachas de viento, habrá también en la franja central de la región, en el centro, el valle de Villaverde y Liébana, comarca, esta, que además tendrá activado el mismo nivel de riesgo por lluvias toda la jornada.

A la vista de semejante previsión, el Ayuntamiento de Santander decidió activar anoche el dispositivo preventivo.

Así, y de acuerdo con los protocolos establecidos, el Consistorio cerró al tráfico peatonal y rodado el tramo final de la avenida de Manuel García Lago -permitiendo el acceso solo a residentes y usuarios del hotel Chiqui-, el minizoo de La Magdalena y el aparcamiento de vehículos de la explanada del Camello.

Igualmente, y como consecuencia del viento, se cerrarán las instalaciones exteriores del Instituto Municipal de Deportes (IMD), el parque de Los Pinares y una zona de Mesones.