Los vikingos de Liendo
Leyendas de aquí ·
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La leyenda dice que el pueblo fue un asentamiento nórdico, una historia más de sus posibles andanzas por la costa orientalEn la taberna laredana Larán, Larán, cerca del puerto, me espera un viejo escualo de tierra: el dibujante Íñigo Ansola. Sentado en una mesa del fondo, con cierto aire al Corto Maltés, apura un vaso de agua. Al parecer tiene información que ofrecerme sobre oscuras andanzas por estas tierras de los famosos vikingos. «Por aquí, los viejos del lugar decían que en Liendo hay mucha gente rubia de ojos claros porque hubo un asentamiento vikingo. Historias parecidas se cuentan de otros pueblos del Cantábrico, como Hondarribia o Cudillero». Le pregunto si cree que esto tiene base histórica, se acoda y empieza a hablar:
«En el siglo XV, vivió Lope García de Salazar, un jauntxo (y jinchu) de dos metros de altura que llegó a ser el capo más poderoso de las Encartaciones… Esta mezcla de Clint Eastwood y Tony Soprano a la vizcaína peleó por sus intereses desde Álava hasta Trasmiera, en el contexto de las luchas de bandos de la época. Por un asunto de herencias, sus hijos se mosquearon con él y le encerraron en su torre. Su mujer ya le había abandonado, harta de sus infidelidades y en su cautiverio solo le acompañaba una hija de doce años. El viejo se escapó varias veces infructuosamente y al final les envenenaron a ambos con unas hierbas que les pusieron en la comida. Era 1476 y tenía 77 años. Su torre, aún en pie, blasona el logotipo de la refinería de Somorrostro y su espíritu se confunde con el humo de sus chimeneas. Tuvo honra y valía, ahora gloria y Petro-honor. Era de armas tomar, pero también culto y curioso, y durante su encierro no paró de escribir, componiendo la famosa 'Historia de las bienandanças e fortunas', la obra con el título más bonito que jamás se ha escrito. Una pila de tomos donde retozan en medio de un caos maravilloso, historia, leyenda y tradiciones. Cuenta que en el 740, una flota de godos procedentes de las islas de Escançia arribó a estas costas, fundando Santoña y Laredo. De ahí se fueron expandiendo por la zona. Venían, dice, 'en socorro de los godos d'España'. La liaron en Sestao y luego tiraron para la meseta y al final coronaron al rey Wamba. Escançia sería Escandinavia. ¿Quizás, Escania, región en la actual Suecia pero que fue parte del reino de Dinamarca? Según esta maravillosa historia estos godos llegaron hablando castellano, bautizando lugares con topónimos absurdos y, lo que es más curioso, bautizados».
«Ahora, los datos: Wamba reinó desde 672 y, aunque batalló con los vascones que invadían Cantabria, nadie fue en su socorro desde ninguna parte. Evidentemente, los escandinavos del siglo VIII ni hablaban castellano ni eran cristianos, y en cuanto a Escançia, Jiménez de Rada es el primero que nombra esas islas en su 'De rebus Hispaniae', en el siglo XIII. Decía que los visigodos venían de allí, unas islas donde no había abejas del frío que hacía. Por eso quizás el dato es copiado, pues existía entonces el afán de descender de godos. Los historiadores serios creen que todo es una fantasía. Pero… ¿y si hubiera algo de cierto? Un pueblo germánico llega desde el norte en el siglo VIII y funda asentamientos en la actual Cantabria. Daneses, noruegos… en fin, godos de Escançia para esta gente del siglo XV. La verdad que llama la atención cómo insiste el narrador, o el que le contó la historia, en que eran cristianos. Da la sensación de que supiera de buena tinta que existieron y que… ¡no lo eran! Quizás inventaron una historia que encajaba con su ideología, incluyendo a Wamba y a la Virgen María con calzador… pero basada en hechos reales».
«La primera incursión vikinga que se conoce es la de Lindisfarne en 793. En el Cantábrico se cree que revolotean por primera vez en 843. Y en 859 se produce la famosa incursión en el reino de Pamplona, donde secuestran al rey García Íñiguez. Pero hay una cita muy curiosa del historiador árabe del siglo XIII Ibn Idari. Cuenta que en 795, el emir Hisham I atacó Galaecia, y el rey Alfonso II de Asturias contó con la ayuda de sus vecinos: los al-Magus y los al-Baskunes para neutralizarlo. Al- Magus era la denominación musulmana para a los vikingos: adoradores del fuego, paganos. ¿Había asentamientos vikingos en el Cantábrico tan temprano? ¿Y después? ¿Estarían por aquí acampados?».
Les cuento todo esto porque puede tener que cierta relación con una leyenda que circula por la zona. Aunque Salazar habla de Santoña, Laredo ySeña, se dice que en el siglo VIII los vikingos llegaron a Liendo, y que para evitar la invasión la gente del pueblo acordó que se instalaran allí allí a condición de que no llevaran armas y se emparejaron con las mujeres del pueblo. Y se dice también que por eso las mujeres de Liendo solo tienen familia lugareños y hay tanta gente rubia y con ojos azules. Cosas de la pureza de raza.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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