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«Que los chicos vean mal el machismo es aún algo minoritario»
Paloma García / Responsable de Igualdad IES Lope de Vega (Premio 'Menina 2021') y CEP Santander

«Que los chicos vean mal el machismo es aún algo minoritario»

«Hay una reacción visceral de ciertos alumnos y sus familias hacia la palabra igualdad»

Marta San Miguel

Santander

Jueves, 24 de noviembre 2022

Los datos sobre violencia machista de 2021 recogidos por el INE (Instituto Nacional de Estadística) dibujan una realidad que hace volver el foco de atención, y con preocupación, hacia las aulas. ¿Qué está pasando entre los menores de 18 años para que sea la franja de edad en la que más crecen las agresiones? Paloma García (Soria, 1970), docente y representante de Igualdad en el IES Lope de Vega, centro que recibió el año pasado el 'Premio Menina' del Ministerio de Igualdad por su labor en el trabajo de la coeducación en las aulas, se asoma a la realidad de los más jóvenes en el marco del 25N: «Todavía es minoritario que esté mal visto el machismo entre los chicos», advierte, al tiempo que apunta a una creciente aversión al término Igualdad no solo en estudiantes sino también en las familias.

Los menores de 18 años son el grupo de edad en el que más crece la violencia machista, según datos del INE correspondientes a 2021: el número de denunciados respecto a 2020 un 70,8%, ¿qué está pasando en las aulas?

Es un dato preocupante y muy llamativo. En mi opinión puede ser las dos cosas: tanto la formación que se da en los centros educativos como las campañas institucionales están promoviendo que muchas adolescentes y sus familias sean más conscientes de situaciones que constituyen violencia de género y se animen a denunciar. Pero no podemos saber si ese aumento se debe a que hay más denuncias o más violencia.

¿Qué violencia se ve entre los adolescentes?

Los casos reportados, ese 70,8% de aumento, son casos contrastados e incluso con órdenes de alejamiento. Hace poco he sabido de un colegio en el que están actuando con un niño en 6º de Primaria que no deja en paz a una niña con la que tuvo una relación: ella terminó esa relación, pero él no lo admite y está detrás de ella y no para. Su relación con las chicas es una relación desde el poder: él siente que tiene derecho, le parece lo normal ir detrás de ellas hasta conseguir lo que desea y no admite un no por respuesta. Y esto les pasa a muchos chicos, que creen que deben insistir. Los episodios se están adelantando y el hecho de tener acceso cada vez antes a un uso descontrolado de los móviles puede que tenga que ver. No estoy en contra de que usen los móviles, ni mucho menos, creo que es una forma de relacionarse muy importante a estas edades, y también una forma de acceder a espacios de interés, pero en casa tenemos que saber para qué los están utilizando y si los utilizan demasiado tiempo, porque a edades muy tempranas están empezando a ver cosas que no son capaces de digerir, o que van a ocasionar problemas en su vida hacia sí mismos o hacia las chicas.

Vídeo. Pablo Bermúdez

Según la encuesta 'Percepción de la violencia de género por los jóvenes' del Ministerio de Igualdad, uno de cada cinco chicos de entre 15 y 29 años considera que la violencia de género no existe y que es un «invento ideológico», ¿cuál es el principal obstáculo que os encontráis en los centros educativos para hablar de Igualdad?

Que uno de cada cinco chicos niegue la violencia de género es algo que estamos viviendo en los centros educativos y que afecta a los esfuerzos que se hacen por parte del profesorado para poder educar. El motivo puede ser algo global que estamos viviendo, no solo en Cantabria y tiene más fuerza que la coeducación que estamos dando en los centros. Desde mi punto de vista, hay dos obstáculos importantes: uno es la 'manosfera', un término que engloba esos espacios digitales como redes o blogs en los que se hace propaganda misógina y que promueven ideologías antifeministas, y muchas veces lo que ven en estas redes o espacios son las contestaciones que nos encontramos en las clases cuando intentamos hablar de igualdad. En segundo lugar, el otro obstáculo es la pornografía que ven mayoritariamente desde los 13 a los 17 años, y se cree que entre un 60 y un 80% de los adolescentes están viendo o han visto alguna vez pornografía, incluso desde los 8 años ya tienen acceso, y las familias, muchas veces no son conscientes. No son escenas simplemente de sexo, sino violencia contra la mujer, la llamada 'pornografía mainstream' con escenas violentas, humillantes y vejatorias hacia la mujer, y el peligro es que lo toman como referente para sus futuras relaciones sexuales.

¿Qué pueden hacer las familias?

Comentar todas las situaciones que se puedan dar en relación a la violencia de género, las noticias del día a día comentarlas en casa, hablar y que haya una buena comunicación con nuestros hijos e hijas; no se trata de quitarles el teléfono móvil, ni mucho menos, pero sí intentar que nos cuenten qué están viendo, qué escuchan, para ser conscientes y desde ahí poder ayudarles si hace falta. Es fundamental hablar en casa, ahí hay que hablarlo todo.

¿Y entre los docentes encontráis obstáculos para hablar de Igualdad?

Por supuesto, el profesorado es parte de la sociedad y tampoco está libre de estas influencias negativas. Desde la Dirección General de Innovación Educativa y desde los Centros de Profesorado de Cantabria se está haciendo un esfuerzo muy importante para formar en coeducación a todos los docentes de la región y tarde o temprano vamos a ver cómo afecta a que nuestro alumnado a relacionarse de forma más igualitaria y a reducir por tanto la violencia machista.

Después de casi una década dedicada a la coeducación, ¿en qué hemos avanzado y en qué hemos retrocedido?

En general creo que el balance es muy positivo. Diría que hemos avanzado en la formación del profesorado, en el uso no sexista del lenguaje, en la visibilización de mujeres relevantes que a lo largo de la historia han sido ocultadas, en el conocimiento y respeto hacia diversas orientaciones e identidades sexuales, en la promoción de las vocaciones científico-tecnológicas entre las chicas... Sin embargo, creo que hemos retrocedido en cuanto a esas reacciones viscerales, no argumentadas, de cierto sector del alumnado y sus familias hacia cualquier tema en el que se mencione la palabra igualdad.

Hablemos de ellas. ¿Son ahora más sensibles a posibles las desigualdades o a machismos que antes se asumían con normalidad?

Las chicas han hecho un gran avance, son mucho más sensibles a todas estas desigualdades y están avanzando claramente en general hacia posiciones más feministas.

¿Qué tipo de violencia denuncian?

La principal queja que nos refieren en que los chicos no las están acompañando en este viaje a la igualdad, como si ellos fueran por detrás. Y también hay un salto generacional, así que en las propias familias la percepción de lo que es el feminismo, su avance en general, no es igual en cada entorno. En los centros educativos es más ocasional tener conciencia de violencia física, pero en estas edades es más habitual la violencia de control: control de las redes, control de su vestimenta, control de con quién va, donde va, cuánto tiempo está y dónde, y sobre todo los celos, que son muy habituales en estas edades, y son muy difíciles de desmontar porque las chicas interpretan que si el chico tiene celos es porque las quiere.

¿Hay machismo en las propias adolescentes?

Sí. Claro que sí. En muchas de ellas, es natural, porque han crecido en una sociedad patriarcal. Ellas sí ven que las leyes son igualitarias pero viven en lo que llamamos el espejismo de la igualdad; no se han quitado las gafas del androcentrismo, o bien no se han puesto las gafas violetas, creen que la desigualdad es algo del pasado. Por ejemplo, el feminismo de ahora no les gusta porque dicen que van contra los hombres, entienden que antes sí era necesario y ven avances como el voto para las mujeres, entre otros muchos, pero no ven que las situaciones de violencia tienen un origen en el machismo de la sociedad. Ante el control del teléfono del novio, por ejemplo, algunas te pueden responder que no les importa o que ellas también se lo controlan a él. Estamos hablando de una minoría de chicas, las hay todavía que aún piensan esto, pero la gran mayoría está avanzando a posiciones de igualdad y de conciencia feminista.

Hablemos de ellos. ¿Qué actitudes ve en las aulas, son machistas o han asumido la perspectiva de género?

Los chicos tienen un trabajo más complicado, en su caso tienen que renunciar a sus privilegios y esto no es nada fácil y les está costando. Además se ha extendido la idea entre muchos de ellos de que el feminismo y la igualdad va contra los hombres, que está contra ellos. Y no es así.

¿Qué le dice a un alumno que le responde esto?

Le pido que lo argumente, que por qué ve eso y dónde lo ve. Que me explique qué hay de negativo en conseguir la igualdad. No se trata de darles un discurso aleccionador, para nada, de lo que se trata es de fomentar la reflexión y el debate en ellos. He visto cambios en chicos, siempre los hay más sensibles a esta realidad.

'Para tocar a una chica voy a tener que pedirle un contrato' es uno de los bulos que han corrido con la ley del 'solo sí es sí', ¿esa polarización ha llegado a las aulas?

Claro que sí, la hemos visto. Los bulos machistas como este y otros tantos hace tiempo que aterrizaron en las aulas, y una gran parte de la labor del profesorado es desmontar estos bulos, que no es fácil, y en general promover un sentido crítico en el alumnado que les permita no ser víctimas de las noticias falsas. Creo que algunos sí piensan que no se pueden relacionar con normalidad con una chica porque es lo que han visto en las redes sociales y lo que les han metido en la cabeza, pero confío en que, con el tiempo, aprendan a darse cuenta de cómo es una relación natural. Si la relación es igualitaria entre las dos personas hay comunicación, y no como lo que están viendo en la pornografía, en la que el hombre es el sujeto y la mujer es el objeto. Confío en que poco a poco vayan superando estas situaciones. La polarización de la sociedad al final llega siempre a las aulas.

¿Empieza a estar mal visto el machismo entre los chicos?

Todavía es minoritario que esté mal visto el machismo en los chicos. Yo no lo veo, al contrario, está muy presente la masculinidad hegemónica; el típico macho alfa, que utiliza la agresividad para resolver sus conflictos, que es por supuesto heterosexual y homófobo, que le gustan los comportamientos de riesgo y considera que todas las características femeninas son inferiores, no están al nivel de los hombres.

¿Estás viendo más o menos perfiles así en las aulas?

Estoy viendo más, y además con orgullo.

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