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Blanca Rosa Gómez (Sierrapando, 1957) no puede cruzar la plaza Baldomero Iglesias ('plaza roja') sin que algún vecino se le acerque para que le ayude a resolver sus problemas. Una expropiación, un semáforo en el paso peatonal para que los niños puedan cruzar solos al ... colegio... Atiende a todos hasta que se van tranquilos y sin mirar al reloj. «Me debo a Torrelavega por encima de todo», dice. Después de años «vetada» por los socialistas, que expulsaron a su exalcaldesa, exsenadora y expresidenta por negarse a firmar la moción de censura contra Ildefonso Calderón la pasada legislatura, y a pesar de su acercamiento a Pablo Zuloaga, la líder de Torrelavega Sí tiene claro que no quiere volver al PSOE, al que ve «desconectado» de la ciudadanía. Se siente más cómoda con Ciudadanos, con quien negocia para encabezar su candidatura al Ayuntamiento.
–El voto de Torrelavega Sí ha sido fundamental para desbloquear los Presupuestos de Torrelavega y supone la primera alianza con el PSOE después de su abrupta expulsión. ¿Se ha reconciliado con el partido?
–Quién me conoce sabe que tengo mucho cariño y respeto al PSOE. Mi salida del partido con esa propuesta que hizo la anterior dirección liderada por Eva Díaz Tezanos fue un error mayúsculo. Sabían que negarme la moción de censura era el único camino que tenía para mantener mi coherencia. Para mí Torrelavega es una prioridad y todo lo que hago es pensando en que sea positivo para la ciudad. Llevamos mucho tiempo sin poder hablar con el PSOE porque nos había vetado a Torrelavega Sí desde el inicio de la legislatura y se agarraron a la tabla de salvación que supuso la investidura de la Alcaldía de la CUP local, ACPT, que no ha generado más que inestabilidad. Hemos vivido una situación complicada. Mientras el PRC tenía intención, ganas y nos escuchaba, pero nunca pudo salvar el obstáculo que imponían desde la alcaldía y Bonifaz. La llegada de Pablo Zuloaga y la nueva dirección parece que ha empezado a ver que, a parte de presencia en el Ayuntamiento, queríamos apoyar y dar estabilidad si se puede.
–Fue clave su encuentro con Zuloaga y la secretaria de Organización, Noelia Cobo, para dar luz verde a las cuentas. ¿Quién dio el primer paso?
–Fuimos nosotros los que llamamos a la secretaria de Organización. En concreto, fue una persona de mi confianza y un amigo, Arturo Roiz, un hombre importante de Torrelavega Sí y exdiputado del PSOE. Fue un encuentro muy cordial y positivo. Estoy satisfecha. Necesitábamos el compromiso a largo plazo porque hay proyectos como el de La lechera, el traslado de las direcciones generales de Ganadería y Medio Ambiente o algunas obras, ya que trascienden el alcance de esta legislatura.
–Hay quien apunta ya dentro del PSOE que este es el primer paso para su rehabilitación.
–No he pedido nada para el grupo ni para mí. Siempre he tenido muy claro que el ciudadano ejerce desde la confianza su apoyo para que tengas una responsabilidad y la representación política está por encima de otros muchos impulsos, decisiones, intereses y apetencias.
–Se lo pregunto de otra forma: ¿Quiere volver al PSOE?
–Para nada. No voy a volver al PSOE y si el secretario general de Torrelavega, Bernardo Bustillo, hubiera venido a la reunión con Pablo Zuloaga, lo hubiera sabido y se lo podría haber dicho a los que preguntan dentro del partido.
–Entonces, ¿ya no se siente reconocida en la ideología socialista?
–Soy una persona de izquierdas, aunque no tenga la militancia en el PSOE. Eso forma parte de la mi historia, estoy orgullosa de mi pasado y cuando se curan las heridas, pasados los episodios de dolor, tengo recuerdos importantes y positivos de esa etapa. Ahora busco una referencia que tenga ideas sólidas y que defienda sin miedo a una ciudad, a una región o a un país. He seguido con muchísimo cariño, profundo respeto y cierta frecuencia a Inés Arrimadas en Cataluña, porque ella y su grupo me parecen muy valientes. Me parece muy importante el trabajo que está haciendo en su grupo Albert Rivera.
–¿Se sentiría cómoda en las filas naranjas?
–Queremos desde Torrelavega Sí que la ciudad tenga una voz en el Parlamento y que se hable del municipio. Hay referencias con las que seguir trabajando y en las que seguir abriendo con la ciudad momentos para el debate y, sobre todo, proyectos que sean realizables para Torrelavega.En ese sentido, tengo una obligación, un interés y mi ciudad está por encima de todo. Hay decisiones que las tienes que tomar en el momento porque si las dejas pasar, al día siguiente llegas tarde.
–Esto es más que una mera declaración de intenciones. ¿Le han ofrecido incorporarse a sus filas? ¿Tiene una oferta sobre la mesa?
–Los últimos meses están siendo muy intensos. A veces nosotros (Torrelavega Sí) hemos olvidado que hay gente que reconoce nuestro trabajo y trayectoria. No voy a mentir ni lo voy a negar, hay conversaciones y encuentros donde estamos negociando propuestas para la candidatura. Les hemos contado nuestra trayectoria, nuestra visión y nos vamos a seguir sentando próximamente para avanzar en el futuro. No es que todo sea blanco o sea negro y la nueva política nos tiene que llevar también a sumar alianzas.
–¿Se ve Blanca Rosa Gómez Morante como cabeza de cartel de la formación naranja en el municipio?
–(Risas)Habrá que verlo. Todas esas cuestiones te exigen la responsabilidad de ser consciente del papel que tienes que jugar. Lo que tengo claro es que haré todo aquello sea beneficioso para Torrelavega. Hablaremos y procuraremos tomar la mejor decisión para la urbe. Puedo verme si todo ello lleva a que se puede trabajar con un programa, que tenga una continuidad con todo lo que hemos venido firmando en Torrelavega Sí y donde pongamos a Torrelavega en el mapa regional. Nosotros creemos que este gobierno no está haciendo lo suficiente con la ciudad, porque tenemos más de 24% de población mayor de 65 años con un índice de desempleo bastante elevado. Si somos capaces de encajarlo bien, puedo ofrecer trabajo, dedicación, dentro del máximo tiempo posible. Sí me vería con un equipo potente, que se identifica con la ciudad y la defienda en el ámbito autonómico. Me apetece y estoy en la obligación de intentarlo.
–¿En esa negociación se han plantado el renunciar a las siglas de Torrelavega Sí o buscan una fórmula como la de Manuela Carmena en Madrid?
–Tenemos que mirarlo todo. Es que sin llamarle plataforma nosotros ya nacimos así. En principio nos gustaría, creemos que tienen que mantener su independencia y su estructuras, que son necesarias. Desde luego, el comité asesor de Torrelavega ya está trabajando en el programa de cara a las elecciones, hablando con colectivos y ciudadanos interesados en ellos y nos queda camino por hacer. Lo queremos mantener.
–Sacó cuatro concejales en las últimas municipales pese a que algunos no daban un duro por usted sin el PSOE. ¿Quién puede aportar más, Blanca Rosa a Ciudadanos o Ciudadanos a Blanca Rosa?
–Recuerdo cuando se vinieron a despedir de mí y me dijeron:'Bueno Blanca, a ti hay gente que te quiere en Torrelavega pero esa aventura no va a llevar a buen puerto'. Creo que solo el hecho de ponerlo en marcha y configurarlo ya fue importante y la ciudadanía lo valoró mucho. Puedo aportar experiencia, trabajo, conocimiento, defensa de los temas, asunción de errores, aciertos, gestión... La trayectoria y la experiencia de lo que uno tiene en su vida la tienes que poner allá donde estés. Siempre soy de sumar esfuerzos con proyecto e iniciativas. Es un valor añadido, porque alrededor no soy yo sola. Eso suma la experiencia de gente y es un depósito y un valor, que no puedes pesar, no se mide, pero vale mucho.
–¿Usted que lo fue casi todo en el PSOE no teme que la acusen de derechizarse, incluidos sus excompañeros de filas?
–Sería un error. Creo que el PSOE tiene que empezar a encontrar su camino: trabajar y avanzar. Me he sorprendido porque en los últimos días miembros del equipo de Gobierno, que hasta ahora ha tenido responsabilidad en el Comité Local, hayan criticado que haya aprobado los presupuestos llamándome neoliberal, derechizada, que impongo determinadas voluntades y que lo que digo se consigue... No pensé yo que se me pudiera dar tanto valor e importancia. A los que me acusan sí que les diría que son miembros del equipo de Gobierno, que trabajan en unas áreas que tienen un déficit importante y que, además, están debilitando bastante la gestión del grupo socialista en el Ayuntamiento.
–Pero los nuevos partidos trataron al principio de desvincularse de gente con su carrera política...
–Lo que pasa es que cuando se ha hablado de la regeneración política ha habido gente que ha hablado solo de la renovación por la edad y resulta que no le han dado tampoco el valor que tenía. Ahora hay una vuelta a aquella experiencia que pasa por poner en valor lo que se ha ido haciendo y lo que se ha hecho bien. Y lo que se ha hecho bien sí sirve para unos, sirve ahora o sirve para mañana... En política no hay estrellas, todo en la vida es una carrera de fondo.
–Joaquín Solanas, Alfonso del Amo, Paco Sierra, Alodia Blanco, Rafael de Sebrango... ¿Se está convirtiendo en un contenedor de rebotados?
–No, no, no... Hay gente y nombres que conozco, pero desconozco la implicación que pueden tener. Hay que ser muy respetuoso porque las vidas y las decisiones, las vicisitudes que algunos han pasado internamente en algunas de las formaciones políticas, seguramente que en algunos casos coincidirán con mis vivencias y experiencia. Quien haga esa lectura es que puede tener miedo al resultado que pueda elegir la ciudadanía.
–¿Se refiere a su expulsión y al veto? ¿Fue una venganza de la anterior dirección?
–Totalmente. Ha venido recogiendo todo lo que sembró. El alejamiento de la ciudadanía y de la militancia, de los valores del socialismo y del modelo que el PSOE tiene para esta región ha sido un fracaso absoluto. La responsabilidad de haber llevado al partido hasta el punto que se encuentra de la división interna es muy preocupante.
–Desde fuera, ¿ve a Zuloaga con más liderazgo que a Díaz Tezanos?
–La anterior dirección se dejó llevar por afectos y desafectos para negar el diálogo e impedir acuerdos. Eso dice mucho de cómo es y de cómo llevó el partido.El PSOE no puede ser un grupo de amiguetes que lo usen como un juguete en función de si coincides en las posiciones con la cúpula o no. El cambio lo han querido los militantes y ahora hay que dejarle que trabaje.
–¿Quién será su máximo rival en las municipales?
–Yo misma. Si no soy capaz de trasladar y de transmitir, voy a ser mi principal freno.
–¿Y entre López Estrada, Cruz Viadero y Calderón?
–La realidad que tienen ahora no me da ningún miedo.
–¿Cómo les valora?
–Vamos a dejarles que se les nomine primero y después doy mi opinión.
–José Manuel Cruz Viadero ya está designado.
–Posiblemente, vamos a ver lo que ocurre... (risas).
–Y parece que Javier López Estrada también.
–Tiene un inconveniente y es que no consigue transcender como individuo particular, como López Estrada, y eso tiene sus pros y sus contras. El trabajo que está haciendo para identificarse desde su formación no sé si suma o resta, pero es preocupante después de los años que lleva en política.
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