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En cierta manera se podría decir que juntos forman la tercera localidad más grande de Cantabria. Con una particularidad, y es que su población se ... reparte por 115 países de todo el mundo. Cuentan con más de 12.000 habitantes en México, por ejemplo, casi 3.000 en Cuba y Francia, otros quinientos en Australia... En otros destinos la marca regional no está tan presente, y estos votantes sólo se cuentan con los dedos de una mano: cuatro en Rumanía, tres en Camerún, o sólo uno en países como Serbia y Sierra Leona, por ejemplo.
Son los 38.443 cántabros repartidos por el mundo y que están llamados a las urnas, según el censo elaborado para estos comicios por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Electores que están estudiando, trabajando o simplemente ya se han instalado en un país lejos de la Cantabria. El Diario se ha puesto en contacto con cinco de ellos para conocer sus expectativas de cara a la cita de mañana. Es el caso de Borja Hernández, residente en Filipinas junto a 181 cántabros más según el INE, o el de Clara Fernández, en Finlandia, donde hay otros once registrados más. Desde Brasil, país que cuenta con un censo de 570 cántabros, habla Eduardo Gutiérrez, mientras que María Lastra y Pablo Aparicio se encuentran en el Reino Unido, donde hay 1.265 cántabros con potestad para votar por correo.
A pesar de que ni tienen las mismas ideas ni llevan el mismo tiempo pisando suelo extranjero, la mayoría coincide en una clave: que estas elecciones «serán determinantes para estabilizar la situación política, demasiado agitada desde hace meses». También revelan el vuelco del panorama político, sus preocupaciones, sus esperanzas. Expresan más de una comparación entre España y su destino con comentarios de todos los colores: «Ojalá el clima político se pareciera más a este» o«nos quejamos mucho porque ahora tenemos más partidos, pero aquí se presentan más de treinta», hasta la sensación de «la gran inestabilidad que se vive más allá de España».
Desde que en octubre llegó a Edimburgo, Reino Unido, Pablo Aparicio, de 23 años, es testigo de la «gran inestabilidad que ha creado el 'Brexit' en las islas británicas», pero eso no ha impedido que se mantenga informado de lo que sucede en España. Por esa razón pidió el voto por correo en la embajada. Por eso y porque desde que llegó no han parado de llegar los cambios. «Ya estaba fuera cuando ocurrió el auge de la extrema derecha en Andalucía, eso me sorprendió y preocupó mucho». De ahí la importancia del domingo, donde «nos jugamos poder revertir los años de crisis, el retroceso en derechos laborales, sociales...». Es un giro que extrapola a clave internacional, porque «sería una forma de contrarrestar el auge de la extrema derecha en todo el mundo, como un golpe sobre la mesa». Finalmente, agrega: «Quizá peco de optimista, pero hay que tener esperanza. Por eso voto, porque no hay que dejarse llevar por la mayoría».
Clara Fernández, de 21 años, estudia Bussiness (lo equivalente a Administración de Empresas) en Helsinki, Finlandia, desde noviembre, el tiempo suficiente como para soñar «que la política española podría parecerse más a la de los países nórdicos», pero esa es una meta a largo plazo. De momento, quiere ejercer su derecho al voto porque «está en juego la estabilidad del país y el clima político está muy alterado». La santanderina confía en que, a partir del lunes, «el resultado sirva para estabilizar la situación». Más teniendo en cuenta «el vuelco» que ha dado el panorama «desde la moción de censura». Sigue: «Luego llegó la extrema derecha en las andaluzas…». Los fineses celebraron sus propios comicios al parlamento el pasado 14 de abril, y esto le ha ayudado a distinguir algunas similitudes, pero también unas cuantas diferencias: «Finlandia es una utopía: no hay corrupción, hay más conciencia con el cambio climático...».
Borja Hernández, consultor y emprendedor de Torrelavega, acaba de cumplir una década en Makati City, Filipinas. Tenía intención de votar, pero «el correo de aquí es como es». Al contrario que el resto, le consuela pensar que «por desgracia, no nos jugamos tanto el domingo». ¿La razón? «El frentismo y la nula intención que revelan todas las opciones para llegar a acuerdos deja de lado la oportunidad de cambiar nuestro modelo productivo y otros tantos trenes que no logramos coger», lamenta el cántabro. Eso sin contar el eje izquierda y derecha con el que los candidatos «siguen tratando de convencernos», una perspectiva que, a su juicio, ha quedado totalmente caduca. El empresario ha tenido tiempo de observar ciertas características de la población filipina. «Podría decirse que son como los latinos de Asia, extrovertidos y dispuestos a ayudar en todo». Al otro lado de la balanza, la corrupción:«No es tan sofisticada como la española, lo aseguro».
En la ciudad de Swindon, en el Reino Unido, María Lastra también ha seguido la campaña nacional, aunque con algo más de distancia, eso sí. La política local y el desarrollo del 'Brexit' ya preocupan bastante a esta ingeniera civil, que trabaja en las islas desde noviembre. Con todo, extrae algunas claves para este domingo: «El hecho de que hayamos pasado del bipartidismo a un panorama con tantas opciones supone un vuelco histórico en el sistema, pero es muy difícil saber lo que va a pasar». Y para incertidumbre, lo que le espera en clave británica. Su mayor preocupación, ahora, el 'Brexit', son los acuerdos y desacuerdos que se vienen sucediendo en los últimos meses sobre la relación de las islas con la Unión Europea, un rompecabezas que «ni siquiera los ingleses pueden descifrar». Yagrega: «Los que llevan más tiempo en el Reino Unido quizá estén más tranquilos, pero los que llevamos unos meses estamos todos pendientes», se resigna.
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