Vox Cantabria alerta a la dirección nacional de la rebeldía en el voto de Cristóbal Palacio

Palacio aseguró a El Diario Montañés que lo hizo porque la moción de regionalistas y socialistas, que incluía aumentar las plazas de inspectores vinculadas a la Ley de Cadena Alimentaria, además de darle temporalmente a la empresa Tragsa potestad disciplinaria, era «perjudicial para los ganaderos y no podía prosperar». En cualquier caso, el abogado aseguró que en su grupo parlamentario «todos sabían mi opinión» y su partido es «muy respetuoso con la libertad individual».

Sin embargo, en Vox no lo ven igual. El incumplimiento de la disciplina de voto se suma al enfrentamiento que Palacio mantiene con la portavoz, Leticia Díaz, desde hace un año, lo que no ha hecho otra cosa que agravar las diferencias entre ellos. «No sabíamos nada de sus intenciones. Todos nos quedamos sorprendidos por lo que hizo porque es la primera vez que ocurre», señalaron desde el grupo parlamentario. Por eso, desde Vox Cantabria ya han alertado a la dirección nacional de la rebeldía de su diputado. Ayer mismo se envió un informe a Madrid, limitado a poner por escrito los hechos, sin entrar en juicios de valor, según indicaron, para que el órgano competente determine si es motivo de sanción.

La disciplina de voto no está regulada por ninguna ley estatal o regional. Ni siquiera por los reglamentos parlamentarios. Son directrices internas establecidas por los propios partidos. Aunque, por mucho que no se trate de una cuestión legal, saltarse la línea oficial puede acarrear graves consecuencias para el diputado que lo haga.

El PSOE es de los más claros al respecto porque recoge esta disposición de forma explícita en los estatutos del partido. Lo más habitual es que a sus diputados díscolos les imponga una multa que, en algunos casos, ha llegado hasta los 600 euros.

Los populares concretan esta cuestión en el reglamento interno -y no público- de su grupo parlamentario, con sanciones contempladas por no respetar esta disciplina entre los 500 y los 700 euros. Aunque también contemplan el 'voto en conciencia' para cuestiones morales como el aborto y la eutanasia.

En Podemos, no seguir la disciplina de voto se castiga con una multa de entre 500 y 1.000 euros e, incluso, con la separación temporal o permanente del grupo.

En Vox no hay ningún reglamento de este tipo. Sin embargo, un documento del año 2019 contextualizado en las elecciones municipales y autonómicas de aquel año explica que se prevén multas de hasta 3.000 euros a los insumisos.