Vox deja la decisión en manos de Abascal pero avanza que quiere tener consejerías

Díaz apuntaba en esa entrevista al enemigo, pero no a los posibles compañeros. Como también hizo en el debate de El Diario Montañés, dejaba entrever que si Vox era imprescindible exigiría gestionar consejerías en el nuevo Ejecutivo, pero tampoco lo decía con claridad. Y no lo decía porque la decisión no depende ni de ella, ni de ningún alto cargo de Vox en Cantabria, sino de Madrid. Santiago Abascal hace tiempo que avisó a sus territorios y de paso a Alberto Núñez Feijóo de que no habrá negociaciones individuales en cada municipio y comunidad autónoma en juego, sino que quiere un pacto general. Y hoy, en su primera declaración pública para analizar el escrutinio de las elecciones autonómicas y municipales, manifestó su deseo de «construir desde ayuntamientos y regiones una gran alternativa a la herencia terrible que nos ha dejado el pacto de Sánchez con todos los enemigos de la Constitución y de la unidad de España, a la alianza del socialismo con el comunismo, el separatismo y el terrorismo». Es más, subrayó que «es un deber construir esa alternativa y es a lo que nos vamos a entregar en cuerpo y alma». De hecho, ya se han producido contactos con el PP.

Si Abascal no cambio el discurso, lo que tratará de forzar en Cantabria y en otros lugares donde Vox también es imprescindible como Extremadura o Comunidad Valenciana es un acuerdo al estilo del que ya se ha probado en Castilla y León. Un pacto que, a tenor de los resultados de la noche del domingo, no hace mucho daño a la imagen del PP y refuerza a Vox. Repetir ese esquema implica la entrada, sí o sí, en los gobiernos. Eso es lo que quieren Díaz y su entorno. Quieren gestionar consejerías y manejar presupuesto. Es el objetivo, pero no lo verbalizarán hasta que sus superiores confirmen o corrijan la intención que llevan manifestando toda la campaña.

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Javier Arias Lomo

Vox celebró la pasada madrugada una marca «histórica e ilusionante» y que el suyo ha sido el partido con mayor crecimiento relativo. Todo pese a la profunda crisis interna que sufrieron a mediados de abril, cuando dimitió por discrepancias en la elaboración de las listas la mitad de la dirección regional, incluidos el gerente y el concejal de Santander, Guillermo Pérez-Cosío, a solo un mes de los comicios. Díaz celebró sus resultados y Emilio del Valle hizo lo propio por partida doble:por alcanzar tres concejales como candidato en Santander y por los buenos datos en todos los municipios en su posición de líder regional de Vox. En los 40 ayuntamientos en los que se presentaron se hicieron con 29 ediles –partían de tres–, algunos determinantes para las mayorías como ocurre en Camargo o Bezana.