Vox y PSOE votarán el miércoles contra el Presupuesto pactado entre PP y PRC

Ni en el PSOE ni en Vox ha gustado nada que el PRC se convierta, por segunda vez, tras el pacto de investidura de la presidenta, en la muleta del Gobierno regional en uno de los momentos más delicados de lo que llevamos de legislatura. Buruaga insistió una y otra vez durante la campaña en que gobernaría en minoría y en solitario, sin compartir la mesa del Consejo de Gobierno con Vox ni con otro partido, como sí ha ocurrido en otras comunidades donde el PP ganó las elecciones con mayoría simple. Y, de momento, gracias a la colaboración de Revilla, no le ha hecho falta.

«Todavía hay tiempo para que los regionalistas reconsideren su postura ante unos presupuestos injustos e insuficientes», dijo ayer el portavoz y secretario general del PSOE, Pablo Zuloaga, tras registrar en el Parlamento sus encmiendas a la totalidad. «El PRC tiene difícil apoyar unas cuentas que son manifiestamente insolventes para garantizar la sanidad pública o la educación pública; que además derogan parcialmente la ley del suelo y que, en definitiva, no son buenas para Cantabria y van a generar una situación de inseguridad económica en el año 2026 que, ya vaticinamos, será el crack económico de la financiación pública en Cantabria», detalló.

Para Leticia Díaz, portavoz de Vox, la firma del acuerdo presupuestario entre Buruaga y Revilla «forma parte de lo que ambos ocultaron del pacto de investidura, recuerda la vieja forma de hacer política, renunciando a los principios y dejando a un lado a la ciudadanía». «Si Revilla y Sánchez eran lo mismo para el PP durante la campaña, ahora ya son tres en la ecuación, porque Buruaga es la heredera defensora del legado de regionalistas y socialistas», denunció.

Zuloaga hizo especial hincapie en el intento de la subida del 20% de las nóminas de la presidenta y los consejeros, asi como la partida de 50.000 euros para llevar ferias de toros a los municipios en riesgo de despoblación, como ejemplo de que el PP «pone el negocio por delante del bienestar de la ciudadanía».

Díaz cree, además, que el Presupuesto «no ha tenido en cuenta los efectos que la inflación provoca: un progresivo empobrecimiento de las familias y un notable aumento de los ingresos públicos, generados artificialmente a costa de los contribuyentes y no gracias a un crecimiento económico». «Al no deflactar las tablas del IRPF, vigentes desde 2015, lo que se perpetúa es una subida de impuestos encubierta», se puede leer en la enmienda de Vox.

Tras el debate de enmiendas a la totalidad de mañana, el documento deberá pasar el trámite de enmiendas parciales para su aprobación definitiva en las próximas semanas y, así, entrar en vigor en enero de 2024.

Tras el debate de enmiendas a la totalidad de mañana, el documento deberá pasar el trámite de enmiendas parciales para su aprobación definitiva en las próximas semanas y, así, entrar en vigor en enero de 2024.