En las elecciones celebradas en 2019, Vox presentó candidatos en once municipios de la región. A estas acude con cuarenta 'sin miedo a nada ni a nadie', muy en particular en Meruelo, donde para pelear contra los demonios que le persiguen -las acusaciones de machismo, ... xenofobia y homofobia-, el partido de Santiago Abascal ha subido al ring electoral a una 'voxeadora'.
Cabeza de lista de Vox a la Alcaldía de este ayuntamiento, Noemí Muñoz, que lleva de número 2 a una 'tiktoker', es una experta en artes marciales, a las que llegó de la mano de su padre, practicante de kárate, y sobre las que ha terminado edificando un espacio íntimo en el que liberar sus tensiones. «Con cuatro niños que tengo, ya me contará», dice la mujer, madre de familia numerosa. «Muy numerosa».
Guiada por su progenitor, primero probó con el kárate. Pero como le parecía poco -«me aburría, la verdad», admite sin querer molestar a los amigos que hizo en el tatami- se pasó al full contact, disciplina que le dio un cinturón negro, y después al kick boxing, modalidad que le dio medallas. Un bronce en el Campeonato de España de 2001, una plata y un bronce en la Copa de Europa de 2002, una plata en el Campeonato de España de 2003 y un par de oros puros en competiciones regionales de light contact y semi contact con los que cerró una etapa para abrir otra.
Ahora, Noemí hace boxeo. Pero alejada de la competición y, desde hace cuatro años, mucho más preocupada por lo que sucede fuera que dentro de los cuadriláteros.
Otra vez de la mano de su padre, simpatizante de Vox, la boxeadora local, que se condijera «una mujer de derechas», decidió entonces involucrarse en el proyecto político que el partido de Abascal estaba construyendo para su municipio, muy de su gusto en el plano ideológico.
-Me gusta Vox.
-¡Pero si usted es mujer!
-También es mujer la candidata del partido a la Presidencia del Gobierno.
Como boxeadora que es, la candidata no dobla la rodilla ante ninguna provocación. «En Vox hay mujeres, homo-sexuales, negros, gitanos...», recuerda Noemí, que en absoluto se siente en inferioridad por el hecho de ser una mujer. «A las personas que piensan así, que creen que Vox es un partido sexista, homófobo, racista, fascista, les diría que no se dejen llevar por lo que les dicen otros partidos políticos (y algunos medios de comunicación, perdóneme usted, ¿eh?) y les invitaría a conocernos. Verán que somos gente normal, personas que solo queremos lo mejor para nuestro país. Nada más».
Impulsora de una ofensiva contra el movimiento 'okupa' con la que los vecinos consiguieron desterrar de Meruelo a casi todos sus 'okupantes' -«se resiste uno, pero como salga alcaldesa lo saco de ahí», advierte-, Noemí no tiene ningún miedo a los estigmas. «En el pueblo saben quien soy, una persona a la que le gusta ayudar a los demás».
-¿Con qué político le gustaría verse en el ring?
-Yo soy una mujer muy dialogante.
Pero ya puesta a imaginarse en un situación tan surrealista, «me subiría con Pedro Sánchez y con Irene Montero», dice. Con él, «bueno, yo creo que no hace falta ni explicar por qué». Y con ella, «porque no es normal el dolor que ha provocado con esa ley del 'solo sí es sí'». Para hacer guantes, sin más, «me subiría con Santi Abascal», sin reparar en la musculatura que se gasta el líder de Vox: «Hace falta mucho más que eso para tumbarme a mí».
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