El Gobierno regional pretende duplicar los recursos destinados a la ciencia con la nueva ley

Ángel Irabien anunció los cinco puntos fundamentales que se presentarán «a final de año» en el Parlamento de Cantabria. En primer lugar, pretenden que la nueva 'Ley Integral de Transferencia de Conocimiento de Cantabria' ayude a identificar los nichos de ciencia y universidades en los que la región pueda ser competitiva. Con ellos, pretenden que «puedan ejercer como palanca de una economía del conocimiento y de un desarrollo sostenible», señaló Irabien. Y también buscan determinar aquellos nichos «de carácter singular a nivel global, como pueden ser las cuevas de Altamira», añadió.

En segundo lugar, el anteproyecto quiere establecer una planificación, basada en «el rigor y el consenso», de un escenario científico a largo plazo.Irabien puntualizó que «la ciencia requiere tiempo y estabilidad para quien la ejerce». Además, en el tercer punto apeló a la consejera de Economía, María Sánchez Ruiz (quien también acudió a la presentación), en «un punto fundamental» del anteproyecto: disponer de los recursos humanos y materiales necesarios.

El cuarto punto de la futura ley se centraría en asegurar una gestión eficiente de los recursos y la difusión de los conocimientos generados con ellos. En ese aspecto, Irabien precisó «lo importante que es la ciencia y el valor que le ha dado la gente a raíz de la pandemia». «Tenemos que sobrevivir a base de ciencia», agregó. Además, por último, el proyecto pretende realizar un seguimiento y evaluación de los proyectos que va a desarrollar.

Estas cinco líneas maestras del anteproyecto de la ley de Transferencia de Conocimiento han salido de los tres debates celebrados en la sala María Blanchard del propio palacio de Festivales a lo largo de julio. En las mesas redondas se ha atacado el destino que deben tener los nuevos recursos que pretende dedicar el Gobierno de Cantabria a la ciencia. Actualmente, la región invierte el 0,83% del PIB en ella y quiere llegar hasta el 2% de la inversión, cifra que aun así se situaría por debajo de la media europea, que asciende al 2,20%.

En su discurso, Cristina Narbona apoyó el proyecto de ley. En ese sentido, destacó que el Gobierno regional «trabaja en la dirección correcta». Según ella, «aunque Cantabria sea una región pequeña, no hay ningún paso pequeño cuando se camina en la dirección correcta». «La ciencia –añadió– debe ser una herramienta a tener en cuenta por todos los responsables públicos» Y por último puso énfasis en que los recursos que va a repartir la Unión Europea «le dan una gran importancia a la ciencia y la transferencia de conocimiento».

Para finalizar intervino Pablo Zuloaga. Se mostró «ilusionado» por el grado de desarrollo del anteproyecto. Además recalcó el compromiso del ejecutivo de alcanzar el 2% de inversión del PIB. También dijo estar «agradecido por la participación», en referencia a los agentes del mundo científico de la región que han formado parte en los debates. «Tenemos una oportunidad inmensa», dijo. Para él, «el futuro de la región pasa por la ciencia».

El Proyecto Conciencia, que tuvo el respaldo de todos los partidos políticos de la región, desemboca así en el anteproyecto de ley que será presentado «a final de año», según adelantó Pablo Zuloaga. A partir de entonces, pretenden que durante el 2021 se tramite la nueva ley de Transferencia de Conocimiento de Cantabria, como fue bautizada.

A través de tres mesas de debate, el Proyecto Conciencia ha analizado el papel de los jóvenes investigadores, la función de los agentes sociales en la investigación y la transferencia como base de una sociedad del bienestar basada en el conocimiento, y la realidad de la ciencia en un mundo globalizado.

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