Zuloaga y Casares liderarán las listas del PSOE cántabro al Senado y al Congreso

Incluso hay un paso previo, el de la consulta a las agrupaciones locales, que según el reglamento interno tienen la potestad de proponer a la dirección regional a las personas que consideren más oportunas para encabezar las listas a ambas cámaras. En eso están ahora los militantes cántabros, que desde el fin de semana y hasta hoy se reunirán para poner sobre la mesa sus nombres. Y ahí es donde se ha producido un conflicto interno entre los afines a Zuloaga y los afines a Casares, los dos cargos con más peso político en el partido y que mantienen un pulso -más o menos intenso, dependiendo del momento-, desde que Ferraz impuso hace cuatro años que el segundo dejara la portavocía del PSOE en el Ayuntamiento de Santander y diera el salto a la política nacional como número uno al Congreso de los Diputados, una responsabilidad que volverá a asumir el próximo 23J.

Desde que Sánchez anunció que convocaba las elecciones después de analizar los resultados de las autonómicas y municipales en las que el Partido Popular resultó como claro ganador, en Cantabria se daba por hecho que Casares iba a ser de nuevo la apuesta para la Cámara Baja. Y se daba por hecho porque durante esta legislatura él ha sido uno de los diputados con más peso en el Grupo Socialista en su condición de portavoz de Economía, porque es el único cántabro que forma parte de la Ejecutiva Federal de Sánchez y, también, porque hace cuatro años su presencia fue una imposición del presidente. Por eso muchos militantes no daban crédito cuando su nombre no aparecía entre las 'sugerencias' que la dirección regional del PSOE de Cantabria había enviado a las agrupaciones para que estas los analizaran.

En el menú de nombres ofertado aparecían Raúl Pesquera (consejero de Sanidad en funciones y diputado en el Parlamento de Cantabria que se constituirá el próximo 22 de junio), Charo Losa (alcaldesa de Laredo, que no repetirá tras perder las elecciones y caer de primera a cuarta fuerza en el consistorio pejino), Pablo Antuñano (líder local de los socialistas de Castro Urdiales) y los todavía regidores de Santoña y Piélagos, Sergio Abascal y Verónica Samperio, que en dos semanas tendrán que ceder también el bastón de mando. Pero no estaba Pedro Casares, así que su reacción consistió en avisar a las agrupaciones de que él sí estaba disponible -por si había alguna duda- y a la vez defender que lo mejor para la candidatura al Senado era que la encabezara Esther Bolado, que tras ocho años al frente del Ayuntamiento de Camargo también ha sido superada por el PP y tiene el respeto generalizado de la militancia.

O lo que es lo mismo, que ni Pablo Zuloaga -o su entorno- ha propuesto a Pedro Casares para el Congreso, ni Pedro Casares -o su entorno- ha propuesto a Pablo Zuloaga para el Senado. Y pese a ello, el secretario general de los socialistas de Cantabria y el secretario general de los socialistas de Santander harán tándem y aparecerán en los carteles del PSOE de cara a las elecciones generales.

Fuentes del partido señalan que la decisión sobre el líder regional del PSOE, que hace solo una semana se enfrentó a las urnas como número uno de la lista socialista al Parlamento de Cantabria -aunque ganó un diputado y casi 10.000 votos respecto a hace cuatro años, la caída socio regionalista hace imposible reeditar la fórmula del bipartito-, procede de la dirección nacional. Desde Ferraz están empujando a distintos líderes que el 28M fueron apeados del gobierno como consecuencia de la marea azul y que consideran que tienen tirón entre los militantes para que se pongan al frente de las candidaturas a las elecciones generales. Ha pasado, por ejemplo, con el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, que capitaneará la lista al Congreso por su provincia, un sistema que puede repetirse también en Sevilla con Antonio Muñoz ahora que dejará el poder en la capital hispalense. Lo mismo ocurre con la aún presidenta balear, Francina Armengol, que tras perder las elecciones se irá a Madrid. Es cierto que en todos esos casos los damnificados por las urnas probarán suerte en la Cámara Baja, no en la Cámara Alta, como Zuloaga.

Con independencia de lo que aparecía en la sugerencia inicial de la dirección regional del PSOE a las agrupaciones, finalmente acompañarán a Casares en la papeleta al Congreso de los Diputados tanto Losa como Antuñano, pero no Pesquera. Tampoco Samperio ni Abascal, pese a que sí se les sondeó al respecto. Lo que aún no se conoce es el orden, que se cerrará entre el jueves y el sábado.

En el caso del Senado, tras Zuloaga estarán Bolado y el exregidor de Torrelavega, José Manuel Cruz Viadero, que hace cuatro años, en las elecciones generales de noviembre de 2019, ya lo intentó sin éxito después de quedarse sin la Alcaldía. Cabe recordar que, a diferencia de lo que ocurre en la candidatura al Congreso, la elección en el Senado es mediante el sistema de listas abiertas. Es decir, el votante puede escoger si marca la casilla de todos los candidatos de un partido o no. Aunque no es común, podría darse el caso de que la persona que aparece en tercer lugar tenga más apoyo que la que está en el segundo o el primer puesto.

Como establece la normativa electoral, Cantabria elegirá el próximo 23 de julio a cinco diputados y cuatro senadores. Por ahora, y a expensas de lo que pase en el Comité Regional y el Comité Federal, el PSOE es el único partido que ha decidido sus candidatos a las generales. En el PP parece probable que la lista al Congreso la encabece el exministro Íñigo de la Serna y, en el caso del PRC, por ahora no ha decidido ni siquiera si concurrirá a unos comicios que hace cuatro años le dieron su primer diputado de la historia. La primera -y última palabra- sobre las listas en Vox no la tiene Cantabria, sino la dirección nacional de Santiago Abascal.