Zuloaga choca con Revilla y considera «inmoral» eliminar el impuesto de Patrimonio

PRC y PSOE, los dos socios del bipartito cántabro, habían mantenido hasta ahora una unidad de discurso en la política fiscal del Ejecutivo. El planteamiento que mantienen es no tocar de cara al próximo ejercicio los impuestos. Ambos rechazan la rebaja fiscal que defienden PP, Cs y Vox porque socialistas y regionalistas consideran que beneficia especialmente a las rentas más altas y dejaría a la administración sin unos recursos necesarios para soportar los servicios públicos y hacer frente a las ayudas a las familias y a los sectores más afectados por la crisis de precios. Ese bloque entre aliados se ha roto con el debate nacional sobre el impuesto de Patrimonio. Mientras que el presidente Revilla afirma que su partido analizará si apuesta por su supresión en el próximo programa electoral, el vicepresidente Zuloaga lo rechaza de plano.

Sería «una inmoralidad», afirmó ayer el líder de los socialistas. No habló directamente en estos términos sobre la decisión del PRC, pero sí indirectamente al usar esta expresión para calificar la supresión de Patrimonio por parte de la Junta de Andalucía. El PSOE se opone a la eliminación del impuesto y a cualquier política que beneficie «solamente a unos pocos». «En escenario económico como en el que vivimos deberían dedicar todos tus esfuerzos, igual que lo hace Cantabria, a pensar en el 99,8% de la población que son los que más necesitan de los recursos públicos para salir adelante y no en ese 0,2%», defendió Zuloaga, que considera «injusto que gobiernos como el de Madrid y Andalucía decidan reducir su capacidad de financiación a costa de beneficiar a los más ricos y luego exijan al Gobierno de España que aumente la financiación de sus territorios».

También se ha pronunciado el portavoz de Ciudadanos (Cs) Félix Álvarez, que ha contestado a las últimas declaraciones vertidas por el presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, en las que manifestaba estar de acuerdo con la centralización de impuestos que defiende el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, para evitar que algunas comunidades autónomas se conviertan en «paraísos fiscales», anunciando a su vez, que el PRC analizará de cara a las próximas elecciones el mantenimiento o no del impuesto de patrimonio.

Álvarez ha señalado al respecto que a «Revilla le indigna que Andalucía elimine el impuesto de Patrimonio, pero le encanta la singularidad fiscal de Euskadi y las prebendas a Cataluña». «Esta es la diferente vara de medir del presidente de Cantabria», ha destacado Álvarez, quien considera que mientras Revilla apoya un cálculo del Cupo Vasco que permite al Gobierno de Urkullu esquivar la solidaridad fiscal que debieran tener todas las comunidades autónomas, y se calla la boca ante los favores en forma de dinero e inversiones que favorecen a Cataluña, «se enfada y reclama unificar la fiscalidad en España cuando en Andalucía se plantean eliminar el impuesto de Patrimonio».

«A este Gobierno le encanta recaudar para tener más dinero que repartir como mejor le convenga y que los ciudadanos le deban favores. Así saca rédito electoral, repartiendo dinero al antojo de sus caprichos», ha recalcado Álvarez, quien una vez más ha reiterado que el dinero está mejor en los bolsillos de los ciudadanos.

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