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«Zuloaga está bastante desolado y ha podido comprobar en primera persona que pinta menos que Torra». Estas palabras de Miguel Ángel Revilla, cuando se supo que el Consejo de Ministros apoyaba a Barcelona y no a Comillas como futuro centro meteorológico europeo, cayeron ... como una bomba en el PSOE cántabro. No solo el vicepresidente había quedado desautorizado por Moncloa -por el Ejecutivo de su propio partido- pocas horas después de presentar un proyecto en el que llevaba meses trabajando, sino que el líder del PRC le dejaba en una posición pública muy incómoda. Este jueves, cuando este periódico le preguntó por esas declaraciones del presidente cántabro en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Zuloaga guardó silencio. No respondió. Se limitó a decir que el Ministerio de Pedro Duque «ha alabado y avalado» la propuesta de Comillas «por su calidad» y que ofrecerá «un valor añadido» a Barcelona cuando se enfrente al resto de candidatas europeas. Es decir, ni una mala palabra para el Ejecutivo de Sánchez tras echar por tierra las aspiraciones cántabras.
Tampoco se prodigó en sus respuestas sobre las polémicas nacionales a las que se está enfrentando su partido durante la gestión de la pandemia. Sobre el 'caso Marlaska' se limitó a decir que no cree que haya mentido ni que deba dimitir como ministro del Interior. Y tampoco tuvo reproches para Pedro Sánchez por la creación de una dirección general que no existía, la de Agenda Urbana, y haya nombrado a un amigo suyo de la infancia, Ignacio Carnicero, para dirigirla. «Sin entrar a valorar el nivel de amistad, goza de un currículum absolutamente alabable», contestó.
Respecto a la «más que probable» entrada de Cantabria en la fase tres el próximo lunes, Zuloaga ha detallado en su comparecencia que el Gobierno de Cantabria trabaja «en su conjunto» en la elaboración de un decreto de 'desescalada', que regulará las normas de funcionamiento en esta nueva etapa. La Comisión de Desescalada se reunirá mañana, viernes, para avanzar en su elaboración, a lo largo del fin de semana se culminará y se publicará el mismo lunes en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC).
El vicepresidente y portavoz del Gobierno ha detallado que se trata de «asumir toda la competencia» que tiene la comunidad autónoma a la hora de regular las «horquillas» que el Gobierno central deja en manos de las comunidades autónomas en el paso a fase tres: actividades como guarderías, autoescuelas o centros de formación, o la posibilidad de ampliar los aforos de instalaciones culturales, turísticas, de hostelería y restauración. Cada consejería presentará este viernes las propuestas para la fase tres en sus respectivos ámbitos en la reunión de la Comisión de Desescalada.
Preguntado por una mayor concreción de las normas que regulará este decreto, Zuloaga ha respondido que «es pronto» y que sería «precipitado» avanzar los aspectos en los que están trabajando las consejerías porque aún tienen que «pasar el filtro» de la Consejería de Sanidad y la Dirección General de Salud Pública. En todo caso, ha señalado que cada consejería ha hecho una «labor de prospección» y se tienen en cuenta las opiniones de los sectores afectados.
El vicepresidente ha señalado que toda la documentación que planteaba el Ministerio de Sanidad para el paso a la fase tres «ha sido remitida en tiempo y forma«, y al igual que con el pase a la fase uno y a la fase dos, Cantabria considera que se cumplen las previsiones del Ministerio para llegar »lo antes posible« a esa 'nueva normalidad'.
El vicepresidente cántabro que también es consejero de Cultura ha explicado que dentro de las competencias de ese último cargo no ha participado en la decisión ni en la propuesta sobre la intervención del artista Okuda en el faro de Ajo y, por ello, según ha añadido, se reserva su opinión.
Zuloaga ha señalado que se trata de una iniciativa que ha promovido el Ayuntamiento de Bareyo, y que cuenta con el apoyo del presidente regional, Miguel Ángel Revilla, y de las consejerías de Industria y de Turismo, así como de la Autoridad Portuaria de Santander.
De hecho, a la presentación de esta propuesta, que cuenta con una financiación conjunta de 75.000 euros, acudieron Revilla, los consejeros de Industria y Turismo, Francisco Martín y Marina Lombó, el presidente de la Autoridad Portuaria, Jaime González, y la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, además del alcalde de Bareyo, José de la Hoz.
Este proyecto ha sido criticado por colectivos vecinales y por partidos como IU, que ha presentado alegaciones y que ha adevrtido de una posible «prevaricación» porque el edificio del faro está catalogado como «protección integral» en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y «no puede ser modificado con la técnica que se pretende», según asegura.
El vicepresidente y consejero de Cultura ha considerado que el Ayuntamiento habrá previsto «cuáles son las ideas que le llevan a tomar una decisión como ésta» y el objetivo que tiene con ella.
«Como consejero de Cultura no he entrado en la decisión ni en la propuesta y, por lo tanto, me reservo mi opinión», ha apuntado Zuloaga.
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