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Jueves, 16 de enero 2020, 10:30
En las cimas y laderas de montañas que rodean el valle de Iguña se han localizado importantes testimonios arqueológicos de la Edad del Hierro y época romana, entre ellos, dos asentados sobre las cumbres que coronan la divisoria entre el valle de Iguña y el ... de Toranzo: Cilda y Espina del Gallego. En este último, situado en el límite de Arenas, Corvera de Toranzo y Anievas, se han descubierto evidencias contemporáneas a las llamadas Guerras Cántabras, identificándose una veintena de estructuras cántabras aterrazadas de un castro de 3,2 hectáreas rodeadas por tres líneas de muralla que se superponen con evidencias latinas (entre ellas un edificio cuadrangular de 83 m de largo y 5 de ancho que se corresponde con los tipos de barracón romano).
En cuanto a los vestigios romanos de la cumbre de Cildá, a 1.064 m de altura y dominando los valles del Pas e Iguña, se extienden los restos de un campamento romano de campaña, de 23-25 hectáreas, del tipo castra in monte o castra necesaria, dotado de estructuras defensivas a base de terraplenes de tierra, fosos dobles, puerta en clavícula... En él ha aparecido material de época augústea. Otro campamento de campaña más pequeño, El Cantón, se halló sobre La Cotera Redonda o La Redonda, entre Arenas y Molledo.
El conjunto arqueológico de La Espina del Gallego, Cildá, Cantón y Campo de las Cercas fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica en 2002.
También se han encontrado restos protohistóricos entre los municipios de Arenas y Cieza, como los castros de Cueto del Agua (también llamado la Ceja de las Lombas), de casi cuatro hectáreas y del cual se conserva una gran muralla, o el Castro Pepín, situado en el collado entre Arenas y Villasuso de Cieza. En Bostronizo, sobre la cima del monte en cuya ladera se halla la iglesia mozárabe de San Román de Moroso, se ubica otro castro: el del Alto del Cueto, que presenta un lienzo de muralla y un camino de piedra.
En Arenas de Iguña pueden verse diversos edificios de la Edad Moderna, entre ellos las torres de Núñez de Bustamante y la de Quevedo y Castañeda, ambas del siglo XVI, o la Portalada de Mesones del XVII, Bien Inventariado desde 2002. También siguen modelos de vivienda en hilera acuñados en aquella época numerosos bloques localizados en el valle, entre ellos es de destacar el conjunto situado junto a la plaza de San Vicente de León.
Detalle del palacio de Los Hornillos, en Las FraguasPor otra parte, en Arenas de Iguña se localiza uno de los uno de los más importantes ejemplos de arquitectura pintoresquista decimonónica de Cantabria: el palacio de los Hornillos. La residencia y el conjunto de edificaciones de servicio que lo complementan (caballerizas, torre de guarda y vaquería) fueron proyectadas por el arquitecto británico Ralph Selden Wornum, quien concibió un palacio a la manera de una casa de campo inglesa, precedente del palacio de la Magdalena. El conjunto se construyó entre 1897 y 1904 en una finca de Las Fraguas para Mariano Fernández de Henestrosa, duque del Santo Mouro, mayordomo mayor del Rey y más tarde alcalde de Madrid. En el interior de esta residencia se encuentran las esculturas orantes de los Acebedos, declaradas Bien de Interés Cultural con la categoría de Mueble en 2003. Las piezas, están datadas en el siglo XVII y pertenecían al arruinado palacio de los Acebedos, situado en el municipio de Entrambasaguas. En un extremo del parque que lo precede se halla otro palacete, éste de estilo clasicista, también de finales del XIX.
Entre los ejemplos de arquitectura religiosa destacados de Arenas de Iguña se cuentan: San Román del Moroso (Bostronizo), La Asunción (La Serna), San Juan de Raicedo (San Juan de Raicedo) y Santa Lucía (Arenas de Iguña).
San Román de Moroso de Bostronizo es uno de los pocos ejemplos de arquitectura mozárabe de Cantabria. Está situada en Bostronizo y levantada en piedra de sillería hacia el siglo X, si bien su primera referencia documental data de 1119. Consta de un presbiterio y una nave rectangulares unidos por un arco de herradura con cubierta de madera, limitándose la decoración a los modillones. Es Bien de Interés Cultural, desde 1931.
La Asunción de la Serna es templo de una nave con un pequeña capilla mayor que termina en ábside semicircular, cubierta por una bóveda de cañón (en el exterior cubre dicho ábside la sacristía) y flanqueada por dos capillas. El origen de esta iglesia se remonta al año 1067. El resto fue reedificado en el siglo XVI. Custodia un retablo en la capilla del evangelio con una inscripción que lo fecha en 1576, el retablo mayor es obra de mediados del XVIII.
San Juan de Raicedo, en la localidad homónima, se remonta a época románica. Fue levantada en el siglo XII y consta de una sola nave cubierta por una bóveda de cañón rematada por un ábside semicircular –posteriormente se añadieron la espadaña (XVIII) y una capilla lateral–. Presenta una interesante decoración escultórica en capiteles y canecillos. Fue declarado Bien de Interés Local en 2003.
Santa Lucía de Arenas de Iguña es un templo de una nave con capilla mayor cuadrada (cubierta con una bóveda de cañón). Fue construido en los siglos XIV-XV, siguiendo los parámetros del gótico. Adosada a una vivienda fue levantada en sillería. Custodia una interesante escultura gótica de la Virgen de la Magdalena.
Otras construcciones religiosas de Arenas de Iguña son la ermita de Santa Marina de Cohiño, un templo de una nave con capilla cuadrada construido a finales del siglo XV, principios del XVI, con un retablo del XVIII y una pila bautismal de piedra labrada; la ermita de la Virgen del Moral de Los Llares, construcción fechada en el siglo XVI; San Jorge de Pedredo, templo construido hacia 1618, de una nave con capilla mayor cuadrada cubierta por bóveda de crucería, con un retablo mayor del siglo XVIII; San Vicente de León, un templo de una nave, fechado en 1772 y 1784; San Jorge (Las Fraguas), ejemplo de historicismo decimonónico, construida hacia 1899 cual templo romano, recortada contra un alto de Las Fraguas; y la iglesia parroquial de Bostronizo, construida en 1945.
En este apartado ha de reseñarse una de las obras de ingeniería más recientes y espectaculares de cuantas han sido acometidas en la historia en este término: el viaducto de Pedredo, integrado en la nueva Autovía Cantabria-La Meseta (A-67), cuyo trazado discurre ligeramente más al oeste que la carretera actual (N-611), que atraviesa Arenas de Iguña. El paso elevado se sitúa a la salida de un túnel de 1.100 m de longitud que penetra hasta el valle de Iguña. El viaducto mide 930 m ha sido proyectado como puente de viga contitua de 8,1 m de anchura, completado con costillas prefabricadas en lkas que apoyan las losas laterales.
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