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Jueves, 16 de enero 2020, 10:23
La cuevona de Bedicó es el yacimiento paleolítico más importante de la zona. Tanto ésta como las cuevas de Gurugú II y Gurugú III han deparado interesantes hallazgos prehistóricos. En ellas destacan abundantes lascas de sílex, un extraordinario yacimiento paleontológico con varios osos de las ... cavernas, un hacha de mano de arenisca del Paleolítico Inferior –intensamente patinado– conocido como 'el hacha de Bedicó' y cerámicas medievales. Es posible que con anterioridad al fin de las Guerras Cántabras, en el año 19 a. C., las minas de Mercadal ya estuviesen explotadas. A diferencia de lo que ocurrió en el resto de la región, donde el proceso de romanización fue tardío y lento, la cuenca del Besaya constituyó la vía de colonización más importante. La calzada, documentada en el llamado 'Itinerario de Barro', discurre a media ladera del municipio, siendo Mercadal su objeto económico principal.
Este municipio posee dos magníficos conjuntos históricos: Cartes y Riocorvo, cuyos cascos antiguos reúnen excelentes muestras de arquitectura civil de los siglos XVII y XVIII. La villa de Cartes, emplazada en la ribera del Besaya, es un ejemplo de asentamiento rural organizado linealmente, concentrándose sus edificaciones a ambos lados de esta arteria vial que lo atraviesa, el Camino Real de Reinosa, principal vía de trasiego comercial de los mercaderes de Castilla hacia el puerto de Santander. De esta forma, en una única calle (reformada en 1789 por el Director del Camino Real Hilario Alonso de Jorganes) se disponen en hilera un gran número de casas edificadas en su mayor parte en los siglos XVII y XVIII conformando un conjunto homogéneo, con fachadas abiertas a la vía y la parte posterior destinada a funciones hortícolas y agropecuarias. Muchas presentan escudos heráldicos, arcadas, solanas y aleros volados. En ambos extremos de esta vía se alzan dos elementos cuyo origen se remonta a época gótica: los torreones y el ayuntamiento.
Los Torreones, fortaleza del siglo XV, fue residencia del gobernador condal y a la vez fielato donde se percibía el derecho de portazgo, junto al camino que conducía hacia la Meseta. Su estructura es de planta cuadrada, formada por dos cuerpos rectangulares de dos plantas unidos por arcos abovedados. Actualmente, de estos dos cuerpos, el meridional está destinado a vivienda y su actual fisonomía es del siglo XIX, mientras el otro ha sufrido una profunda restauración y ha sido recuperado por la Consejería de Cultura de Cantabria como sala de exposiciones temporales de los diferentes ámbitos del lenguaje artístico: pintura, escultura, fotografía, etc. También perduran algunos restos de épocas precedentes, como el conjunto de los Torreones, la antigua ermita, de origen gótico o el edificio que alberga el actual Ayuntamiento de Cartes cuyo arco de ingreso de medio punto y escudo se remontan al siglo XVI, si bien fue reformado en 1672.
El buen estado de conservación del conjunto monumental de Cartes, escenario de la acción de la novela Marianela, de Benito Pérez Galdós, y su importancia histórica llevaron a declararla en 1985 Bien de Interés Cultural de Cantabria con la categoría de Conjunto Histórico Artístico.
También el casco urbano de Riocorvo goza de esta protección y fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Artístico en 1981. Se asienta, al igual que Cartes, a lo largo de la antigua camino que unía Reinosa con la costa cantábrica. Cuenta con varias edificaciones de gran interés, entre ellas se cuentan la casa de Velarde, del siglo XVII, reformada posteriormente (consta en obras en 1752); la casa-palacio de los Alonso Caballero, un edificio de tres alturas y planta rectangular, ornado con los escudos de la familia Alonso, cuya construcción se remonta a mediados del siglo XVIII; y la llamada 'casa de los púlpitos', también del siglo XVIII.
También se pueden ver interesantes muestras de arquitectura civil de la Edad Moderna en las localidades de Corral y San Miguel, (área conocida como Cohicillos). Entre los ejemplos singulares a destacar son de citar la casa de los Alonso en el pueblo de Santiago de Cartes, del siglo XVII, y la casa de García Bustamante de Mercadal, contratada en 1692 con Sebastián de la Torre Sota, vecino de Pontones.
La iglesia de Santa María de Yermo, declarada Bien de Interés Cultural el 4 de julio de 1930. Se alza sobre un antiguo monasterio que los obispos Severino y Ariulfo donaron en el siglo IX al Obispado de Oviedo. El templo actual, obra del maestro Pedro Quintana (1203), es de dimensiones reducidas, con una sola nave y ábside semicircular con presbiterio, de estilo románico arcaizante. La estructura primitiva de la iglesia se vio alterada con diversos añadidos de los siglos XVII y XVIII, como la sacristía y la espadaña. De su exterior destaca la fachada meridional, en la que se ubica la puerta de acceso, apuntada, con arquivoltas de bolas y diamantes que apoyan sobre una línea de cimacios decorados, y dos capiteles a los lados con temas animalísticos. De los elementos decorativos de la portada sobresale su tímpano, ornada con un bajo relieve que representa el tema del caballero cristiano que se enfrenta al dragón con cabeza y patas de léon, alas de águilas y cola de serpiente (iconografía con la que suele representarse a san Jorge). En el reverso de la pieza, ya en el interior del templo, se ve al jinete hiriendo a la fiera mortalmente.
Flanqueando la portada se sitúan dos ventanas gemelas románicas con arco de medio punto doblado y guardapolvos de billetes, sobre uno de los cuales se plasman dos relieves que representan a la Virgen con el Niño. Completa la decoración del exterior del edificio un magnífico conjunto de canecillos de variada temática: cazadores, juglares, representaciones de la lujuria, formas geométricas, etc. En lo que respecta al interior del templo, destaca el arco triunfal decorado, que se apoya sobre capiteles historiados. El ábside está adornado por un retablo de estilo barroco.
De las demás edificaciones religiosas repartidas por el municipio sobresale la iglesia de Santiago de Cartes, del siglo XV dentro de los parámetros del gótico. Fue reconstruido en 1883. De su interior destaca un mosaico con una representación ecuestre del apóstol Santiago, del catalán Santiago Padrós (1918-1971), natural de Tarrasa, autor de, entre otros, los mosaicos de la Virgen Grande de Torrelavega y los de la cúpula de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.
Otras construcciones religiosas del municipio son la iglesia de la Purísima Concepción o de San Pantaleón, localizada entre Corral y San Miguel que data del siglo XVII; la de Sierra Elsa, del XVIII; y la de Riocorvo, del siglo XIX (1804), y flanqueada por dos viviendas. Además, en el barrio de Cohicillos se ubica la ermita de San Cipriano, construida en el siglo XVII, que atrae a un gran número de romeros del valle del Besaya en su fiesta, celebrada el 16 de septiembre.
Cartes cuenta, además, con ocho molinos incluidos en el Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria como Bienes Inventariados. Se trata de los situados en La Fuente, Borio, La Aceña, Riocorvo, Belmonte, Parayas, Las Bárcenas y El Salto. Estos ingenios hidráulicos, que representan sólo la tercera parte de los que se construyeron en Cartes, tienen diferentes grados de conservación. Dos molinos han cambiado de uso y se han restaurado (Belmonte y Parayas); otro sigue utilizándose para la producción hidráulica (El Salto); el de Borio es una vivienda particular; los de Parayas, Las Bárcenas y La Fuente se encuentran en ruinas. Por último, de este municipio destaca también una construcción muy típica: la bolera situada en el núcleo de Cartes.
Entre las obras de ingeniería a destacar de este municipio sobresale el puente de Santiago de Cartes que salva el río Besaya. Fue construido por vez primera entre 1585 y 1596 y rehecho en ocasiones posteriores, en especial en el contexto de las obras del Camino Real a Reinosa del siglo XVIII (1775).
En este apartado ha de reseñarse una de las principales obras de ingeniería acometidas en Cantabria en la Edad Moderna: el Camino Real Santander-Burgos siguiendo el corredor del Besaya, una obra cuyo trazado atraviesa en municipio de Los Corrales de Buelna y ha venido a marcar decisivamente la marcha de su economía. El camino se basó en un proyecto del ingeniero Sebastián Rodolphe; su ejecución fue aprobada en 1748 y corrió a cargo de los maestros de obra Marcos de Vierna e Hilario Alfonso de Jorganes. Partía de la vía tradicional, mejorada en 1590; la vía construida medía 28 pies de ancho (21 el camino, flanqueado por 3,5 de pared).
El tramo que discurre entre Santander y Reinosa fue concluido en 1753 y supuso la apertura de, entre otras, la llamada 'ruta de las harinas' que condujo al despegue comercial de la cuenca del Besaya y Campoo. En 1787, el Real Consulado de Santander se hizo cargo de este trayecto.
Sobre este camino se levantó en el siglo XX la N-611. En 2004 fue inaugurado un tramo de la nueva Autovía Cantabria-La Meseta (A-67), cuyo trazado discurre ligeramente más al oeste que la carretera actual; se trata de una obra de gran envergadura que incluye la ejecución de grandes obras. En los límites de Cartes se abre un túnel que atraviesa el monte Coteruco y está compuesto por dos entradas de 663 y 690 m de longitud con una anchura de 14 m. A la boca de ambos conducen sendos viaductos, sobre la carretera de Riocorvo se tiende uno de 170 m de longitud y 37 m de altura.
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