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Jueves, 16 de enero 2020, 10:21
Torrelavega ha logrado consolidar en los últimos años una progresiva recuperación general en aspectos claves para su desarrollo económico, después de la grave crisis que soportó, en la década de los ochenta y noventa, con motivo de la recisión industrial en toda la comarca. El ... censo de población, el comercio y la industria, ejes vitales para el desarrollo de la ciudad, han experimentado una reciente mejora.
Distribución de la población activa por sectores económicos | ||
Municipio | Cantabria | |
Sector primario | 1.9 | 6.0 |
Construcción | 15.4 | 13.5 |
Industria | 21.7 | 18.9 |
Sector terciario | 61.0 | 61.6 |
Tasa de actividad | 50.7 | 52.5 |
Tasa de paro | 16.4 | 14.2 |
Las actividades agrícolas como base económica principal de los torrelaveguenses cada vez son más minoritarias. De hecho, el porcentaje dedicado a ellas apenas alcanza el 2%, siendo más frecuente la actividad mixta, combinada con el trabajo industrial. No obstante, este panorama no ha sido impedimento para que Torrelavega se mantenga como el núcleo central del intercambio comarcal ganadero después de más de siglo y medio desde aquella primera celebración de una feria monográfica de ganado en la Llama de la Colina (el 14 de noviembre de 1884), lugar donde hasta entonces se desarrollaban de forma conjunta los mercados generales y ganaderos. Aunque en un principio quedaría establecido el primer lunes de cada mes como día estipulado para esta cita, en 1856 se trasladó al primer domingo del mes y en 1871 se amplió al tercero.
En el año 1881 se inauguró la feria extraordinaria impulsada por los comerciantes S. Bielba y J. Pacheco, quienes recogieron firmas para reclamar la ampliación del recinto ferial de La Llama. A ella se unieron con el tiempo las ferias de Santa María, en abril, y de San Juan, en junio, consolidándose así Torrelavega como centro comercial ganadero. Para adaptarse a esa favorable situación de desarrollo se buscó una solución definitiva de emplazamiento, que finalmente se vería traducida en el Mercado Nacional de Ganados, que lleva el nombre del ex alcalde de Torrelavega José Collado Soto, quien favoreció su construcción. Este recinto de más de 150.000 m2 de superficie total, al que se le conoce también como 'La Cuadrona', fue inaugurado el 27 de junio de 1973 por los entonces príncipes de España, don Juan Carlos y doña Sofía. En él tienen lugar todos los miércoles las ferias ganaderas más importantes de España, pero, además, su versatilidad le ha permitido acoger en su interior competiciones automovilísticas, conciertos musicales y represenctaciones teatrales, entre otras actividades alternativas.
En el ámbito industrial, su desarrollo se inició en la segunda mitad del siglo XVIII, con el asentamiento de varias fábricas de harinas, curtidos e hilados. En esta primera etapa Torrelavega comienza su proceso de transformación, pasando de ser un pequeño concejo agrario basado en actividades agrícolas tradicionales a configurarse como núcleo mercantil y embrión industrial que ya establece incipientes lazos de relación con el entorno.
Pero fue con la llegada de grandes empresas como Solvay, Sniace y Asturiana de Zinc, entre finales del XIX y principios del XX, cuando Torrelavega alcanzó su máximo desarrollo económico. Junto a ellas se instalaron otras, como la Granja Poch, los talleres Obregón, La Lechera Montañesa... En este progreso de la villa influyen de manera clave dos factores: la riqueza minera y la fertilidad del suelo, que le han permitido el uso y explotación de sus recursos naturales, y el establecimiento de una red de infraestructuras de transporte, tanto terrestre como ferroviaria, entre núcleos, que facilitó la conformación de un espacio industrial articulado de proyección supramunicipal.
La sociedad Solvay, dedicada a la fabricación de productos sódicos, sosa y carbonato sódico, constituyó la primera gran instalación industrial de la región y uno de los hitos en la historia de Cantabria. Su implantación en Barreda se debió a la abundancia de materias primas fundamentales, aunque también se tuvo en cuenta su proximidad a las líneas ferroviarias y a la costa. Comenzó su actividad en 1908, convirtiéndose en un gran complejo químico, dependiente del cual surgieron otras empresas vinculadas productivamente a ella, como Braso S.A., Industrial Jabonera Villalobos, Continental-Fábrica Española de Caucho –absorbida después por Firestone– y Sniace (Sociedad Nacional de Industrias y Aplicaciones de Celulosa Española S.A.).
Esta última, productora de celulosa, papel y fibras textiles artificiales a partir de una materia prima fundamental como es la madera, fue creada en Madrid en 1939 y llegó a Cantabria en 1941, instalándose al norte de la ciudad, en las proximidades de Reocín. Todas ellas contribuyeron al crecimiento y expansión de Torrelavega. Sin embargo, una grave crisis industrial azotó a la comarca en la década de los años ochenta y noventa, suponiendo la desaparición de diferentes empresas e importantes pérdidas de empleo.
El impacto sobre las actividades económicas fue muy fuerte, aunque desde 1997 ha comenzado a apreciarse una ligera recuperación. Hoy en día la favorable perspectiva del sector industrial –que ocupa al 21,7% de la población activa del municipio– se apoya en el progresivo asentamiento de Sniace y en la tónica de estabilidad que mantienen empresas como Solvay, Firestone y el Grupo Armando Álvarez (fábricas de madera Armando Álvarez, S.A. y de plásticos Aspla Plásticos Españoles, S.A.). El aspecto negativo más reciente desde el punto de vista económico está en el cierre de la mina de AZSA (antigua Asturiana de Zinc) en Reocín en 2003 como consecuencia del agotamiento de recursos después de más de un siglo de explotación. Por último, el sector de la construcción ocupa al 15,4% de la población activa torrelaveguense.
El comercio cuenta con una arraigada tradición, cimentada en las múltiples ferias y mercados que han marcado la historia local de esta ciudad. Uno de los elementos favorecedores que han determinado el desarrollo comercial de Torrelavega ha sido su ubicación estratégica, en la encrucijada de los caminos hacia Asturias y la Meseta. La apertura del camino de Reinosa (entre 1749 y 1754), enlace entre Santander y Castilla, canalizó los intercambios comerciales, siendo Torrelavega lugar de paso obligado, y dio lugar a la etapa de mayor esplendor comercial para el puerto de la ría de Suances. A partir de la realización del primer mercado semanal, que tuvo lugar en la entonces aldea de Torrelavega el 4 de julio de 1799, la villa reforzó su situación de encrucijada comunicativa y añadió a esa característica la de centro comarcal de servicios. A pesar de las dificultades iniciales que retrasaron en más de 30 años la concesión de ese primer mercado, éste supuso el germen de lo que después se convertiría en motor económico de Torrelavega: el comercio. Su éxito motivó que, para albergarlo, se construyese la Plaza Mayor, cuyos edificios fueron provistos de soportales para que la lluvia no obstaculizara su celebración.
Con el paso del tiempo, este mercado se trasladó a La Llama, coincidiendo en ubicación con la feria de ganado vacuno hasta la construcción del Mercado Nacional de Ganado. A partir de entonces el tradicional mercadillo, considerado como uno de los mejores del norte de España, se emplaza en el exterior de este recinto ferial las mañanas de los jueves, ocupando unos 17.000 m2 de superficie.
A esto hay que añadir la importancia creciente de establecimientos asociados a la hostelería y la creación de un servicio de autobuses, indicadores de los flujos migratorios y mercantiles del momento.
Hoy en día, Torrelavega es un nudo de comunicaciones donde confluyen las carreteras de Santander, Oviedo, Bilbao y Palencia, convirtiéndola en un enclave privilegiado para acceder a cualquier punto de la geografía cántabra, ya sea costero (Suances, Mogro, Santa Cruz de Bezana...) o de interior (Cabezón de la Sal, Cabuérniga, Bárcena Mayor...). Está próximo también a destinos turísticos clave como son Comillas o Santillana del Mar. Además, dispone de estación de ferrocarril de Feve Bilbao-Oviedo y de Renfe, que enlaza con Madrid, así como numerosos servicios de autobuses tanto a nivel local como a nivel nacional e internacional. En la actualidad, el sector servicios ocupa al 61% de la población activa del municipio, dado el gran número de establecimientos y centros comerciales, cafeterías, confiterías y obradores que se reparten por el entramado urbano torrelaveguense para satisfacer tanto la demanda local como la de los turistas y visitantes.
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