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Patrimonio

Jueves, 16 de enero 2020, 11:32

Patrimonio civil

En Somaconcha se halla el comienzo del tramo mejor conservado de la calzada romana del valle del Besaya fragmento de la vía que comunicaba Pisoraca (Herrera de Pisuerga, Palencia) con el Portus Blendium (identificado con Suances). Esta vía fue construida por ingenieros militares con fines bélicos en el contexto de las Guerras Cántabras (29-19 a. C.). Tras la pacificación del territorio, la ruta pasó a tener una importante función comercial y estratégica dentro de la organización romana. El tramo discurre discurre por un área montañosa, cubierta por formaciones boscosas aotóctonas (robledales, castaños, hayedos), entre Somaconcha (Pesquera), Mediaconcha (Molledo) y Pie de Concha (Bárcena de Pie de Concha) y comprende 5,5 kilómetros. El comienzo de la zona conservada comienza a una altura de 710 metros, cerca de un paraje conocido como Peña del Cuervo, y desciende a 348 metros oscilando su anchura entre los 3 y los 4,1 metros con un desarrollo en proyección horizontal de 3.875 metros. El firme está conformado por grandes losas que delimitan las partes externas entre las cuales se colocan lajas de menor tamaño. Fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica en abril 2002. Es uno de los paseos más originales de la región.

En Pesquera, en una pequeña plaza situada junto al río Rumadero, se localiza un Área de Interpretación de la Calzada. Se compone de una serie de siete paneles que introducen al caminante en el contexto histórico de la obra de ingeniería, el sistema de construcción utilizado, las comunicaciones del Besaya y el patrimonio de la zona.

En cuanto a arqueología moderna, ha de reseñarse que en Pesquera se localiza un tramo del Camino Real de Las Hoces, entre las poblaciones de Bárcena y Ventorrillo (Pesquera). Se trató de una de las principales obras de ingeniería acometidas en Cantabria en la Edad Moderna: la carretera Santander-Burgos siguiendo el corredor del Besaya. El vial se basó en un proyecto del ingeniero Sebastián Rodolphe; su ejecución fue aprobada en 1748 y corrió a cargo de los maestros de obra Marcos de Vierna e Hilario Alfonso de Jorganes. El tramo que discurre entre Santander y Reinosa fue concluido en 1753 y supuso la apertura de, entre otras, la llamada 'ruta de las harinas' que condujo al despegue comercial de Santander y la zona Reinosa y su entorno inmediato. En 1787, el Real Consulado de Santander se hizo cargo de este trayecto. Sobre este camino se levantó ya en el siglo XX la N-611, que atraviesa Bárcena de Pie de Concha por el oeste.

Vista del Área de Interpretación de la Calzada Romana.

Patrimonio civil

Pesquera conserva un singular rollo o picota de piedra, con planta circular, uno de los pocos de Cantabria. Por esta peculiaridad fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de monumento en abril de 2002. Está ubicado en la plaza del Ayuntamiento y data del siglo XVI. Este tipo de obras consta de un basamento de escalones concéntricos, sobre los que se asienta una columna con basa ática y un esbelto fuste coronado por un capitel en cuyos brazos o picotas, en este caso, están labradas cuatro cabezas de animales.

Capitel decorado del rollo o picota de Pesquera.

En este pequeño municipio campurriano cabe destacar además, el edificio consistorial, un edificio del siglo XIX que integra la cárcel en el mismo bloque. En su esquina sur luce un reloj de sol fechado en 1759.

Reloj de sol, en la fachada del edificio consistorial.

Tanto en Ventorrillo como en el núcleo de Pesquera existen casas –algunas abandonadas– que siguen un modelo ampliamente difundido en Cantabria de alineaciones de casas con grandes balconadas y miradores, enfrentadas a otro tipo más antiguo de edificaciones que presentan pocos y pequeños vanos.

Patrimonio religioso

En Pesquera es de reseñar la iglesia de San Miguel, un templo de una nave con una capilla mayor cuadrada y una capilla abierta en el lado del evangelio. En una inscripción consta la fecha de consagración del edificio (25 de mayo de 1085). De la fábrica original románica conserva los muros de sillería. Posee un ábside de estructura gótica medieval, con bóveda de cañón apuntada (siglo XIV-XV), y el resto del edificio nave, pórtico, sacristía y torre corresponde a los siglos XVI-XVII. De su patrimonio mueble es de citar la imagen de San Miguel, situada en el retablo mayor, así como dos grandes lienzos de San Isidro y San Leandro, copias modernas de Murillo.

Iglesia de estilo románico de San Miguel.

Patrimonio industrial

A finales del siglo XVIII y durante el siglo XIX la población de Pesquera vivió una época de prosperidad gracias a la actividad industrial de la ferrería de Gorgollón. Fue construida en abril de 1752 por Marcos de Vierna Pellón, socio de Fernández de Isla y constructor del Camino Real de Castilla (1753). Precisamente esta vía constituyó la articulación de la comarca de Campoo con el puerto de Santander. La viva corriente de agua y la proximidad de hierro y carbón animados por el tránsito en la zona dieron prosperidad a este taller de manufacturas metálicas del que sólo restan ruinas. En 1895 fue transformada en fábrica de harinas –La Montañesa–, siendo la primera de España que utilizó cilindros en su sistema de funcionamiento. En ella hubo un tiempo en el que se molían doce toneladas diarias de grano. Con la intención de llevar a cabo su rehabilitación para ubicar algunos obradores agroalimentarios y construir un museo de arqueología industrial de la molinería, el Ayuntamiento adquirió en 2002 esta instalación.

En cuanto a ingeniería viaria en Pesquera se localiza un tramo del Camino Real de Las Hoces, entre las poblaciones de Bárcena de Pie de Concha y Ventorrillo (Pesquera). Se trató de una de las principales obras de ingeniería acometidas en Cantabria en la Edad Moderna: la carretera Santander-Burgos siguiendo el corredor del Besaya. El vial se basó en un proyecto del ingeniero Sebastián Rodolphe; su ejecución fue aprobada en 1748 y corrió a cargo de los maestros de obra Marcos de Vierna e Hilario Alfonso de Jorganes. El tramo que discurre entre Santander y Reinosa fue concluido en 1753 y supuso la apertura de, entre otras, la llamada 'ruta de las harinas' que condujo al despegue comercial de Santander y la zona Reinosa y su entorno inmediato. En 1787, el Real Consulado de Santander se hizo cargo de este trayecto. Sobre este camino se levantó ya en el siglo XX la N-611, que atraviesa Bárcena de Pie de Concha por el oeste.

En la primera década del siglo XXI comenzaron las obras de la Autovía Cantabria-La Meseta (A-67), cuyo trazado discurre ligeramente más al oeste que la carretera actual; se trata de una obra de gran envergadura que incluye la ejecución de viaductos y túneles en el entorno de Cinco Villas, entre ellas el viaducto de Montabliz (Bárcena de Pie de Concha) de 145 m de altura y 880 m de longitud, llamado a ser el segundo más alto de Europa; el de Pujayo, de 420 m de longitud; el de Santiurde, de 455 m de longitud y una altura máxima de 90 m; los viaductos la Boca Norte (de 206 m y 243,5 m cada calzada) y la Boca Sur (de 356 m y otros 168,5 y 93,5 m de longitud cada una), a ambos lados del túnel de Lantueno, de 655 m y 657 m de longitud cada uno; el viaducto del barranco de la Hía de 266 m de longitud y 87 m de altura máxima; el viaducto del Hayal de 218,5 m de longitud y 61 m de altura; el viaducto de Cañeda, de 168,5 m de longitud y 32 m de altura.

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