Economía

La ganadería ha sido uno de los principales medios de vida de las gentes de este municipio, pues cuenta con unas condiciones inmejorables para ello (por ejemplo, los puertos de Áliva, donde el ganado pasta libremente en época estival). Sin embargo, una vez más la emigración ha hecho que esta actividad quede relegada a un segundo plano. El principal producto agrario es la leche, aunque también con un fuerte descenso. No obstante, destaca que es la materia prima de los afamados quesos. En el municipio de Camaleño se elaboran algunos tan conocidos como los ahumados de Áliva y Brez, que son completamente distintos de cualquier otro que se fabrique en España. Se hacen con leche de vaca y se ahúman fuertemente. Entre los numerosos 'Quesucos de Liébana' destacan los de Pido, Espinama y Baró.

Aunque va a menos y la mayor parte de los productos que se cultivan son sólo para consumo propio, el campo constituye otra fuente de ingresos. Se siembran principalmente patatas, legumbres y vid. Entre los frutos, son muy apreciadas las castañas, guindas, melocotones, nueces y melétanos (fresas silvestres), entre otros.

No hay industrias pesadas, pero tienen cierta importancia las vinculadas al sector agroalimentario, fundamentalmente las de fabricación de orujo (El Coterón, ubicada en Argüébanes) y queso (hay siete industrias lácteas en el municipio). El sector de la construcción tiene también importancia (un 10% de la población activa)y existen dos fábricas de muebles para el hogar y una de confección textil.

Por otra parte, el subsuelo lebaniego es muy rico y existe constancia de explotaciones mineras, principalmente en los Picos de Europa, destacando la presencia de la blenda acaramelada (sulfuro de cinc) y los yacimientos de calamina (carbonato de cinc) y galena (sulfuro de plomo). La última explotación fue la de las minas de Áliva, cerrada definitivamente en el verano de 1989.

El desarrollo turístico que ha experimentado este municipio en los últimos tiempos es enorme, debido fundamentalmente al poder de atracción de su naturaleza. Además, el teleférico de Fuente De, el monasterio de Santo Toribio se han convertido en dos focos que atraen a multitud de personas. De este modo, el turismo se ha constituido como el verdadero motor económico del valle. Por esta zona abundan los hoteles y hostales, apartamentos, posadas, casas rurales, campings... Para contemplar las espectaculares panorámicas de los Picos de Europa, el visitante puede elegir distintos tipos de actividades, según sus preferencias: rutas a pie y en vehículo todo-terreno, montañismo, parapente, bicicleta de montaña, rutas a caballo, en quad (moto de cuatro ruedas) etc. Además, la gastronomía que se puede degustar en este municipio, en el que destaca el cocido lebaniego, es otro motivo de atracción para el turista.