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Jueves, 16 de enero 2020, 10:09
Alfoz de Lloredo custodia diversos yacimientos prehistóricos localizados en diversas cavidades. Se trata de la cueva de Cualventi (Oreña), que custodia un importante y amplio yacimiento que va desde la Prehistoria a la Edad Media, la Cueva del Linar (La Busta), la cueva Redonda o ... del Perro (La Busta) y la Cueva de Las Aguas o de los Santos (Novales), estas tres últimas custodian testimonios de arte parietal paleolítico.
Acceso a la cueva de Cualventi, en OreñaLa cueva de Cualventi (Oreña) fue identificada en el siglo XIX y fue publicada en 1877 con el nombre de Cueva de Oreña o Royales por Augusto González de Linares y J. Calderón. Las primeras excavaciones se realizaron en 1976. En aquella y sucesivas campañas arqueológicas se ido descubriendo restos que van desde la Prehistoria (evidencias de concheros, restos cerámicos del Bronce...) a la Edad Media. Entre los hallazgos más llamativos se cuenta un bastón de mando decorado con el perfil de un ciervo así como diversos testimonios de arte paleolítico localizados en una sala del interior. Fue declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica en 1985.
La cueva de El Linar (La Busta) fue localizada a comienzos del siglo XX por Hermilio Alcalde del Río. Ha sido objeto de diversas campañas arqueológicas que se han desarrollado a partir de la década de los cincuenta del siglo XX y en las décadas posteriores. Se han descubierto restos que van del Paleolítico a la Edad Media. La cueva incluye diversos testimonios de arte parietal paleolítico con paneles en los que predominan los grabados naturalistas del estilo IV de Leroi-Gourhan, en una fase muy evolucionada del mismo. Fue declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica en 1997.
La cueva Redonda o del Perro (La Busta) fue descubierta en 1979. Durante la campaña arqueológica desarrollada en ella fueron descubiertos restos del Paleolítico Superior o Aziliense. La cueva custodia diversos testimonios de arte parietal paleolítico. Se trata de grabados de trazo ancho de cronología dudosa, entre ellos se cuenta un cuadrúpedo.
La cueva de Los Santos o de Las Aguas (Novales) fue localizada en 1909 por Herminio Alcalde del Río. A lo largo del siglo XX fue objeto de varias campañas arqueológicas, la última a finales de los noventa que permitieron recuperar materiales del Magdaleniense y la Prehistoria Reciente. Custodia varios testimonios de arte parietal paleolítico, entre ellos se cuenta un conjunto ejecutado sobre un friso vertical, dentro de un pequeño camarín, en el cual se pueden distinguir varias figuras del estilo IV de Leroi-Gourhan. Fue declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica en 1997.
Entre las construcciones civiles de Alfoz de Lloredo se cuentan diversos edificios fechados en la Edad Moderna. Entre ellos están la torre fortaleza (Rudagüera) fechada en el siglo XVI y reformada en el XVII; el palacio de Quintana (Oreña), del siglo XVII; el palacio de Isla (Novales), conjunto que incluye una fachada del XVI; una casa del XVIII y una capilla atribuida a Felipe Orna Rubalcaba de 1638; la casa de los Díaz Palencia (Novales), fechada en 1735; la casa de los Pérez Calderón (Rudagüera), fechada en una inscripción situada bajo el escudo en 1770; o la casa de los López (Cóbreces), mandada construir por Pedro López en 1807. Ha de citarse que la fachada del hotel «Los Infantes» datada en el siglo XVIII que fue trasladada a Santillana del Mar desde su emplazamiento original en Oreña.
Castillo y casona de Villegas, en Cóbreces, construida en el siglo XVIIIEn cuanto a la arquitectura decimonónica, destacan el colegio de San José (Cóbreces), levantado en 1872 para las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, y el castillo-casona de Villegas (Cóbreces), construcción del 1890 que imita la torre de homenaje del Alcázar de Segovia y se asienta sobre una casona del XVIII.
En cuanto a la arquitectura civil privada del XX, en Alfoz de Lloredo se cuentan varias viviendas particulares de interés obra de los arquitectos E. Pila Rivero, A. Álvarez Saiz y E. Ruiz de Villa (Oreña) y Eduardo Fernández Abascal y Floren Muruzábal (Novales).
Las construcciones más destacadas de Alfoz de Lloredo son la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (Novales), la iglesia de San Martín (Cigüenza) y el complejo neogótico que conforman la iglesia de San Pedro Advíncula y el monasterio cisterciense Viaceli (Cóbreces).
Santa María de la Asunción de Novales presenta planta de salón con tres naves de igual algura y testero poligonal, cubierta por bóvedas de crucería. Comezó a construirse a principios del XVI. En 1574 se levantó la fachada renacentista. El templo custodia un notable patrimonio mueble. Así, el retablo mayor es una notable obra romanista realizada a mediados del siglo XVII; la mayor parte de las obras de bulto que incluye fueron realizadas por el maestro de casar de Periedo Juan de la Iglesia y los relieves del banco, encargándose otro autor (se estima que pudo tratarse de Lope Núñez de Bustamante, vecino de La Serna de Iguña) de los relieves mayores, las virtudes y el Calvario; hacia 1714 el retablo fue objeto de una reforma por el arquitecto José Ortiz. Otras obras del templo son los retablos de Nuestra Señora del Rosario en la nave de la epístola, iniciado en 1707, constando como principal maestro José Ortiz, concluido y policromado en las siguientes décadas; el de la capilla de San Juan y el de Nuestra Señora de la Soledad del ensamblador Juan de la Puente Agüero en la nave del evangelio, concluido en 1722 y policromado a lo largo del siglo; y los retablos de los pilares, de la cofradía de San Crispín y San Cipriano, de los primeros años del XVIII. El órgano de la iglesia data del siglo XIX y fue ejecutado siguiendo modelos barrocos. La torre está rematada por una estructura metálica similar a la que puede verse en el seminario de Comillas. La iglesia fue incluida en el Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria en 2001.
Vista de la iglesia de San Martín de Cigüenza, declarada Bien de Interés CulturalSan Martín de Cigüenza fue levantado entre 1746 y 1751, conforme a las trazas enviadas desde América por Juan Antonio de Tagle Bracho, basadas en las del convento de las capuchinas de la ciudad de Lima y similar a otros templos de la comarca peruana de Charcas. La planta fue punto de partida para la actuación del maestro de cantería Francisco Rubín de Colombres, a quien se atribuye la construcción del templo (la combinación de abovedamientos góticos con la media naranja del crucero aparece en otras obras de maestros del taller de Val de San Vicente). Tiene planta de cruz latina con una nave rematada por un ábside rectangular flanqueado por dos sacristías. El crucero está cubierto por una cúpula sobre pechinas. En la fachada destacan dos torres rematadas por dos pirámides de piedra rodeadas por una balaustrada. El retablo de la capilla mayor y los laterales son contemporáneos a la construcción de la iglesia y no llegaron a ser policromados. En la iglesia se conserva un retrato del fundador Antonio de Tagle Bracho ejecutado en Perú. La iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural en 1992.
Respecto del complejo neogótico de Cóbreces, la iglesia de San Pedro ad Vincula fue erigida entre 1891 y 1910, sobre un proeycto de Emilio de la Torriente. Su estrecha fachada flanqueada por dos estilizadas torres rematadas por pináculos evoca la iglesia de la abadía masculina de San Esteban (Saint Étienne) de Caen, –fundada por Guillermo el Conquistador y magnífico ejemplo del románico normando–. La cabecera parece inspirada en otro gran proyecto de la arquitectura medieval: la catedral gótica de Santa María de Erfurt, en Turingia.
Por su parte, el vecino monasterio de Viaceli parte del modelo de los complejos cistercienses levantados en Francia de Santa María del Desierto de Bellegarde –fundada en 1852 y perteneciente a la diócesis de Toulouse– y Nuestra Señora de Aiguebelle –fundada en el siglo XII en los confines del Delfinado y la Provenza–. Comenzó a construirse el 10 de junio de 1906 bajo el patrocinio de Bernardo de Quirós y fue concluido en 1910. El recinto fue levantado íntegramente en hormigón, quedando responsable de las obras la Societé des Ciments Portland de Sestao.
Otros edificios religiosos que pueden verse en Alfoz de Lloredo son la ermita de San Bartolomé (Oreña), construida según modelos románicos en el siglo XII; la iglesia de San Pedro (Cóbreces), transformada en cementerio a raiz de un incendio con restos de los siglos XV y ampliaciones del XVII; la ermita de la virgen de la Guía (Oreña), la iglesia de San Pedro (Oreña), y la ermita de San Pedro (Rudagüera), las tres del siglo XVI; la ermita de San Miguel (La Busta), la iglesia de la Virgen de la Magdalena (Rudagüera) y la iglesia de San Tirso (Toñanes), las tres del siglo XVII; y la ermita de Santa Ana (Cóbreces), del siglo XVIII, con una fachada neogótica de finales del XIX.
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