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Jueves, 16 de enero 2020, 13:19
Algunos yacimientos situados en el valle de Liendo han proporcionado materiales que documentan la presencia humana en la zona en el periodo de transición al Neolítico. En las cumbres de las montañas situadas al sur, en el llamado monte Cuesta Negra, localizado en los límites ... con Ampuero y Guriezo, se han descubierto diversos monumentos megalíticos (Hayas, Pozobal) que testimonian la presencia de pastores neolíticos en la zona.
Ya en época romana este valle fue zona de paso de las rutas costeras que enlazaban Castro Urdiales –Flaviobriga– con otros puertos situados en la franja costera central y occidental de Cantabria –Portus Victoriae, Portus Blendium, Portus Vereasueca. Durante la Alta Edad Media, el valle de Liendo estaba integrado en el de Alfoz de Vecio (también llamado merindad de Vecio), que incluía también a Ampuero, Cereceda, Colindres, Laredo, Limpias, Marrón, Seña y Udalla, así como los valles de Guriezo y Sámano y algunos lugares de las Encartaciones. Fue lugar de paso en la variante costera del camino a Santiago de Compostela y los peregrinos contaban en este tramo con un hospital dedicado a San Lázaro. En el siglo XII, reinando Alfonso VIII, adquirió condición de realengo y a mediados del siglo XIV, entró en la órbita de la villa de Laredo. Llegada la Edad Moderna, Liendo se integró en el Corregimiento de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar y cuando éste se convirtió en el Bastón de Laredo, a mediados del XVIII, el valle se separó de la jurisdicción.
Con la constitución de los ayuntamientos en 1822, Liendo se instituyó como municipio. Siempre ha pertenecido al partido judicial de Laredo.
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