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Naturaleza

Fauna y flora

Jueves, 16 de enero 2020, 12:06

El aspecto paisajístico de Saro, así como sucede en toda la comarca Pas-Pisueña, viene definido por la predominancia de las praderas. Son praderas de siega que, por debajo de los seiscientos metros, producen tres cortes anuales, con especies de alto valor nutritivo para el ganado bovino, como gramas, tréboles o llantenes. Las fincas de mayor altura sólo dan dos cortes anuales. Cuando la pendiente de los prados es tan acusada que los nutrientes tienden a perderse, por acción de la gravedad, hacia los fondos de los valles, éstos son abonados con el estiércol del ganado, subido en cuévanos y extendido a mano, en ausencia de medios mecánicos.

Pese a la predominancia de los prados, quedan algunos retazos de la vegetación arbórea original. En las zonas más altas, al este del municipio, abundan las castañedas, pudiendo verse también repoblaciones de Pinus radiata y algunos acebos. Existen además algunos robledales de Quercus robur o cagiga, como el robledal de Zarrizuela, entre Llerana y Abionzo (Villacarriedo) o los antiguos ejemplares que hay en el ferial de Saro, hoy convertido en parque.

La mayor parte del curso del río Llerana, así como del Pisueña a su paso por Saro, aparecen acompañados de un estrecho bosque de ribera compuesto fundamentalmente por alisos, aunque también tiene sauces, fresnos, castaños, avellanos, plátanos, tilos, arces y espinos.

La fuerte transformación experimentada por los ecosistemas originales en favor de la formación de praderas ha hecho que el valle de Carriedo no ofrezca gran interés faunístico, persistiendo únicamente algunas especies de mesovertebrados, como la garduña, la marta, la comadreja y el zorro, refugiados en las manchas frondosas, así como micromamíferos y rapaces.

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