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Jueves, 16 de enero 2020, 10:16
Costumbres.
Cabuérniga se caracteriza por conservar ancestrales tradiciones, hasta el punto de que se trata de un valle que es una referencia cultural fundamental en Cantabria: muchas canciones, trajes y costumbres llevan el calificativo de 'cabuérnigo'. Y es que tanto desde el punto de vista de la antropología física como de la lingüística, Cabuérniga constituye una comarca peculiar, con caracteres propios, y una de las más representativas del tipo medio de toda la región. Guarda como pocas las esencias de la etnografía y folclore de la región, conservando una gran riqueza mitológica y de leyendas tradicionales, tal y como se refleja en los libros de Manuel Llano.
Artesanía.
Otra tradición que se mantiene viva en este municipio es la artesanía de la madera, muy antigua y acreditada, tanto en la fabricación de carros y aperos de labranza (en el siglo XVII eran famosos los fabricantes de carros de Cabuérniga) como en albarcas, zapatitas o en los tornos, aleros y otros elementos arquitectónicos.
Las albarcas cabuérnigas, y especialmente las de Carmona, son una referencia de la creatividad artesana con una utilidad en el medio rural. Además de su carácter decorativo, fundamentalmente hoy en día, han sido y son calzado de todo tiempo para los habitantes de la comarca, sobre todo para los ganaderos y agricultores.
Traje típico.
La etnografía de un pueblo se manifiesta también en el atuendo típico de cada zona. Así, en Cabuérniga el hombre usaba con frecuencia pantalones, a veces con remontas y en ocasiones hasta con una boina, además del pañuelo al cuello. La mujer, por su parte, lleva amplia y vistosa pañoleta y pañuelo a la cabeza atado con los picos hacia arriba; además, viste también delantal. Ambos pueden llevar escarpines y albarcas.
Las fiestas más destacadas de Cabuérniga son las siguientes:
La Pasá. Desde tiempos inmemoriales hasta nuestros días, el ganado tudanco continúa bajando cada otoño, año tras año, de los puertos de Sejos a los invernales, dando lugar a la 'pasá'. Con este nombre se conoce al desfile de los rebaños, que constituye en este municipio una gran fiesta. Éste constaba de tres puntas: la primera, conducida por el vaquero, mostraba al semental y a las mejores vacas; la segunda, a cargo del becerrero, comprendía las novillas y otras vacas menos lucidas; y la tercera, llevada por el sarruján, presentaba al resto del ganado: vacas paridas, terneros, etc. La fiesta terminaba con una cena ofrecida a los pastores y seguida de cantos, bailes y exhibiciones folclóricas.
En Camona, el último sábado de septiembre los ganaderos rivalizan entre sí por tener el mejor ganado vacuno de raza tudanca. La antigüedad de esta fiesta se remonta a la década de los cuarenta del siglo XX, y se recuperó en 1990. El segundo domingo de octubre los ganaderos de Cabuérniga organizan una fiesta parecida: La Campaná.
Nuestra Señora de las Lindes. Se celebra el sábado siguiente a San Roque en la ermita de Carmona. Allí tiene lugar una misa solemne, con picayos y romería. En esta ermita de Nuestra Señora de las Lindes vivió como eremita el párroco Don Pedro de Cossío y Celis, autor de algunas obras eruditas a finales del siglo XVII.
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