Patrimonio

En el entorno del valle de Cabuérniga se han localizado diversos testimonios de presencia humana durante la Prehistoria. Entre ellos se cuentan las estructuras tumulares de la Braña de la Haya (Carmona) y de la Braña del Pozo (Valle), los dos fueron levantados en contextos culturales del Neolítico-Calcolítico. La primera es pequeña se levanta sobre una base de tierra y piedras de arenisca con unas dimensiones de 6,9 m por 6,2 m. El segundo túmulo alcanza un metro de altura, también presenta una base de tierra y está levantado en areniscas, el pozo de violación es de 5,7 m por 4,6 m.

La arquitectura rural de época moderna en el interior las Asturias de Santillana cuenta con valiosos ejemplos en el valle de Cabuérniga. Son numerosas las casas con solana: bloques de dos alturas que presentan acceso al zaguán por arcos en la inferior y la típica galería corrida (solana) tendida entre los muros cortafuegos en la superior. Esta casa puede presentarse aislada, pero normalmente aparece alineada a otras semejantes. Muchas de estas construcciones se alternan con otras propiamente señoriales. la arquitectura civil señorial, lo que se refleja en las numerosas casonas con escudos y solanas que existen en Renedo, Carmona, Selores, Valle, Sopeña y Terán.

Es de destacar el casco urbano de Carmona, considerado uno de los núcleos rurales mejor conservados de Cantabria y protegido como Bien de Interés Cultural desde 1985. De su patrimonio civil sobresale la casona de los Díez de Cossío, conocida como el palacio de los Mier. Fue levantada en 1715 sobre una construcción anterior, en su fachada consta una inscripción en la cual consta que fue mandada levantar por Francisco Díaz de Cossío, canónigo, dignidad de maestre escuela de Burgos. Consta de un bloque central con soportal de tres arcos de medio punto sobre columnas toscanas flanqueado por dos torres. En la actualidad aloja un parador regentado por el Gobierno regional. Otro edificio importante de la localidad es el palacio de Terán, construido a partir de la torre del señorío de Terán, cuya estructura es aún visible. Encerrado en una gran finca que cuenta con dos encinas centenarias, tiene dos plantas y cubiertas a cuatro aguas y está acompañado de una capilla.

Otras muestras de arquitectura señorial de la Edad Moderna y comienzos del siglo XIX que se localizan en el municipio de Cabuérniga son la casa de Rubín de Celis, del siglo XVIII, en Renedo; la Fonda (presenta dos fechas 1648 y 1869) y la casa de Augusto González de Linares, en Valle; la Casona de los Cabeza, en Selores; la Casona de Mier, en Sopeña, etc.

Por último destacar como ejemplo de arquitectura pública decimonónica, las Escuelas de Terán inauguradas en 1888, que se considera revelan la influencia de la lectura que del neoclasicismo se hizo en el País Vasco.

La armonía de los conjuntos urbanos de varios de los núcleos de población de Cabuérniga llevó a declarar en 2004, Bien de Interés Local con la categoría de Conjunto Histórico a la Villa de Renedo, la Villa de Terán y la Villa de Valle.

Del patrimonio religioso de Cabuérniga son de destacar la iglesia de San Roque (Carmona), La Anunciación (Renedo), San Pedro (Carmona) y Santa Eulalia (Terán) .

La Anunciación de Renedo es un templo de tres naves de dos tramos, con capilla mayor cuadrada, con cubiertas de crucería. Se enmarca dentro del arte barroco del siglo XVII, aunque el ábside puede pertenecer al siglo anterior. La portada típicamente barroca, bajo espadaña, tiene remate en frontón abierto con óculo interno. Custodia un hermoso retablo del XVIII.

San Pedro, en el barrio homónimo de Carmona, es un templo de una nave de tres tramos, con testero recto, cubierta por bóvedas de crucería, que se estima construido en el siglo XVII. Es de reseñar un retablo colateral fechado a mediados del siglo XVIII.

San Roque de Carmona es un templo de planta de cruz latina, con una nave de cuatro tramos, con cubiertas de crucería (más compleja la que techa el tramo del crucero), al cual se abren dos capillas cerradas por dos rejas de hierro forjado. La portada está enmarcada por los contrafuertes. En el lado del evangelio está adosado la casa rectoral, en cuya parte inferior se abre un pórtico de tres arcadas. Se trata de una obra encargada por el indiano don Pablo Fernández Calderón, que testó en México en 1761. En su interior hay un retablo del siglo XVIII y relieve de la Virgen del Carmen. En la misma localidad se pueden ver dos ermitas: la de San Roque, del siglo XVII, y la de San Antonio Abad, del siglo XVIII, con espadaña románica que pertenece a una iglesia anterior, posiblemente de fines del XII.

Santa Eulalia de Terán es un templo de planta de salón de tres naves, la central con cabecera poligonal. Se estima que fue construido en la primera mitad del siglo XVIII. Se atribuye a los talleres de cantería de Val de San Vicente, que parten a su vez del modelo introducido por maestros de Trasmiera en las Asturias de Santillana (la torre rematada por una balaustrada de piedra con un chapitel cónico acusa también esta influencia). Aloja una interesante obra mueble de la cual cabe destacar el retablo mayor de estilo barroco decorativo de comienzos del siglo XVIII y una copia de una representación de las Santas Justa y Rufina de Murillo. En sus alrededores se encuentra una necrópolis medieval de tumbas de lajas.

Otros recintos religiosos del municipio son la parroquial de Viaña, templo del XVII, de una nave con capilla mayor cuadrada, cubierta ésta con crucería; la parroquial de Valle, con tres retablos del XVIII; la parroquial de Sopeña, de estilo historicista, levantada a comienzos del siglo XX; la parroquial de Valle, también historicista de principios del XX, conserva tres retablos datados en el siglo XVIII; y la parroquial de Selores, edificada en 1910. En este último pueblo se puede ver un interesante humilladero del siglo XVIII (en la reja se puede leer el año 1786).